Sexo

Cómo masturbar a una mujer según mujeres lesbianas

Este artículo va por todas esas manos cis masculinas que me han decepcionado
1584023486440-fingering

Como mujer bisexual, siempre he pensado que los mejores dedos me los habían hecho personas queer y no heteros torpes que no saben qué hacer con la mano. Muchas veces, me he encontrado a mí misma mirando al cielo, implorando que caiga la biblia de los dedos, que enmiende todos los errores y ponga fin a los arañazos de gato en los labios del toto.

Mi madre siempre me decía: “Si quieres algo bien hecho, hazlo tú misma”. No creo que se refiriera a correrme, aunque se me da muy bien, pero creo que lo que quería decir es que “haga una guía gráfica sobre cómo masturbar, que ella no va a querer leer, pero enorgullécete de que la publiquen de todas formas”, así que me he puesto en contacto con algunas lesbianas para que me den consejos con fundamento sobre cómo hacer un dedo.

Publicidad

El consenso general es que, al igual que todo esperma es sagrado, cada vagina, o culo (no nos olvidemos de la parte trasera) es diferente. Así que lo que puede funcionar para unas, puede ser incómodo o doloroso para otras. Como en todo polvo que se precie, la comunicación y el consentimiento son fundamentales. Dicho eso, hay algunos pasos prácticos que todo el mundo puede seguir para garantizar un dedo placentero y gratificante.

La primera recomendación, y probablemente la más importante, es: preparación. No te preocupes, no tienes que hacer ningún tipo de sentadilla con los dedos ni nada por el estilo, simplemente usa el sentido común. Es decir, ¡CÓRTATE LAS PUTAS UÑAS! Quiénes de entre nosotras no hemos sufrido cortes en el interior de los labios vaginales, principalmente, por hombres que llevan chanclas todo el año y se graban cantando canciones de The Prodigy con una guitarra que tiene por correa un trozo de cuerda. Pero Miranda, de 26 años, me asegura que no es un problema exclusivamente masculino. “Me han arañado unas cuantas mujeres que tenían las uñas largas”, me dice. “Nada me corta más el rollo que tener a Eduardo Manostijeras en el chichi”.

Como mujer de uñas largas que ha recibido arañazos de un gran número de mujeres, me gustaría sugerir los guantes de látex. Además de ser una buena protección a la hora de hacer dedos y fisting, los guantes son una forma de poder hacerlo sin tener que renunciar a las uñas acrílicas.

Publicidad

"Ponte al día con los lubricantes"

Una de las peores cosas del mundo es ponerse o quitarse un tampón. Lo mismo se puede decir de los dedos. Si no está lo suficientemente húmedo, no metas nada, pero un poco de sequía no significa que no se lo esté pasando bien. Si crees que no hay problema y estás seguro de que quieren que les metas tus deditos, pon un poquito de lubricante antes de entrar.

Teniendo esto en cuenta, el segundo gran consejo es ponerte al día con todos los lubricantes que existen y pillar el que mejor os venga. Cada lubricante tiene bases diferentes y sirve para diferentes propósitos. Mientras que un lubricante de silicona puede ser mejor para el culo, no se debe usar con la mayoría de juguetes sexuales (porque podrían romper la goma de tu dildo favorito). Si vas a jugar exclusivamente con un chichi, un lubricante con base de agua es lo mejor para mantener el PH y tratar la sequedad vaginal.

Además, es importante mencionar que la penetración no es la única opción cuando se hace un dedo. Charlotte, 27, llega incluso a sugerir que “hacer un dedo no tiene que ser lo mismo que penetrar” y que la única vez que un hombre cis le hizo un dedo, cometió el error de “hacer lo mismo que hubiera hecho con su pene, si le hubiera dejado”. Miranda, con menos tacto, describe su experiencia con las artes masculinas como un “apuñalamiento con el dedo”.

Para muchas mujeres cis, yo incluida, un simple dedo no es suficiente para correrse. Solo un 25 por ciento del sexo vaginal con penetración acaba en orgasmo, así que, si quieres que se vuelva loca, te recomiendo encarecidamente que trabajes el clítoris (CON CUIDADO). También, se ha hablado mucho de que el orgasmo vaginal es igual que el clitoriano, así que es importante trabajar tanto el timbre como la puerta. Por suerte, las lesbianas se las saben todas.

Publicidad

Alex, mi exnovia, me habló de un consejo específico. “Tienes que centrarte en el punto G (esa pequeña área melocotonesca en la parte superior trasera, a unos centímetros de la entrada vaginal), o si quieres imitar la penetración con algo más grande que un dedo”, aconseja, “presiona hacia abajo mientras lo metes y lo sacas”.

"Solo porque he gemido una vez no significa que tengas que hacer lo mismo de forma agresiva hasta que me corra”

Sin embargo, si has visto la segunda temporada de Sex Education, sabrás que la técnica del reloj, o cualquier otra, no es siempre la mejor opción. Cuando Otis le cuenta a Ruthie, la lesbiana oficial de la serie, su método para hacer dedos, ella se ríe de él. Alex, una de nuestras lesbianas, dice: “El peor error que puedes cometer es venir con una técnica fija y pensar que eso me va a poner cachonda. Aunque suene falso y dé repelús, realmente tienes que escuchar al cuerpo de la otra persona y ver a qué responde positivamente”.

Amelie, de 22 años, nos da un consejo similar. “No veas un signo de placer y te aferres a eso. Solo porque he gemido una vez no significa que tengas que hacer lo mismo de forma agresiva hasta que me corra”, dice. “En la variedad está el placer. Y ese movimiento raro que hiciste una vez fue divertido, pero solo lo sigue siendo si lo intercalas con otros movimientos”.

Seguir la corriente es algo que se ha mencionado mucho a la hora de masturbar a una mujer, pero tener un par de trucos en la manga puede marcar la diferencia entre masajear un labio sin fin o hacer que se corra por toda la pared. Para los chicos que están acostumbrados a masturbarse a sí mismos, Alex recomienda que “piensen en el clítoris como si fuera un minipene e interactúen con él como tal”.

Armados con una sabiduría plena sobre el arte del dedo, parece oportuno terminar el artículo con una nota romántica. Amelie me explica que, de todas las experiencias sexuales que ha tenido, las mejores no dependieron de la técnica sino de la atmósfera en que se dieron.

“Es gracioso, porque durante mi mejor experiencia con un dedo, no hubo mucho dedo”, explica. “Ella se tumbó y metió los dedos despacito, lo cual fue muy erótico, pero el resto fue jugueteo, contacto visual y susurros en el oído. Hizo que fuera mucho más sensual y excitante cuando finalmente llegó ahí. A veces, lo mejor de los dedos es todo menos eso”.

@GlNATONIC

Este artículo se publicóoriginalmente en VICE Reino Unido.