La música hay que etiquetarla si corresponde a algún estado mental del artista. Es recurrente que se usen etiquetas para colocar objetos dentro de una categoría, y eso no ayuda mucho para abrazar un lenguaje tan complejo que va cayendo en hibridaciones constantes y continuas.En toda pieza musical hay una curiosidad intelectual. Puede estar compuesta de un orden, ser una armonía, una simetría propia, o incluso también puede existir cabida para lo amorfo. El acto de creación musical se trata de expresar una idea con un valor expandido que se va delimitando hasta lograr un tipo de actitud y un estado mental de quien ejecuta. Esa fue la reflexión a la que llegué cuando trate de entender qué sucede musicalmente en un proyecto como Las Nadas.
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Los sonidos de este proyecto musical se repiten una y otra vez, existen bucles sobre los cuales se improvisa, haciéndolo cada vez más limitado, más minimalista, preparando así a quien escucha para recibir unas letras bien pensadas, que sobre un ritmo que se va convirtiendo en un trance, adquieren el poder de resaltar la potencia del mensaje.
La sensación del rap la aprendí de otros y aprendí que el hip hop es una impresión de la vida, no es una forma de acercarse a una etiqueta,
Cuenta Berenjena, la mente detrás de Las Nadas, que en sus letras busca hablar de experiencias cercanas que aunque narrativamente se asocien a manifestaciones explícitas de temas "importantes" para la sociedad, precisamente no lo son. Cada cosa que se hace en este proyecto tiene como objetivo alimentar el trance propio y exteriorizar pensamientos y vivencias. El último objetivo es dirigirse a un público ubicado socialmente en una moral puntual o establecida que apruebe sus propios pensamientos o deseos. Por lo general, Las Nadas evitan narrar temas que no han experimentado de manera cercana o que no hagan parte de una escena mental que les permita jugar con la fonética, una ventaja que resalta de los sonidos del rap.Las Nadas: un proyecto de la ciudad de Medellín que se inspira en la indignación que genera habitar y experimentar el mundo. Un proyecto de Berenjena que desemboca en lo que él mismo denomina: un hip hop barroco transmitido por midi, letras punzantes y composiciones que son una diatriba tras otra. Cantos a los hipsters, a los hijos de puta, a los pederastas, a los ñoños y a los artistas. Un abanico de temáticas por disfrutar a manos de este proyecto.
*** Para estar atentos de Los Nadas entren por aquí y al El Suiche lo encuentran por aquí.
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