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Cultură

'Que no cunda el pánico': qué pasa con las maletas sospechosas

Desalojan la estación de Sants de Barcelona por una amenaza de bomba en un tren procedente de París. Este es el protocolo a seguir en un nivel 4 de alarma de atentados terroristas.

Una maleta abandonada dentro de un tren procedente de París obligó el domingo a desalojar la estación de Sants durante una hora. Pasó entre las once y las doce de la noche y durante aquellos minutos se cortó la circulación de cualquier tren. "Cuando pasan hechos como este no importan los retrasos, prima la seguridad de las personas", me explican desde comunicación de RENFE.

El convoy, procedente de París, había llegado hasta Sants habiendo pasado un control previo de la policia francesa. Los gendarmes suelen pasar por los vagones antes de la frontera ojeando a los pasajeros y al equipaje, aunque escasas veces piden la documentación a los viajantes (solo cuando hay alguien o algo que les parece turbio).

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Antes de embarcar a bordo de cualquier tren de largo recorrido las maletas deben ser pasadas por el escáner para ser inspeccionadas, eso sí, siempre que subas en una estación considerada "importante"; en las paradas menos concurridas podría ser más sencillo saltarse el control.

Pero… ¿qué pasa cuando hay una maleta que no es de nadie?

Cuando se detecta una maleta sospechosa se alerta al personal de seguridad y son ellos los encargados de avisar a la policía (en el caso de Cataluña es competencia de los Mossos d'Esquadra). Los artificieros del Tedax inspeccionan el equipaje y deciden qué se debe hacer. Una de las primeras acciones es desalojar la estación, acordonar la zona y parar la circulación de trenes para proteger a la ciudadanía.

Después de diversas comprobaciones detectaron que no había explosivos en el interior de la maleta. Los agentes de desactivación de artefactos no nos pueden explicar su protocolo por razones de seguridad y menos aún en un escenario de nivel de alerta 4 y pero nos dejan el siguiente mensaje: "Es importante que la gente esté pendiente de sus objetos personales y si detectan algún equipaje sospechoso lo comuniquen debidamente al personal de seguridad".

¿Cómo funcionan los escáneres de las maletas?

El artilugio lanza unas ondas que miden la densidad de los objetos. Un procesador otorga un color a cada uno de los elementos dependiendo del material con el que son elaborados.

Por ejemplo los tonos naranjas suelen ser para materiales orgánicos como la comida sólida, el azul para los líquidos, negro para los metales o el gris para la ropa. Los sistemas actuales permiten resaltar ante los ojos del empleado de seguridad cuando hay densidades predefinidas correspondientes a tijeras, munición, explosivos plásticos o armas.

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La identificación no siempre es fiable ya que objetos solapados dentro de una maleta hechos de ciertos materiales pueden llegar a engañar a la maquina y el programa.

Para las drogas, por ejemplo, en principio no existen ni tonos ni formas definidas, son orgánicas y el escáner les otorga los tonos de cualquier material orgánico, por lo que son bastante difíciles de detectar sin que te abran la maleta.

Cuando aparece el propietario del equipaje olvidado

Por suerte, el equipaje inspeccionado en la estación de Sants resultó ser de alguien que se lo había olvidado. Esto suele pasar de vez en cuando, cuando se va en familia y se lleva más de una maleta, nos explican desde RENFE.

La periodista María Algara olvidó su mochila negra de escalador bien cargada de cosas justo en el AVE dirección París en junio del 2015. Entonces el nivel de alerta era inferior al actual.

Cogió el tren en Barcelona y se bajó en Girona. Iba a pasar un fin de semana con sus amigas en el Empordà. Dentro de la maleta estaban todas sus pertenencias para pasar el fin de semana. Cuando llegó a su destino se dio cuenta que su mochila no estaba. En la misma estación de Girona le explicaron que cuando pasaba la frontera y ya entraba en Francia el departamento era otro y no podían enviar un revisor porque no había conexión entre ellos. Una vez llegada a Barcelona llamó a objetos perdidos de París, "No me entendí con la tipa porque mi francés es dramático y ella tampoco estaba muy dispuesta. Lo que hice fue llamar a una amiga mía francesa para que llamase a una amiga suya que vivía en París para que fuese a objetos perdidos de la estación. Allí localizaron la bolsa y la pudieron recoger. Hice el pago de 10 o 12 euros y me la devolvieron intacta: Mis botines, mi maquillaje, mis braguitas… todo. Sinceramente, yo aquella bolsa nunca la hubiese tocado porque pese a ser mía tenía muy mala pinta".

El protocolo ahora, y más después de los últimos atentados que se han producido en Francia, es más estricto que hace apenas un año. Y es que olvidarse una bolsa dentro de un tren puede provocar el desalojo de una estación entera y la evacuación de centenares de personas.