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No es tan malo ser hijo único

Seguramente has escuchado alguna versión de lo que se conoce como "síndrome del hijo único": supuestamente, cuando niños, los hijos únicos reciben tanta atención de sus padres que se convierten en adultos detestables. ¿Pero qué tan cierto es esto?
Foto por el usuario de Flickr Michael Bentley

Seguramente has escuchado alguna versión de lo que se conoce como "síndrome del hijo único": supuestamente, cuando niños, los hijos únicos reciben tanta atención de sus padres que se convierten en adultos detestables. De acuerdo con este trillado estereotipo, Angélica, la mimada niña de tres años de Rugrats creció para convertirse en una especie de megalómana que intenta llamar la atención.

Otra versión de esta teoría viene de China, donde, si naciste bajo la ley de un solo hijo, aparentemente eres parte de una generación de niños egocéntricos llamados "pequeños emperadores".

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Por un lado, reducir todo el perfil sicológico de alguien a un factor tan sencillo como éste parece ser algo sobresimplificado. Sin embargo, hay cosas aparentemente insignificantes, como el número de palabras que escuchas antes de los tres años, que pueden afectar el tipo de persona en que te convertirás; entonces claro que ser hijo único podría hacerte algo, ¿no?

Para separar el hecho de la ficción contactamos a algunos expertos en hijos únicos. La doctora Toni Falbo de la Universidad de Texas es una de las investigadoras líder a nivel mundial en hijos únicos. El doctor Carl Pickhardt es un terapeuta que pasó años aconsejando familias, incluyendo a aquellas con hijos únicos, y luego escribió algunos libros sobre lo que aprendió.

VICE: Empecemos desde el principio. ¿Los papás de hijos únicos son diferentes a los demás?
Carl Pickhardt: Este hijo único es el primero y último que tendrán y es su única oportunidad de ser padres, así que querrán hacerlo bien. Ésta es una familia que está haciendo un gran esfuerzo para darle lo mejor a su hijo, quien, a la vez —debido al apego a sus padres—, en realidad quiere complacerlos, así que en términos generales es una situación familiar un poco estresante.

Toni Falbo: En muchas familias de hijos únicos los padres no están muy interesados en él y podría ser que éste fuera una especie de accidente. O también en algunas culturas debes tener un hijo para afirmar que estás casado. Así que mandan al hijo a estudiar en el extranjero o simplemente no están realmente comprometidos con él. Por consiguiente, estos niños sufren otros problemas.

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¿Y estos papás son diferentes a otros papás que ignoran a sus hijos?
Falbo: Uno no siempre puede estar alerta de todo. Así que algunos niños tal vez se salgan con la suya porque los papás simplemente no saben lo que está pasando.

Pero los hijos únicos sí tienen más atención de sus papás que otros niños, ¿no?
Pickhardt: El hijo único recibe toda la crianza social, emocional y material —así como toda la atención— que sus papás pueden darle. Por un lado esto significa que los niños no tienen que compartir todo esto con alguien más, pero también que deben absorberlo todo.

Y tu investigación mostró que de cierta forma esto es bueno, ¿no? ¿Acaso estos niños tienen una mejor autoestima?
Falbo: No quiero decir que tengan muy alta autoestima, pero estadísticamente la tienen un poco más alta que los demás, pero esto podría ser sólo uno de cada veinte, así que no es una gran diferencia. Es lo suficiente como para ser estadísticamente importante. Y claro que habrá variedad: habrá personas con baja autoestima y personas con muy alta autoestima. Así que simplemente estamos viendo un promedio.

¿Pero esto significa que se creen superiores?
Pickhardt: Suelen ser muy seguros de sí mismos porque se llevan bien con los adultos. Lo que pasa es que suelen estar más cómodos al lidiar con autoridades adultas y al defenderse frente a ellos debido a que en cierta forma se ponen al mismo nivel.

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¿Cómo sabemos que están cómodos entre adultos?
Falbo: Hay mucha información anecdótica sobre esto. Los maestros que tienen hijos únicos como alumnos dicen que éstos se sienten muy cómodos al interactuar con su maestro, mientras que quienes vienen de una familia más grande o son de los más pequeños no se concentran mucho en lo que el maestro dice.

Ya que hablan con adultos, ¿aprenden groserías antes?
Falbo: No lo sé [risas]. Eso no lo he investigado. Deberías preguntar en internet y ver qué dice la gente. ¡Cuéntame lo que encuentres!

Todo esto suena muy bien, ¿pero acaso hay alguna desventaja?
Pickhardt: La desventaja es que pueden ser muy duros consigo mismos, ya que cuando se dicen: "Estoy en esta familia. Soy igual a mis padres", lo que hacen a veces es aplicar estándares igualitarios y dicen: "A mí me puede ir tan bien como a mis padres" y se exigen demasiado. Si tienes sólo un hijo, en términos generales no tienes que impulsarlo mucho, ya que ellos se impulsarán demasiado a sí mismos.

¿Y eso cómo puede lastimarlos?
Pickhardt: Pueden ser bastante críticos cuando no les va tan bien como quisieran. Son mucho de tomar sus propias decisiones. En general soy muy necios porque están acostumbrados a ver por sus propios intereses. Pueden ser extremadamente posesivos. Están muy seguros de sus valores y pueden sentir que siempre saben qué es lo correcto. En relaciones adultas a menudo no saben qué hacer en un conflicto, ya que no han tenido mucha experiencia con ellos.

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La gente dice que son materialistas porque sus papás pueden comprarles más cosas.
Pickhardt: Las posesiones pueden volverse muy importantes ya que a veces les toman cierto cariño. Estos niños no tienen hermanos con quienes encariñarse, por lo que las cosas se vuelven más importantes para ellos.

Falbo: Esto podría ser un problema para algunos, pero no necesariamente es característico de los hijos únicos, ¿sabes? Hay hijos únicos que como siempre tuvieron todo lo que quisieron —o todo lo que sus papás pensaron que necesitaban— en realidad no se sienten amenazados de que alguien se los vaya a quitar. Así que tal vez sus cosas no les importen tanto.


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¿Y qué hay del estereotipo de que siempre se salen con la suya?
Pickhardt: Fíjate bien y verás que el líder de un grupito de niños casi siempre es el hijo único. La razón es que el niño no quiere estar atado, no quiere que su desempeño esté determinado por los otros. Prefiere liderar el grupo para que todos tengan un buen grado de desempeño.

Pero de nuevo, de acuerdo con tu investigación, éstos son mejores en la escuela que los niños con hermanos, ¿no?
Falbo: La diferencia de desempeño se vuelve más obvia cuando crecen. Creo que eso se debe a que si tienes sólo un hijo puedes pagarle una buena escuela y cosas por el estilo. Mientras que si tienes seis o siete, simplemente no tienes tanto dinero, por lo que éstos no tendrán una educación tan buena. Esto no significa que no tengan educación alguna; simplemente en promedio su educación no es tan buena.

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¿Y eso aparece cuando empiezan a trabajar?
Pickhardt: Si soy hijo único tal vez me sea más difícil compartir, cooperar, comprometerme y hacer concesiones, al menos hasta que me acostumbre. Estoy acostumbrado a tener la autoridad y a controlar mi propio desempeño y cuando tengo que cambiar, cuando mi desempeño depende del trabajo en equipo, entonces tengo que empezar a desarrollar algunas habilidades que tal vez no tenía antes pero que bien puedo adquirir.

¿Pero también tienen ventajas, no? Por eso de que estadísticamente les va mejor en la escuela…
Falbo: Una vez que empiezas a tener éxito empiezas a estar en grupos de mejor desempeño porque eres más cooperativo, atento, sigues instrucciones y todo ese tipo de cosas.

¿Alguien ha estudiado su capacidad de hacer amigos?
Pickhardt: En realidad no suelen ser muy sociales. En general no andan en grupos de muchos niños. Más bien están interesados en pocos amigos cercanos. Y parte de eso es para tener la intimidad que tenían con sus padres. Pero también están intentando crear una especie de cariño fraternal para poder tener ese tipo de cercanía.

¿Y las cifras respaldan esta idea de que no andan buscando amigos?
Falbo: En los cincuenta había teorías sobre "necesidades": "necesidad de desempeño", "necesidad de hostilidad" y luego la "necesidad de pertenencia", que significa que sientes que debes salir y conocer gente. Su "necesidad de pertenencia" era un poco más baja, aunque no decían sentirse solos.

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¿Y en esa encuesta les preguntaban cuántos amigos tenían?
Falbo: Las cifras de los hijos únicos eran casi iguales a las de los demás. Así que al parecer los hijos únicos no tienen tanta necesidad de estar con otros y tampoco se sienten solitarios.

¿Les es más difícil involucrarse en relaciones amorosas?
Pickhardt: Hacen lo que cualquier niño hace: tienen que ver cómo encaja su formación en las exigencias de una relación y en general la persona en cuestión piensa: "Bueno, esto tal vez funcionaba cuando era niño, pero parece que ahora ya no", y entonces hacen algunos cambios y aprenden cómo comportarse.

Pero mi pregunta es si son malos en las relaciones. Después de todo, hay demasiados artículos sobre andar con un hijo único vs. andar con alguien con hermanos.
Falbo: A veces la gente usa eso de los hijos únicos como excusa, por lo que si están muy nerviosos por algo o si los regañan ellos dicen: "Bueno, es que soy hijo único. ¿Qué esperabas?" Entonces creo que se vuelve en su forma de excusarse para salirse con la suya. Ya sabes, "Así me criaron", bla, bla, bla.

Y si alguien saca esta excusa cuando adulto, ¿entonces qué pasa?
Falbo: He conocido a mucha gente casada que ha dicho: "Ay, no puedo hacer tal cosa. Es que soy hijo único". Entonces yo les digo: "¡No dejen que se salgan con la suya! Simplemente digan que no. Ya no son niños. Ya ni siquiera viven con sus padres".

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