Cuando se publicó, el vídeo del intercambio entre Williams, coronel de la Real Fuerza Aérea canadiense, y el detective sargento Jim Smyth, de la Policía Provincial de Ontario, sobrecogió al público canadiense y del resto del mundo, no solo por su contenido, sino por la figura que representaba Williams: el comandante de una de las mayores bases aéreas de Canadá, un oficial de alto rango muy respetado por sus compañeros.Williams había llevado a importantes personalidades en avión, entre ellas la Reina de Inglaterra, el Gobernador General de Canadá y al menos un primer ministro. Creció en una casa acomodada del barrio de Scarborough, en las afueras de Toronto, y acabó siendo prefecto de la exclusiva Upper Canada College. Poco después de graduarse de la Universidad de Toronto, se alistó en las fuerzas aéreas canadienses, donde sirvió durante 23 años, siendo considerado por todos como un oficial ejemplar.Williams había llevado a importantes personalidades en avión, entre ellas la Reina de Inglaterra, el Gobernador General de Canadá y al menos un primer ministro. Creció en una casa acomodada del barrio de Scarborough, en las afueras de Toronto, y acabó siendo prefecto de la exclusiva Upper Canada College
Según los psicólogos forenses con los que contactó VICE, pese a su violencia y perversión, Williams no era un psicópata. Era algo peor aun: un hombre con importantes desviaciones sexuales y una absoluta falta de empatía hacia sus víctimas que era capaz de controlar sus impulsos para evitar ser detectado. A diferencia de los psicópatas, cuya falta de autocontrol facilita relativamente su captura a la policía, Williams actuaba con claridad de mente y discreción cuando era necesario."Eso es lo que hace que sea tan difícil detectar a un tipo como él", señaló Liam Ennis, psicólogo forense de la Universidad de Alberta. "Su desviación sexual es como una olla exprés, pero su lóbulo frontal funciona lo suficientemente bien como para permitirle pulsar el botón de pausa".¿Cómo pudo una persona con un perfil público como el suyo llevar esa doble vida durante tanto tiempo?
A diferencia de los psicópatas, cuya falta de autocontrol facilita relativamente su captura a la policía, Williams actuaba con claridad de mente y discreción cuando era necesario
Con los años, este comportamiento acabaría convirtiéndose en un patrón. Williams entraba en casas y robaba prendas íntimas —a veces de niñas de tan solo nueve años— con las que se vestía y masturbaba. Morrison señalaba que "Williams primero fotografiaba el dormitorio de la víctima y luego la ropa interior. A continuación, disponía las prendas meticulosamente sobre la cama o en el suelo y luego se las ponía y se masturbaba"."Otro de sus rituales consistía en dar la espalda a la cámara y mirar hacia atrás por encima del hombro. También había muchos primeros planos de su pene sobresaliendo de la ropa interior femenina", dijo Morrison.Otras veces dejaba mensajes a las chicas en su propia habitación, como el "Merci" que escribió en el ordenador de una preadolescente.En uno de los asaltos, Williams se hizo una foto "desnudo, tumbado en la cama, masturbándose con unas medias rojas que se cree que pertenecían a la hija de 12 años de sus vecinos
La policía acabó encontrando miles de fotografías que Williams había ido reuniendo. En algunas de ellas, aparecía posando con la ropa interior como si fuera un modelo; en otras, se le veía masturbándose en la cama de las jóvenes."Había fotos en las que aparecía rodeado de muñecos de peluche y braguitas de niña, o vestido con saltos de cama o camisolas. En todas ellas su expresión era severa, como si estuviera pasando revista", señalaba la noticia en el Star."Había muchos primeros planos de su pene sobresaliendo de la ropa interior femenina" — Robert Morrison, fiscal
Durkin, que por aquel entonces trabajaba para la cadena de radio CJBQ 800 AM, asegura que aunque todo el mundo tenía muy presentes los allanamientos, nadie sabía cómo acabaría aquello."En los medios ya se había hablado de ello, pero obviamente nadie lo había relacionado con el máximo responsable de la mayor base aérea de Canadá", afirma. "En aquel momento no se trataba más que de una serie de allanamientos".Sin embargo, poco a poco Williams se iba mostrando cada vez más activo. En julio de 2009, estuvo esperando oculto frente a la casa de unos vecinos de Tweed a que una joven entrara en la ducha. Aproximadamente a las 01:30 de la madrugada, Williams se desnudó, entró en la casa, se dirigió al dormitorio de la mujer y robó parte de su ropa interior. En otra ocasión, se escondió frente a la ventana del cuarto de una adolescente para espiarla desnudo mientras se masturbaba.Los rumores se habían extendido entre los vecinos de la zona, generando un ambiente de nerviosismo
En septiembre, según él mismo relató a la policía, Williams quería más estímulos, más riesgo. Así, el 17 de septiembre a la una de la madrugada, vestido completamente de negro y con la cara cubierta, Williams entró en casa de una mujer de 21 años, cerca de Tweeds, mientras dormía.La despertó de un golpe en la cabeza y rápidamente la sometió. Tras golpearla varias veces más, le ató las manos y le cubrió la cara con una funda de almohada. La mujer explicó a los investigadores que Williams le apartó el top que llevaba, le acarició los pechos y la fotografió desnuda. Luego cogió varias prendas de ropa interior y una manta de bebé y huyó."En los medios ya se había hablado de ello, pero obviamente nadie lo había relacionado con el máximo responsable de la mayor base aérea de Canadá" —Tim Durkin, periodista
Menos de dos semanas después, el 30 de septiembre, Williams volvió a actuar. Esta vez la víctima fue una mujer de Tweed de 46 años y madre de tres hijos. Williams entró en su casa mientras ella dormía en el sofá y empezó a golpearla y luego la inmovilizó con una manta, la ató, le vendó los ojos y la tuvo bajo su control durante tres horas y media.Durante ese tiempo, Williams le manoseó los pechos y le hizo fotos. Llegó incluso a sacar un cuchillo con el que le rasgó la ropa. Finalmente, tras hacerle varias fotografías más, se marchó a su casita de campo, al otro lado de la calle. Aquella fue la tercera y última vez que Williams irrumpió en esa casa.En septiembre, según él mismo relató a la policía, Williams quería más estímulos, más riesgo
Tras haber asesinado a Comeau, William lo limpió todo y se fue a una reunión en Ottawa. Aquello debió de satisfacer temporalmente a Williams, ya que después de aquello pasó casi dos meses sin actuar.El 27 de enero de 2010, Williams pasó en coche junto a la casa de Jessica Lloyd, de 27 años, mientras la joven hacía ejercicio en una cinta. En su declaración, Williams explicó a Smyth que la mujer le pareció "mona", lo que le impulsó a entrar en su casa la noche siguiente, mientras esta dormía. Una vez más se repitió la historia: Williams golpeó y ató a Lloyd, le tapó los ojos con cinta adhesiva, preparó una cámara de vídeo y la violó varias veces durante horas, parando de vez en cuando para hacer fotos.Tras pasar media hora oculto en el sótano de Comeau, la atacó con una linterna, la dejó inconsciente, la ató y amordazó, le hizo varias fotos y la llevó a rastras hasta su dormitorio. Allí puso una cámara a grabar y la violó repetidas veces
Aquello ocurrió un viernes. Esa misma tarde, Williams acudió a la base, realizó los vuelos que tenía programados al día siguiente y pasó el resto del fin de semana en su casa de Ottawa, con su mujer. El martes siguiente (2 de febrero), Williams regresó a Tweed y, cerca de la medianoche, se deshizo del cadáver de Lloyd en una zona boscosa cercana.La desaparición de Lloyd no pasó en absoluto desapercibida. Era una chica muy popular y su familia muy conocida en la zona. Durkin la describió como "una chica normal y corriente". En unas declaraciones para VICE, el mismo periodista dijo: "Mucha gente vivía con miedo, sobre todo quienes vivían solas o en casas aisladas. Se respiraba una sensación constante de miedo".Al salir de la casa, la golpeó en la cabeza y la estranguló. Luego envolvió el cadáver en una manta y lo dejó en el garaje
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La policía provincial de Ontario, que había iniciado las investigaciones, halló marcas de neumático y huellas de calzado cerca de la casa de Lloyd. La tarde del martes, 4 de febrero, bloquearon los accesos de la autopista 37, que conecta Belleville con Tweed. Pararon a todo vehículo que tomara esa ruta e inspeccionaron sus neumáticos tratando de hallar coincidencias.
Tras poner varios documentos en la mesa frente a Williams, el detective le dice que se están llevando a cabo registros en sus casas de Tweed y Ottawa y que su vehículo ha sido requisado
Desconcertado, solo acertaba a asentir con la cabeza, coger las fotos, volverlas a dejar en la mesa, suspirar, cruzarse de brazos y permanecer en silencio. Durante más de una hora y media, Smyth se esfuerza por convencer a Williams, muy calmadamente, e incluso se diría que con delicadeza, de que todo ha terminado y es momento de que ayude a la policía a encontrar el cadáver de Jessica.A lo largo de todo el interrogatorio, hay una constante en Williams: su mujer y su voluntad de que la investigación tenga el menor impacto posible en ella.A lo largo de todo el interrogatorio, hay una constante en Williams: su mujer y su voluntad de que la investigación tenga el menor impacto posible en ella
Olver sospecha que el primer allanamiento de Williams, en septiembre de 2007, no fue la primera vez que el hombre cedía a sus parafilias. "Quizá haya estado robando prendas a amigos y conocidos, o en tiendas. Puede que tuviera fantasías de bondage y cosas así, o mostrarse agresivo con sus parejas durante las relaciones sexuales pero su comportamiento tampoco trascendiera. Pero con el tiempo, estas fantasías y el consentimiento de sus parejas dejan de ser suficientes y la agresividad va a más", señala.(Olver también aclaró que tener fantasías sadomasoquistas no es en sí mismo un síntoma de que se sufre una parafilia, sino que puede ser una forma saludable de expresión sexual entre personas, siempre que haya consentimiento)."No es que alguien se levante por la mañana y piense, ¿Sabes qué? Hoy me voy a convertir en un sádico sexual y voy a agredir, torturar y asesinar a una compañera" — Mark Olver, profesor de Psicología
Según Ennis, las personas como Williams son capaces de modular su conducta de forma que no llamen la atención de las autoridades. Pueden contenerse y esperar una ocasión más oportuna en función del equilibrio entre su impulso sexual y su autocontrol. En este caso, el primero acaba superando al último y obliga a Williams a actuar de forma incauta".Han pasado siete años desde la detención de Russell Williams y tanto las Fuerzas Armadas Canadienses como los habitantes de la región de Tweed-Belleville han intentado pasar página respecto a este asunto. Williams ha sido relevado con deshonor de sus obligaciones militares, despojado de su rango, sus medallas, uniformes y estatus de oficial. El vehículo que utilizó para secuestrar a Jessica Lloyd ha sido desguazado. Sin embargo, Williams continuará recibiendo una pensión.En Belleville, Tim Durkin nos aseguró que la población sigue mostrando un gran respeto por el ejército, y que si bien el caso de Williams conmocionó a toda la localidad, "la gente intenta pasar página. Sin embargo, los que se han visto directamente afectados por el caso nunca van a poder pasar página. No creo que esta comunidad pueda volver a ser la que era antes, pero a la vez creo que son gente muy fuerte y con un gran aguante".Sigue a Patrick en Twitter.Olver sospecha que el primer allanamiento de Williams, en septiembre de 2007, no fue la primera vez que el hombre cedía a sus parafilias