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Un paletero inmigrante en Chicago recaba miles de dólares

Don Fidencio Sánchez, de 89 años, tiene más de 30 años en EEUU. Hace dos década trabaja vendiendo paletas y gracias a la ayuda de un desconocido ha recabado en línea más de $300,000 dólares.

Don Fidencio Sánchez y su esposa Eladia tiene más de 30 años en Estados Unidos. Ella cruzó el Río Bravo, por el Paso, Texas en 1980, y gracias a la amnistía de Ronald Reagan en 1986, pudo reunir a su familia en Estados Unidos.

La historia de ambos es la de miles de mexicanos luchando por una mejor vida y a pesar de los esfuerzos de Trump –y sus seguidores– por quebrar las estructuras de hermandad entre personas de distintos orígenes, hay muchos que hacen oídos sordos y ayudan sin ver a quién.

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El jueves pasado Joel Cervantes Macías, se topó a Don Fidencio en la calle 26 del barrio La Villita de Chicago, Illinois, empujando un carrito de paletas, su trabajo hace 23 años. Cervantes se acercó al anciano, le compró 20 paletas, le dio $50 dólares y se despidió con una bendición. Subió a su Facebook una foto del momento y ésta se hizo viral –milagros facebookeros–, entonces, su amigo Joe Loera le aconsejó hacer una campaña de crowfunding (recaudación) en la página gofundme. La iniciativa ha sido tan exitosa que del sábado pasado –día en que inicio la campaña– a hoy, se han recabado más de $330,000 dólares… y la cantidad sigue aumentando.

fidencio crowfunding

La historia detrás del encuentro de Don Fidencio y Cervantes ha sido conocida gracias a la gran atención que han puesto los medios en la pareja de octogenarios. Según la información publicada por Notimex, la pareja se ha vuelto tan popular que la Paletería Poncho, propiedad de Gustavo Pedraza, se ha visto rodeada de curiosos.

En un reportaje publicado por el Chicago Tribune, Cervantes contó: "Después de haber publicado la historia en Facebook, las personas comenzaron a mandarme mensajes privados diciendo cosas como: 'Yo conozco a ese señor, lo he visto por la zona'. Debí haberlo supuesto si se dedica a vender alrededor de la calle 26, y si a mi me conmovió, debe conmover a otros que lo han visto".

El domingo pasado Cervantes buscó a Don Fidencio en la iglesia a donde asiste regularmente y le dio las buena noticias sobre la recaudación, en ese momento alcanzaba los $3,000 dólares. Y gracias a ese encuentro Cervantes pudo relatar el reciente fallecimiento de la hija los Sánchez y así comenzaron a crecer las donaciones.

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El pasado 23 de julio la vida de esta pareja de inmigrantes, originaria de Tepalcingo, Morelos, dio un vuelco dramático al fallecer su hija única, la cuál era la persona que los mantenía y cuidaba. La muerte los dejó sin amparo y con dos nietos de los cuales hacerse cargo. Eladia en una entrevista con Telemundo mencionó: "Nosotros sentíamos que era nuestra madre, no nuestra hija".

Sin más opción, Don Fidencio decidió seguir trabajando con el "fin de pagar sus cuentas", según le relató a la CBS. Para reunir la cantidad de dinero que se ha juntado hasta ahora, gracias a la campaña de Cervantes, Don Fidencio tendría que vender 220,000 paletas heladas a su precio normal, es decir $1.50 dólares cada una. En un muy buen día gana $60 dólares, es decir que requeriría casi 15 años de buenas racha para lograr esas ventas.

'Estamos tratando de recaudar dinero para ayudarlo como sea posible. Lo que sea sirve. Cooperemos todos y hagamos su vida un poco más fácil y más brillantes su días', menciona Cervantes en el texto que invita a las personas a cooperar.

La familia ha declarado a varios medios que se siente agradecida y con el dinero comprará mejor ropa y mejorarán la situación de su vivienda. Y también donarán algo de dinero a personas necesitadas, e incluso a su iglesia.

La nieta de Don Fidencio, Dulce Pérez agradeció a nombre de su abuelo las donaciones por medio del Chicago Tribune: "Estamos muy agradecido con el hombre que hizo esto…".

Ahora Don Fidencio podría evitar los rayos del sol –o el gélido invierno por venir–, las jornadas largas empujando un carrito paletero y tocando las campanas para avisar que se acerca, gracias a miles de personas que se han unido sin conocerlo para donarle dinero y ayudar a su familia. El hombre de 89 años podría retirarse, pero él se rehusa a hacerlo del todo y quiere seguir saliendo a la calle de vez en cuando para mantenerse activo.