‘Twin Peaks’ contra ‘Los Gemelos Peaks’

Para entender este artículo tenemos que remontarnos al 24 de febrero de 2014, cuando aún no había visto Twin Peaks, ninguna de las dos temporadas. Por aquel entonces se anunció que se rodaría una nueva temporada de la serie y en todas partes la peña hablaba sobre ella y me sentía totalmente desplazado de la realidad —joder, en el siglo XXI todo el mundo ha visto Twin Peaks, incluso los bebés—. Por eso mismo, decidí escribir un artículo en el que me inventaba por completo el argumento y los personajes de la serie para poder convencerme a mí mismo de que la había visto y sentirme en paz conmigo mismo y poder vivir con total tranquilidad, sin sentir vergüenza.

(A estas alturas, si tenéis tiempo, sería interesante que os leyerais el artículo en el que me invento Twin Peaks, no es excesivamente largo. Os pongo de nuevo en enlace para vuestra comodidad).

Ahora las cosas han cambiado porque hará menos de medio año decidí hacer los deberes y verme todos los capítulos de las dos temporadas de la serie. 2017 era el año en el que se estrenaba la nueva temporada y quería evitarme más problemas. Ahora era de los vuestros.

No decidí verla por "ponerme al día" y llegar fresco a la nueva temporada, la vi por un dilema moral. La vi porque me hacía sentir mal no haber visto "la mejor serie del siglo XX" pero también porque, después de haber escrito ese artículo en el que me inventaba la primera y la segunda temporada de Twin Peaks necesitaba saber LA VERDAD.

La humanidad lleva eones buscando la verdad y es algo tremendamente imposible. El estar dentro de un cuerpo humano y ser víctimas de la percepción y el lenguaje hacen que rozar la verdad sea solo un sueño. Pero yo tenía la posibilidad de encontrarla, de abrazarla. Podía comparar mi Twin Peaks imaginado con el Twin Peaks real. Podía comparar la verdadera serie con todos esos pensamientos que generé a través de sensaciones, especulaciones e intuiciones que se desplegaron como abanicos dentro de mi psique. Y, amigos, se hizo la magia.

Extrañamente encontré muchos puntos en común con mis cavilaciones. Cuando digo muchos, me refiero a MUCHOS. No son tramas exactas ni diálogos calcados, evidentemente, pero hay detalles, ideas y sensaciones que coinciden extrañamente con el modelo original. Y eso es algo que, joder, da un poco de miedo. Es como si todo estuviera conectado y aceptar esta posibilidad me genera felicidad pero, a la par, un miedo atroz. ¿Cómo pude saber todas esas mierdas? ¿Fue por imágenes o comentarios que inevitablemente se colaron a través del filtro de protección hacia la serie que me generé durante todos estos años como mecanismo de defensa contra spoilers?

Porque la verdad es que siempre había querido mantener una ignorancia total hacia la serie porque sabía que en algún momento la vería y no quería que nadie me la jodiera. Sabía algunas cosas, como el nombre de la serie ( Twin Peaks) y que trataba el asesinato de una chavala llamada Laura Palmer. Pero poco más. Sabía que había un investigador y un enano pero no sabía nada de lo sobrenatural o extraño, del humor, de la soap opera. Yo pensaba que, simplemente, era un thriller detectivesco y ya está. Evidentemente sabía que Lynch estaba allí y la cosa no podía ser normal, por eso, en mi interpretación, añadí elementos de extrañeza.

Sin más dilación, empecemos a deshilar la realidad para encontrar esos incómodos puntos en común entre lo imaginado y lo real. Al fin y al cabo, supongo que Twin Peaks trata sobre esto.

Eso de arriba es la frase original en el texto del Twin Peaks que me imaginé. Pese a la chorrada de la propuesta inventada, está claro que la serie juega constantemente a una lucha entre dualidades y realidades paralelas. En este caso, todo el tema de los gemelos Peaks que me inventé, creo que nos podría llevar directamente hacia ese parecido entre Laura Palmer y su prima Maddy Ferguson (interpretadas por la misma tipa). O sea, aquí la coincidencia reside en que sí que existen personajes "gemelos" en la serie original. La idea del gemelo está ahí, de la misma forma que tiene sentido que la serie original se llame Twin Peaks, como una forma de mostrar ese doppelgänger de la realidad, esas dos caras de la existencia, el bien y el mal.

Realmente no tenía ni idea de dónde acontecía la serie. Sabía que el pueblo se llamaba Twin Peaks pero no me quedaba claro dónde estaba, en qué estado. Cuando escribí el artículo anterior estaba leyendo bastante los poemas de Raymond Carver, esos en los que describía el paisaje del sitio donde se había ido a vivir con su segunda esposa, durante su etapa de recuperación y tranquilidad alcohólica. Creo que hablaba de alguna parte del estado de Washington, con todas esas descripciones de frondosos bosques y cargados ríos. Esas imágenes me remitían a esos pocos fotogramas nebulosas que había visto de la serie, también con grandes y majestuosos árboles, cascadas y ríos en los que pescar truchas. En fin, el caso es que acerté la localización.

La frase del "estado mental" que cito más arriba me resulta curiosa ya que, realmente, parece que, en la serie, Twin Peaks (el pueblo) sea un sitio extraño para todo aquel forastero que lo visita. Sin duda la gente de ahí habita en una realidad extraña y es en los oscuros bosques donde encontramos la entrada hacia otros mundos, que en el fondo son interpretaciones de la conducta irracional de la mente humana.

El sheriff Harry S. Truman le da un anzuelo de pescar a Dale Cooper antes de que este, supuestamente, se largue de Twin Peaks. Curiosamente, en mi texto, nombro este tipo de anzuelos. ¿Casualidad? No lo creo.

Esta escena como que la robé de ese momento de El Indomable Will Hunting en el que el personaje de Ben Affleck le cuenta al de Matt Damon eso de que la mejor parte del día es cuando lo va a recoger a su casa y desea con todas sus fuerzas que se haya largado de una vez de este maldito pueblo. En fin, lo importante aquí es que decidiera mencionar lo del café, pues no tenía por qué. Como todos sabéis, el café es un elemento recurrente e importante dentro de la serie. Podría haber ignorado decir nada de un puto café en mi invención, pero ahí está; mencionado dos veces. Dos. No es poca cosa.

En el capítulo cuatro de la primera temporada, durante el funeral de Laura Palmer, Bobby Brigs la lía un poco. Es muy típico que en los productos audiovisuales aparezcan funerales y que la gente la líe en ellos, pero no puedo ignorar el hecho de la coincidencia. No menos tengamos una casualidad por un mero hecho de probabilidades. ¿De acuerdo?

Pese a que la frase no tiene nada que ver, sí que hay una frase en Twin Peaks que resulta clave: "fuego camina conmigo". Es innegable que esta actúa como un emblema para la serie. En mi interpretación de la ficción también puse una frase mítica y creo que el hecho de tratar una frase como algo definitorio y necesario para entender la serie no deja de ser algo que podría haber pasado por alto en mi versión de esa serie que se estrenó un 15 de noviembre en la cadena Tele 5.

Siendo Washington, es normal que al inventarme la serie escogiera un negocio relacionado con la madera pero no deja de ser una buena coincidencia que uno de los personajes de mi Twin Peaks inventado curre en una casa de muebles de ocasión y que en la serie real haya una movida muy intensa con una fábrica maderera.

Esta es de las cosas que más me impresionó en este juego de coincidencias. Joder, es que ya es un poco extremo. ¿A santo de qué puse a alguien sin brazo en mi versión? No jodamos, el personaje de Mike/Phillip Michael Gerard (el vendedor de zapatos) tampoco es tan conocido como para que pudiera saber algo en mi burbuja de aislamiento en el que se podían filtrar algunos detalles. Es imposible que me sonara algo de alguien sin un brazo en el Twin Peaks original. Estas coincidencias extrañas y sin sentido son las que me parecen maravillosas y a la vez aterradoras de todo este experimento.

Precisamente, en Twin Peaks (el original), se interpreta que el "enano de Twin Peaks" fue creado a partir del brazo cortado de Mike (el tipo del que hablo arriba), por lo que tanto en la serie real como en mi serie imaginada, la herida del brazo genera vida. En fin, que no es un simple brazo cortado y ya está, ahí pasan cosas jodidas.

Este cambio de género lo podemos ver en el personaje de Denise Bryson (interpretado por David Duchovny) y, de hecho, ¿quién me iba a decir a mí que en la serie original también habría entidades ocupando otros cuerpos (BOB)?

¿Os suena esto? Dale Cooper es suspendido como agente del FBI en la serie original por la liberación inadecuada de Audrey Horne. Vale, el policía bueno inculpado es un clásico pero me veo en la obligación de listar la coincidencia.

El tronco de Margaret Lanterman AKA "Log Lady" puede guardar cierta similitud con ese tal Navarrete convertido en un árbol que propuse en su momento. Ambos son seres conscientes que habitan en un cuerpo de madera. La coincidencia es bastante escalofriante, ¿a santo de qué se me ocurrió esto?

Pese a que hacia el final mi propuesta es un poco desfasada, sí que es cierto que la primera parte de la frase resulta reveladora. En la serie original en la segunda temporada se repiten muchas cosas de la primera, sobre todo en el espejo que crea la prima de Laura Palmar, quien ,al final, también resulta asesinada por BOB, como pasa en la primera temporada con Palmer. De la misma forma James Hurley también siente atracción hacia ella, como sintió anteriormente por Laura. Además, la absurdidad a la que llega a veces la segunda temporada está recalcada por la absurdidad de mi propia propuesta. En ambos casos, la segunda temporada es una LOCURA.

Ahí están el White Lodge y el Black Lodge definidos y cómo colisionan en nuestra realidad.

Twin Peaks habla de estas conexiones con otros mundos, de vínculos irracionales e inexplicables que, a la vez, nos ayudan a entender el mundo. Tomo estas coincidencias entre la serie real y la inventada como parte de esta misma tesis y, propongo en este artículo, que, quizás, este mundo sea más que lo que simplemente veamos frente nosotros. (El tipo se ha vuelto completamente loco).