Sin apuro se disfruta más el camino: Una charla con Trementina

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Música

Sin apuro se disfruta más el camino: Una charla con Trementina

Un cogollo de mota llevó a Trementina a firmar con Burger Records y otras historias del futuro cercano y viajero.

Todas las fotos: Carlos Molina.

"Todo lo que ven está en venta o se regala, así que preguntan nomás". Trementina nos abre las puertas de su casa, un espacio alto y barrial que sirvió como refugio para las mejores tocadas y fiestas que han vivido desde ese lejano 2013 en el que decidieron dejar el sur de Valdivia para probar suerte en la capital chilena, entre migrantes, abuelos que se niegan a dejar su infancia, y universitarios que abandonan sus regiones para vivir el sueño de la gran ciudad.

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Las colillas en el suelo, las botellas de vodka barato -pero sabroso- y un par de cajas evidencian el fin de la aventura de Cristóbal, Vane, Lucas y el recién integrado Andrés en Santiago. Los reyes del noise joven chileno por chiripa y destreza, que luego de éxitos inesperados y acertados decidieron tomar la gran decisión que cualquier artista de esta parte del mundo piensa más de una vez: dejar el país, por al menos unos buenos meses, y apostarlo todo en el norte de América, con más de veinte fechas que van desde tocar con Television hasta recorrer México.

Y no van con las manos vacías. Trementina sigue llenando la maleta con un disco -Brilliant Noise (2013)- y una re-edición Almost Reach The Sun (2015)- que los llevó, incluso, hasta Japón luego de que Vinyl Junkie Records los descubriera. Allí llegaron al nicho ruidoso donde firmaron autógrafos y fueron alabados por grandes compositores de openings de animé: el primer paso para agarrar cojones, creerse el cuento y darle con todo a una venidera placa con fecha de estreno para este 24 de marzo bajo el nombre de 810, en la que los artistas fueron capaces de  desmembrarse del concepto banda y a arriesgar nuevos sonidos, formación y desafíos.

Esta conversación es sobre regalar marihuana para romper el hielo y terminar en Burger Records, de cómo su disco suena a hongos en una iglesia, y sobre las aspiraciones que han creado. Cada respuesta fue dada con ojitos brillantes llenos de ilusión, impacientes por tocar con los marcianos.

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Noisey: Han pasado casi cinco años desde que llegaron a Santiago de Valdivia para poder dedicarse a la música ¿cómo ha sido el crecimiento de Trementina en este recorrido?
Lucas: La banda es donde nos hemos ido desarrollando como músicos, como personas. Con Cristóbal tuvimos una banda y Vane igual hizo de las suyas por su cuenta, pero aquí fue que crecimos musicalmente.

Vane: Hemos aprendido a crear, a aterrizar las ideas, cómo se hace ese traspaso de cosas técnicas a ideas abstractas. Es un proceso de crecimiento creativo, personal. Aprendimos a gestionarnos. Es muy extraño venir de algo muy chico e ir saliendo. Cuando fuimos a Japón -en el 2014- y nos encontramos con esta industria mega profesional que te volaba la cabeza, nos dimos cuenta de la situación.

Cristóbal: Hemos ido subiendo de nivel todo el tiempo porque hemos ido creciendo, madurando. No estamos como hace dos años, eso se refleja en la música también.

¿Cuáles han sido las satisfacciones y los momentos más difíciles de ser Trementina?
L: Lo difícil fue vivir juntos porque no lo habíamos hecho nunca: hubo roces, pero esas son la situaciones que te hacen afirmarte como banda y como persona. Hay que ir superando eso y los lazos se tornan fuertes. Eso es lo difícil pero también fue bueno.

C: Lo más gratificante fue cuando firmamos con Burger Records porque fue como un premio, algo que queríamos y planeamos un poco y resultó mejor de lo que creíamos.
Hemos tenido hitos que han ido marcando la evolución de la banda. Subir cosas a Internet, llegar a Japón. Ahora vamos a las ligas mayores por decirlo así.

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Ustedes empezaron en la música como banda de manera medio improvisada, medio en juego, y de pronto el camino fue brillante ¿Creen que marcaron un precedente para los músicos más chicos que crecieron a la par de ustedes y los vieron triunfando afuera?
Todos: Sí.

C: Tal vez no lo ven tan así, pero yo creo que Trementina marcó precedente en las bandas de hoy, las más "jóvenes" por así decirlo, porque en realidad tenemos la misma edad. Es gracioso eso igual.

V: No pretendemos ser nada para nadie, a veces no les caemos ni bien. Cuando llegamos a Santiago la gente del ambiente nos trataban tipo "estos cabros chicos no me respetan". Y nosotros ni idea quién era influyente, ni a quién teníamos que "respetar", pero ¡tampoco era nuestro trabajo! Somos de un pueblo chico… Es importante que la gente no deje de crear música, sin importar si los pescan o no.

C: No tienen que limitarse sólo a Chile: si quieren salir tienen que hacerlo, tirar para afuera, vivir de esto, hacer algo grande.

V: Los límites geográficos ahora no son nada. Tienes la oportunidad y democracia que es Internet. Entonces si tienes algo que merece ser conocido ¿por qué no aprovecharlo?

C: También llegamos haciendo todo nosotros: grabando en piezas, nunca hemos metido más gente. Todavía creo que no es necesario gastarse un millón de pesos o pedir un fondo cultural para grabar un disco. Al final se trata de mostrar tu trabajo y la forma más honesta de hacerlo es tú mismo.

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¿Cómo fue que llegaron a la súper firma con Burger Records que, básicamente, desata todo este nuevo viaje?
C: El año pasado nos invitaron al festival En Órbita. Tocamos muy temprano, como para 80 personas, pero lo mejor de todo fue que Sean -Bohrman, fundador del sello-, vino con un stand al festival, salió de él y nos vio todo el rato. Era una de esas 80 personas.

V: Nosotros sabíamos que iba a estar en su puesto, de hecho le llevábamos un regalo. Los chicos tomaron una copia del vinilo, le hicieron unas manualidades con papel dorado.

C: Y un cogollo [de mota] también.

V: Y nada po, íbamos caminando al stand super nerviosos, murmurando cómo entrábamos en conversación, y de pronto él nos llama y nos dice "vengan, vengan". "Chicos armemos algo, fumemos", nos dijo, y nosotros "¡ya!"

C: Luego empezaron los correos y contactos. Justo estábamos con ganas de empezar a grabar el disco y este compadre nos dijo "nosotros vamos a editar lo que quieran". Al principio eran casetes no más pero cuando le mostramos el disco dijo "ya, full release". Estamos muy contentos. Es bacán estar en un sello profesional porque pueden verse medio a lo loco pero se dedican de lleno a esto.

Han pasado por tres sellos ya ¿qué diferencias notan entre Vinyl Junkie, BYM, y Burger Records?
C: En Vinyl seguimos para editar en Japón. Son super profesionales, tienen muchas áreas. BYM es más chico, te da la facilidad de editar en vinilo, que en Chile no hay mucha oportunidad. Pero Burger es otra cosa ¡hasta ya nos armaron gira po!

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V: Nos tienen un equipo de gente, de prensa, de fechas, un biógrafo que es escritor.

L: Sean todo el rato nos manda mails presentando gente: este es el de prensa, este es el booking…

V: Por fin podemos delegar un poco de labores y responsabilidad. No tenemos que hacer absolutamente todo, ahora tenemos a alguien que sabe cómo se hace, que se le paga.
Nos podemos desligar de la parte que no es musical, que es ene pega. Es bacán sentir que dimos este pequeño paso y ahora tenemos que plantearnos cómo mantener eso, para que la banda siga generando, y no sólo monetariamente, sino que la creatividad siga. No quedarnos en lo que ya hicimos y ya.

C: Estamos contentos porque es un sello muy independiente pero hace las cosas bien. Ahora hay muchos sellos que se preocupan de tantas cosas que se olvidan de sonar bien, de la amplificación, lo básico po.

V: Y que llegue Burger a Latinoamérica va a ser bueno para la región, para que los sellos más chicos valoren su trabajo, invertir en instrumentos, en pedales…

¿Cambió mucho el panorama musical desde que llegaron a Santiago?
C: Encuentro que sigue igual. Han salido más bandas pero no es un movimiento tan bueno. Yo creo que falta más profesionalismo.

L: Ha crecido harto igual…

C: Sí, pero encuentro que no va por el camino correcto. Está el auge del Do it Yourself pero la hacen mal. Hemos tocado en algunas cosas, la idea es bacán pero técnicamente no es lo mejor y eso es algo en lo que hay que tener más consciencia, exigir la calidad para que su trabajo se muestre bien.

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A: Es muy indie eso de tocar de memoria, sin escucharse, pero no es la idea, la idea es disfrutar y no estar tocando a ciegas.

V: Cuando nosotros llegamos eran puros viejos, puros tatas…Era una lata ir a tocar y que te trataran de guagua.

C: Es rara la posición en la que estamos porque los músicos de ahora tienen nuestra misma edad, pero no tienen tanto camino.

L: Nosotros hemos recorrido mucho en poco tiempo.

Tuvieron harto tiempo para ordenar los sonidos y las ideas ¿Cuándo decidieron que ya era momento de empezar a grabar 810?
V: Nos fuimos a encerrar a un campo, a 810 kilómetros de Santiago.

C: Pasa que nosotros sólo hemos sacado un disco, luego hubo una reedición con otras canciones pero no era lo mismo. Hemos estado 3 años con el mismo material porque daba para eso, quisimos sacarle el jugo y ya era hora de algo nuevo. Pero sin apuro porque queríamos disfrutar el camino. Ahora ya era momento para grabar algo. Fuimos a la casa del campo de mi abuela, que queda cerca de Valdivia, en medio de la nada. Nos llevamos nuestros equipos y nos encerramos cinco meses, con tormentas eléctricas. De fines de febrero a principios de julio.

L: No teníamos nada, ninguna idea, era simplemente irse para allá, olvidarse de Santiago, de los carretes de esta casa, estábamos como locos. Nuestra música estaba loca, súper jalada, no podíamos evitar andar eufóricos todo el día. Nos calmamos y nos encerramos.

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C: Había mucha gente viviendo en la casa, y no podíamos concentrarnos. No tocamos mucho ese tiempo porque estábamos en la fiesta po. Así que nos pusimos serios y le dimos.

¿Y el sonido?
V: Estábamos con otro baterista y cuando decidimos que queríamos otro disco se fue a vivir a Alemania con su polola, eso igual influyó.

C: Teniamos unas maquetas que era lo que todos esperaban, lo que se veía venir, pero la ausencia del baterista nos hizo pensar en otra cosa. En vez de mirarnos como un estilo nos desafiamos como músicos, nos abrimos a algo más propio.

L: Nos olvidamos del formato banda, hicimos cosas, creando sin pensar en un género.

V: Tuvimos una forma de crear muy rara, y la sufrimos harto. Yo lloré, no quería cantar más, y los chicos me decían "canta una y te vai" jajaja.

L: En serio no teníamos nada. No teníamos relaciones con BYM ya, ni ideas muy claras. Fue hacer un disco sin contrato y había que mostrárselo a Burger para ver si les gustaba. Mucha presión.

C: Cuando empezamos a trabajar en el disco yo me puse a tocar la clásica canción de baseball, que es en órgano, pero en guitarra. También me acordé del episodio de Los Simpson en el que Bart cambia las partituras en la iglesia y todos quedan locos. Yo creo que así se encontró el sonido…Es medio de iglesia, tétrico, profundo…

V: Es electrónico igual. Es algo que escucharías si te vas a una catedral en hongos. Un hueon loco tocando órgano y unas bases electrónicas sonando.

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C: Probamos y jugamos mucho. Cuando llegamos este sonido decidí irme por modulaciones en vez de distorsión, muchas octavas, jugar con pedales, y logramos esto que parece sintetizadores pero no, es guitarra. Fue divertido.

V: Estamos haciendo que las baterías suenen más cuadradas, eléctricas, apropiándonos de estilos que no nos pertenecían y darles una vuelta a lo que nos gusta.

Supongo que la salida del baterista los llevó por este camino pero ¿cómo fue que Andrés se integra a las filas?
A: Llegué en julio, y el Lucas me preguntó si quería ir a una tocata en Brasil, a parchar, y yo me fui para atrás. En un segundo le dije que sí, sin dudarlo. Nos empezamos a conocer más, somos del sur todos pero nunca nos conocimos allá, fue acá en Santiago. Toqué en la banda, me vine a vivir para acá, estrechamos lazos a fondo y listo, ya estamos en otro nivel.

V: Nos costó mucho encontrar baterista sobre todo porque llevábamos años, teníamos lazos importantes, fue triste la huea pero cuando llegó Andrés fue especial porque se acopla. Nos gusta como baterista, como músico, como compañero de casa. Es la persona más livianita del mundo, demasiado buena onda.

C: Tomando vodka, sedado todo el día jajaja.

¿Por qué eligieron 'Please, Let's Go Away' como primer single?
L: Fue el primer  tema que hicimos, el que marcó el sonido, la guía para todo lo demás.

C: Es variado el disco pero esta, en particular, es la canción más variada. Tiene hartos arreglos rítmicos entonces es el que más representa el sonido del todo. Tienen varios tonos de guitarra, de bajo, efecto de voz.

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A: Las pistas de batería son más bailables.

V: Medias reguetoneras, quisimos hacer algo para que la gente nos apañara.

L: Nos aburrimos de que la gente se quedara pegada en las tocatas, queríamos darle un poco de movimiento, que todos lo pasemos bien.

C: Lo importante es que ahora somos una banda actual, ya no estamos atrapados en sonidos pasados, de otras décadas, sonamos a 2017, a lo que pasa ahora. Queríamos crear algo nuevo con nuestros sonidos y lo logramos, creo que eso se escucha en el single. Está logrado porque las canciones todavía van a sonar fuerte.

V: El grabado puede sonar pop más envasado pero en vivo no te vas a escapar de la muralla de sonidos que se va a caer encima tuyo, las guitarras no van a perder eso, ni la voz, ni el bajo, sólo estamos explorando más movimientos.

Son medios nómades, de Valdivia a Santiago, viajes a Japón, Brasil, ahora Perú, México, Estados Unidos. Si tuvieran que elegir un país para establecerse por un buen tiempo ¿dónde irían?
C: Estados Unidos. Es un lugar barato para girar, para irse a otros países a tocar. Estamos claros que en Chile no vamos a tocar tanto y nos vamos a tener que ir porque salir de acá es muy caro. Es una realidad que se nos viene, es lo que va a pasar, lo que está pasando

V: Estamos encerrados en una esquina que no es nada po.

A: Hay mucho aprendizaje allá, interés de crear cosas nuevas, movimientos, de no andar replicando cosas de otros países. Quiero ver qué piensan estos hueones para ver cómo sacan lo que están sacando.

V: Queremos empaparnos de la vanguardia. Nosotros empezamos en Valdivia, llegamos a Santiago y quedamos sorprendidos pero ya no es lo mismo. Cuando salimos a tocar a Japón descubrimos que había más y más.

A: Vamos a terminar tocando con los marcianos.

Ya, cuéntenos lo que se viene ahora, en México y EEUU. 
C: Vamos a Perú primero, ahí parte todo.

V: Tenemos 20 fechas, como un mes y medio. Están los highlights que son SXSW y el Nrmal. Tocamos en la fiesta de Levitation, en los showcase de Burger. No habíamos querido ir antes a Austin porque cuando fuéramos queríamos ir bacanes. No postulando a cosas o algo, queríamos ir con todo, no queríamos perder plata…

C: Vamos a tocar con Television, onda, ¡vamos a tocar con esas bandas! con Temples, con Wavves, es como ¿qué onda? llegó en el momento adecuado. Ya estamos relacionándonos con otras ligas.

L: Uno se prepara para estos momentos. Y llegó el momento.

Trementina es parte del Festival Nrmal 2017. Se presentan el sábado 11 a las 16: 45 en el escenario Reverberation.