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Así es como Wes Anderson construyó el increíble mundo de 'Isle of Dogs'

"Tuvimos que diseñar cada pequeña pieza de basura de la isla".
Captura de pantalla vía YouTube.

La última película de Wes Anderson, Isle of Dogs, es una carta de amor al cine japonés y al mejor amigo del hombre. También es un coloso del stop-motion enormemente ambicioso que requirió que 2,200 títeres y 250 sets en miniatura cobraran vida. Un nuevo featurette, que se estrena en exclusiva abajo, documenta el gigantesco esfuerzo artístico que requirió el diseño de producción de la película. Un ejemplo: el equipo hizo 150 modelos a escala de rascacielos para crear un pintoresco paisaje urbano que Anderson solo utilizó para dos tomas, según el productor Jeremy Dawson.

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Hay dos mundos impresionantes entre los cientos de sets creados para Isle of Dogs. La ciudad de Megasaki está llena de una fantástica arquitectura japonesa digna de una película de Hayao Miyazaki, mientras que la tierra yerma de la Isla de la Basura evoca los westerns samuráis de Akira Kurosawa. Anderson claramente se reafirma a sí mismo en detalles como la tecnología de comunicación retro de la metrópolis urbana y la basura meticulosamente organizada que exploran los perros mencionados en el título. "En parte es papel blanco brillante. En parte automóviles oxidados. También pantallas de televisión", dijo el director de fotografía Tristan Oliver. Toda la basura está organizada, al típico estilo de Anderson, como si fueran diferentes tipos de piezas en un juego de Meccano.

Imagen cortesía de Fox Searchlight Pictures.

El director de Fantastic Mr. Fox y Grand Budapest Hotel es conocido por su distintivo estilo cinematográfico, y Isle of Dogs ha recibido críticas muy positivas por su mérito artístico. Pero la película ha despertado cierta controversia por el tratamiento que Anderson le da a la cultura japonesa y por su elenco mayoritariamente blanco. La película también ha estimulado una vieja teoría de conspiración que dice que de hecho Anderson odia a los perros, agravada por el hecho de que él no tiene uno. En cambio, tiene una cabra pigmea a la que llama su mejor amiga.

Sin embargo, Isle of Dogs lleva la animación stop-motion a nuevas alturas emocionantes y ambiciosas, y este detrás de cámaras de cómo se hizo la película deja muy claro lo impresionante que es la habilidad artística de Anderson.

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