Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:Muchos decían que la Fórmula E no era nada divertida, que no podía llegar a ser tan emocionante como la Fórmula 1 y que los motores eléctricos se podían ir a tomar viento. Espero que todos vieran la última carrera del Mundial de la Fórmula E: fue de las más emocionantes y ajustadas que se haya visto en un circuito de velocidad.Los protagonistas eran Lucas di Grassi y Sebastian Buemi. El brasileño llegaba a la última carrera como líder, pero solo por 3 puntos; como la Fórmula E premia a quien consigue la pole position con 3 puntos, y como en Londres el suizo consiguió ser el más rápido en las clasificatorias, ambos empezaron la carrera empatados.
Publicidad
Di Grassi llegó a la primera curva más rápido que su rival, pero en vez de girar, fue directo contra Buemi. No podemos decir que fuese a propósito —hey, Michael—, pero el brasileño sabía que si ninguno de los dos puntuaba el campeonato sería para él por haber ganado más carreras.La única opción que tenía el suizo era volver al paddock, cambiar de coche y intentar conseguir la vuelta rápida; en la Fórmula E se premia con dos puntos a quien la consiga. Y así fue: Buemi hizo la vuelta más rápida por solo 0.05 segundos y se proclamó campeón del mundo.Di Grassi se fue a casa con el sabor amargo de no poder ganar ni con las artes más oscuras. Al menos, siempre será recordado por esto:di Grassi and Buemi's crash is better with the Titanic music pic.twitter.com/pERbAdoIxp
— Sam Holloway (@Sam_F1_LFC) July 3, 2016
Sus nietos podrán ir al cole y amenazar al matón que les quiera robar el desayuno con el vídeo de su padre llevándose su rival por delante.Slowmotion del desastre de Di Grassi en la curva 1 y cómo se llevó a Buemi. #FormulaExFOX (vía @theballisround) pic.twitter.com/JsAnaxdeXU
— Enrico Tornello (@EnricoTornello) July 3, 2016