La desaparición y renacer de 'El Oasis'

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Música

La desaparición y renacer de 'El Oasis'

Después de su salida de Reactor 105, Alan Zuko logró abrir el mismo espacio de manera independiente en Internet. Nos acercamos a él para conocer a profundidad la historia.

El lunes 30 de enero probablemente ha sido una las fechas más infames en la historia de la estación de radio capitalina Reactor 105.7 FM; fue entonces cuando se anunció que la última transmisión del programa El Oasis ocurriría al día siguiente. Dentro de la oferta radiofónica que existe en la capital mexicana, desde hace más de diez años Reactor se mantiene como casi la única estación dedicada al rock en todas sus manifestaciones, siendo además, una de las 9 radiodifusoras del IMER (Instituto Mexicano de la Radio), por lo que es un proyecto de radio pública, sujeto a la pesada burocracia del Estado mexicano y con una de las audiencias más grandes en el Valle de México. La estación se ha marcado por muchos cambios que se han dado a través de la última década, donde conductores y programas han entrado y salido. Pero esto fue diferente. Mientras muchos anuncian el cierre de un ciclo e indican que pronto estarán emprendiendo una nueva aventura, esta ocasión fue discordante.

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El adiós del conductor Alan Zuko Navarro fue melancólico y con dolor. Entre canciones de reggae que intentaban transmitir buenas vibras a los radioescuchas, de su voz quebrada y sollozante escuchamos una carta en la que indica que el término de su trabajo en Reactor fue suspendido de tajo sin fundamento real.

Transmitido a las 10:00 am, El Oasis fue uno de los momentos más distinguidos en la radio nacional. Fue de los pocos espacios en el cuadrante que dio apertura a la música independiente que se hace en nuestro país. A través de entrevistas en cabina, segmentos dedicados específicamente a ciertos géneros, y sobre todo, la selección musical de Navarro, sonidos independientes de nuestro país y América Latina, encontraron muchos más escuchas, gente sedienta de algo que no sabían que existía. No fue un espacio único pero ha sido de los más importantes.

Era gracias a la dedicación de Alan que este programa se lograba todos los días, así como otros aspectos que se realizaban en la estación cotidianamente. "Este año me habían dejado a cargo de la producción de Reactor. Luis Pérez era el productor general y yo era su mano derecha", nos platicó Alan unos días después de la cancelación de El Oasis. "Este año tenía la misión de estar a cargo de las sesiones, transmisiones, acústicos, de todo lo que se generara en esa parte de producciones al aire".

"Tenía muchas ideas y metas a cumplir este año, porque creo que la escena está cabrona en estos momentos, en todos los géneros", continúa. "La escena está muy viva. Yo sentía un compromiso brutal de hacerla suceder en Reactor con el alcance que tiene, sobre todo porque es un medio masivo, clásico en radio en frecuencia modulada".

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Para Alan, ser parte de Reactor no era simplemente una chamba, sino todo un sueño que comenzó a una temprana edad. "Cuando tenía 16 y 17 años no me encontraba. Me gustaba mucho la música, escuchaba mucho ska y punk en esas épocas, estaba muy clavado en esas ondas. Cuando encontré Reactor en la radio me comencé a mover, y me puse a escuchar Reactor. Casi entro a Area 2 para estudiar medicina y qué bueno que no lo hice. Por Reactor dije, 'güey, se puede perseguir estar en la radio y en la música'. En último semestre de la carrera de comunicación me apliqué. Yo no llegué a la estación por amigos, Romina [Pons, ex-gerente de la estación; renunció este 31 de marzo] no me metió, yo vine a hacer mi servicio social aquí, me gané mi lugar y luego el programa. La gente que he conocido del medio la conozco por el trabajo".

Alan en la cabina radiofónica de Reactor 105.

A través del tiempo que Zuko estuvo al aire, apoyó a muchos artistas de todo tipo de vertiente a estar en frecuencia modulada, abriendo sobre todo espacio para los menos conocidos. Todo esto sin mucho desvarío hasta que el lunes 30 de enero del presente año se le informó que la directora de radiodifusoras del IMER Citlali Ruiz, así como la subdirectora de control de gestión Inés Morales no lo contemplaron para el 2017 y que su último día en el trabajo sería el siguiente. Se les contactó a Ruiz y Morales para este artículo pero no respondieron a nuestra solicitud de entrevista.

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"Romina dio la cara por mí hasta donde pudo [porque] es una dependencia burocrática, ella está subordinada por completo a las decisiones de Inés y Citlali", comenta Alan sobre aquel día devastador. "Enseguida me dijo: 'Lo único que podrías hacer es bajar directamente y que tú trates de convencerlas'. Fue como meterme a la boca del lobo. En ese momento estaba en un estado completamente frágil porque me acababan de decir [del despido]". Fue entonces cuando supuestamente ellas le dijeron sus ofensas.

Meses atrás, Alan había tuiteado sobre la deficiencia de equipo y facilidades en las instalaciones de la radiodifusora. "Si vas a IMER y ves las oficinas, no hay sillas. Hay cosas que son elementales que no se toman en cuenta, como no tener conexiones de Internet funcionales o libres, cosas que van mermando el trabajo y la funcionalidad en términos de comunicación. Yo me quejé particularmente de las sillas y cuando me dicen eso, les dije: 'Esos tuits tienen un año o año y medio ¡y sigo sin silla! Sigo sentado en una hielera'". Tiempo después, en su programa se hizo una mención a Industrias WIO, distribuidor de música digital que se ha enfocado en agregar a talento independiente nacional en plataformas de streaming; según Zuko, se circuló internamente un email en el que se hizo alusión a eso como una "mención comercial" que se hizo para beneficio personal, algo prohibido en radio pública.

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Alan y Álvaro Díaz en la cabina de Reactor

La más reciente de las ofensas fue el miércoles 25 de enero cuando tuvo como invitado al rapero puertorriqueño Álvaro Díaz. Para poder acceder a las instalaciones de IMER piden un acceso previo para que la gente de seguridad esté enterada y la aprueben. Según cuenta Alan, Álvaro llevó con él al también rapero boricua Yensanjuan sin previa notificación. Al tratar de resolver el inconveniente y hacer que todos pudieran acceder a la cabina, Navarro supuestamente habló con el personal de seguridad, y estos respondieron de manera déspota. Zuko admite haber estado "quizá ofuscado y serio pero no agresivo". Al hacer una última súplica, un elemento del cuerpo de seguridad supuestamente le contestó que debería darle vergüenza ese tipo de episodios, a lo que según él contestó "lo que me da vergüenza es hacerlos pasar por ese tipo de cosas". Al finalizar su transmisión de ese día, supuestamente fue informado por Romina Pons que se mandó un email interno hablando de las actitudes negativas que Navarro tomó al no conseguir que todos sus invitados lograran acceder.

Al anunciarse en redes sociales que El Oasis tendría su última transmisión el 31 de enero, pronto se vieron caer muchas señas de apoyo; hashtags en redes sociales, posts en apoyo al programa y Alan mismo, una carta firmada por algunos de sus compañeros e inclusive una protesta afuera de las instalaciones del IMER. "Cuando ya lo procesé, lo único que me importaba era hacer un buen último programa y ver qué sucedía", dice Navarro sobre sus pensamientos antes de conducir El Oasis desde Reactor por última vez.

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El drama no terminó ahí. Ese día se había programado sesiones en vivo con los grupos Nos Llamamos y Urss Bajo el Árbol, organizadas y producidas en gran parte por Zuko. Se habían regalado boletos a través de los diferentes turnos y las listas de personas que accederán al evento. Alan trabajó en esa sesión inclusive sabiendo que su trabajo había terminado. A una hora de arrancar con ellas, se le informó que oficialmente se ordenó que ninguna persona podría tener acceso al evento. Al final salió con una comitiva que incluía a miembros de ambas bandas para explicar a la audiencia lo sucedido. En ese mismo día, Alan se enteró que las directoras se habían reunido con el cuerpo de seguridad y el equipo jurídico de IMER para proceder legalmente. Hasta el momento, Alan no ha tenido contacto con la gente de IMER; por su parte, él impuso una queja en el órgano de control interno y el comité de ética de la radiodifusora.

Alan y Wet Baes en Reactor 105

Continuando con lo iniciado con el hashtag #ElOasisNoRenuncia, Alan no está listo para colgar los tennis de este espacio. Comenta en nuestra entrevista que ha recibido ofertas de otras difusoras pero reafirma que para él lo importante "es buscar la libertad y ahí está en Internet, en plataformas libres y autogestivas."

"La idea de programa siempre fue mío, yo lo desarrollé", continúa diciéndonos. "Inclusive cuando lo propuse se me contra-propuso que se hiciera bajo mi nombre, tener un turno, 'Alan Zuko en Reactor'. Me dijeron que eso le daría peso a mi imagen. Yo nunca lo vi así: hacer radio es hacer una idea sonora. Me gusta El Oasis por la frescura, por ver la ciudad como una rutina y la música siempre está ahí para refrescarte, como un oasis en el desierto".

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Casi a un mes de nuestra conversación, El Oasis había vuelto a las andadas. Como nos lo comentó en la conversación que habíamos tenido anteriormente, Internet probó ser la mejor solución para seguir desarrollando su propuesta de la mejor manera.

Alan me recibió en el cuartel general de lo que ahora es El Oasis, un piso en una oficina al sur de la Ciudad de México. "Pasaron más días en los que empiezas a procesar lo que viviste, sanas esa parte que dice: 'No mames, qué injusto', todo es más claro, lo sientes como una libertad". Comenta sobre lo que vivió tras nuestra primera conversación. "Hablando con Luis Pérez, me dijo que ya no quería seguir [en Reactor] y entre todo dijimos 'vamos a hacerlo nosotros juntos'. Estamos ahorita en la oficina de la agencia de Luis, Junkie Media, pero independientemente de eso no se pensó como un producto de la agencia, sino vamos hacerlo juntos, como amigos. Luis Pérez y Carlos Millet tenían Bullterrier de 8 a 10 de la mañana justo antes de El Oasis, ellos afortunadamente pudieron irse con tiempo y el último día anunciaron que al día siguiente ya estaría el programa en una nueva plataforma. Esa fue la meta que nos fijamos, Bullterrier se fueron los primeros días de marzo, al día siguiente ya teníamos que estar. Así de volada".

Alan y Lng/SHT en el nuevo espacio de 'El Oasis'.

"Es muy sencillo armar una estación de radio", nos dice Zuko sobre los detalles de transmitir a través de internet. "En una computadora tenemos el servidor con la consola, con los vestidos de los programas, todo. Eso también facilita mucho el dar el paso y hacerlo por mi lado. Ahora pongo la música que yo quiero poner, sin un solo minuto de programación de nadie; si quiero repetir una canción lo hago porque me gusta. En el momento no hemos capitalizado esto, primero quisimos echarlo a andar. Lo que nos mueve es que siga habiendo música y al ver la respuesta puedo ver que claro, así tenía que ser."

Con él, muchas otras personas dejaron de escuchar el cuadrante para seguir a El Oasis, algo reconfortante no sólo para el viaje naciente sino para lo que el programa representa. "Había gente escuchándolo y queriendo conocer a las bandas que ahí se tocaban, queriendo saber que ahí podía escuchar tanto ska como metal como cosas que difícilmente se escuchan en otro lugares. Eso hizo que no sea empezar de cero pero nos dedicamos a hacerle ruido y eso generó que tengamos en promedio 1,500 reproducciones por programa. Decidimos seguir en vivo pero ahora también lo hacemos en formato de podcast lo que nos permite ser atemporales, que el contenido de los invitados quede registrada. También debutamos un videoblog que lleva dos ediciones, estamos echándolo a andar para que sea otro espacio que la gente pueda escuchar, y puedan hablar y saber de música, clavarse. Al final creo que esa es la misión por completo. Es padre ver que la gente lo está buscando de cierta forma".

Yoga Fire, Trill House y Fntxy afuera del nuevo Oasis.

Otro suceso que ha marcado y reivindicado de alguna manera la labor de Alan fue ser invitado a conducir el streaming oficial en video del Vive Latino 2017. "Fue súper halagador porque cuando me llamaron, me dijeron que les encantaría que participara como conductor, junto con Golfo, Cuadros y Daniela Galván de Ibero. Cuando estaba morro, de las voces que más me gustaban eran las de Golfo; y Los De La tarde [el nombre del turno vespertino durante los mejores años de Reactor], siempre que regresaba de la universidad a las cinco o seis de la tarde y siempre los escuchaba. A nivel personal sentí que algo se estaba cumpliendo y estuvo súper chingón. Representa mucho para mi porque exactamente hace 10 años fui a mi primer Vive Latino. Fue como justicia poética porque a veces me cuesta creerme las cosas. Trato de no hacerme mucho pedo en la cabeza porque desapareces y listo, eres un ser humano más y ya, y nos tenemos que tomar así. En este VL sí fui yo y salí en la cámara, pero ya que tengo esta oportunidad, diles algo, aporta algo."

"Aportar algo" es tal vez la manera más puntual de hablar de la labor de Alan en los medios mexicanos. Es también un legado que sin importar todo lo que suceda, al contribuir con algo, esto tiende a buscar la manera de perseverar. En un mundo donde el artificio parece dominar cada vez más nuestro día a día, decir algo de sustancia es no solo necesario, sino completamente refrescante.

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