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Música

Nos fuimos de gira con Steve Lawler

El inigualable VIVa Warrior nos revela que ha estado en más husos horarios que el Doctor Who y ha estado despierto durante más noches que Drácula … y aquí sigue.

Foto por Kovacevic Photography

Tienes para escoger: un club con historia o un festival ilustre, THUMP ha realizado bastantes entrevistas desde las esquinas y grietas más oscuras. Pero aquí estamos, sentados en una suite de penthouse en uno de los hoteles más fresas de Toronto, con el inigualable Steve Lawler.

"No es que los use, pero no puedo, pero mandé a hacer tapones para los oídos al comienzo de este año en Londres. Y la señorita que los hizo, los probó y estaba sorprendida de que mis oídos estuvieran dañados tan levemente, tomando en cuenta que nunca he usado protección. Cuando estaba haciendo el molde, lo sacó y dijo "OK, ahora sé por qué". El canal en mi oído es como algo que usaría el Capitán Garfio".

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Dobla su dedo en un ángulo, como si fuera a pescar un resfriado o colgar algo con él.

"Dijo ella, 'Es por eso que tus oídos están protegidos. ¡Naciste para ser DJ! ¡Naciste para estar en medio de la música a todo volumen!' A veces pienso eso, y ella lo confirmó para mí. Es lo que soy, es lo que hago y me mantiene joven".

El cerebro detrás de VIVa recién llegó a Toronto, luego de un largo viaje desde el otro lado del océano. Ha sido un viaje algo inusual, ya que viajó todo el camino desde el Reino Unido para una sola presentación, programada para más tarde esta misma noche en popular club Coda. Esto no sucede usualmente. Pero se canceló una enorme fiesta de VIVa Warrios en Nueva York de último momento debido a problemas con los permisos y Steve no iba a dejar colgado a Toronto — la ciudad que significa tanto para él.

Lawler en el lounge revisando la selección de sus tracks. 

Él ha tocado en fiestas en barcos aquí, en la playa, festivales, clubes pequeños, clubes grandes, bodegas, azoteas … un poco de todo. Pero Steve va a cumplir mucho más. Le va a dar a sus fans cada aspecto de él mismo, ya sea una presentación muy íntima o algo en una plataforma más grande.

Steve Lawler ha sentido esto por Toronto durante un largo tiempo, y sus compatriotas lo han oído también.

 "Hubo un punto cuando estaba tocando en Toronto todo el tiempo y los demás artistas underground como Dubfire, Luciano y Loco Dice, no venían por acá muy seguido. Le dije a todos esos chavos hace mucho tiempo, '¡Toronto!'".

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Steve conoce la vibra de la ciudad "He entendido a este lugar desde hace mucho tiempo desde el punto de vista musical. Y eso me hace sentir bienvenido. Creo que cuando eres un artista de cualquier tipo, cuando la gente te entiende a ti y a tu arte, eso es el mejor elogio que puedes recibir de alguien. Esa es la mayor recompensa para mí. No voy a mentir, claro que disfruto el éxito del nivel en que me encuentro,  ¡sería un mentiroso si dijera que no! Pero no es el aspecto central.

Para poner esto en perspectiva, el punto es que realizó un viaje de 12 horas a través del mundo para tocar aquí durante dos horas, a lo mucho. Lo único que puedo imaginarme es que un show como este lo motiva.

"A mí no me importa ni el tamaño, ni la producción de un evento, se trata acerca de la gente. Se trata de la atmósfera que puedo crear en un club. Me refiero a mí, en medio de la audiencia".

Somos interrumpidos por el timbre.  Es el personal del hotel. La habitación huele a humo y tiene un catre abierto en el centro. No será suficiente. Como le gusta mucho burlarse de sí mismo, me señala con un guiño y una sonrisa, "Ah, ¡prima donna! ¡cambio de cuarto!".

Lawler tiene una zagas consciencia de dónde se encuentra profesionalmente. Es algo como un aura que carga mientras camina y habla, pero nunca deja que esté por encima de su profesión o su oficio. Es aparente en su temperamental ego respecto al no cancelar la aparición en Coda. Muchos DJs se cuelgan del candelabro con un set corto en un club. Sienten que su talento es justificado únicamente por sesiones maratónicas que siguen hasta temprano en la tarde del día siguiente. En camino hacia sus frescos aposentos en el piso de abajo, Steve toma la situación con mucho humor.

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"Las fiestas duran más en otros lugares, pero no hay diversión para mí en tocar un set extendido de 14 horas y que en seis de ellos sólo tengas 50 personas al final, con tanta ketamina en el cerebro que ni siquiera saben si estas tocando un kick o un un sketch cómico. Todo el esfuerzo que ponemos en salir de gira sólo se trata de una cosa: el show. Y no importa la duración, quiero dar lo mejor de mí, no sólo quiero ser bueno para todos los demás, quiero ser bueno para mí mismo".

Foto por Kovacevic Photography

Eso no quiere decir que Steve no pueda apreciar la forma en que la gente elije ir a sus fiestas. Él es primero en admitir que fue un reventado por mucho tiempo. Pero habiendo saliendo de gira tan seguido durante tantos años, tuvo que nivelarlo. Uno debe recordar que no está tocando en clubes deportivos.

"Tienes que elegir tus momentos. He hecho la otra mitad. Me he metido cocaína, y es una locura, he vivido como un rockstar. Como muchos de mis fans ya lo saben, para ser honesto. Lo he hecho sin parar durante un par de años. Aprendes que eres humano y aunque tu mente siempre está emocionada y tiene mucha energía, tu cuerpo comienza a resentirlo".

Nos acomodamos en sus nuevos aposentos—esta sí funcionará— y Steve clarifica que actualmente intenta balancear su vida. Siendo dos hombres al mismo tiempo: Steve Lawler la superestrella y Steve Lawler el padre de familia. "He superado algunos vicios que tuve en años anteriores. La realidad de las cosas, es que tienes que elegir tus espacios. ¡Pero Toronto siempre termina siendo uno de ellos!".

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La vida de gira puede ser mucho para que la maneje un DJ. Y mucho como para que alguien más lo intente, es por eso que Steve no cubriría el itinerario que tiene sin su tour manager, Pedro Vila.

 "Lo hice solo durante años al comienzo de mi carrera hace mucho. Estuvo bien para mí pero era una vida solitaria. Incluso con él, es algo solitario. Pasamos muchas horas en cuartos de hotel, pasamos muchas horas en el aeropuerto y en los aviones. Pero hay momentos cuando nos necesitamos mutuamente. Algunas veces te pones ansioso de lo que podría pasar con este tipo de estilo de vida, cuando te deprimes un poco. Necesitas a alguien que esté ahí. Te vuelves muy cercano".

Steve y Pedro en su viaje desde Toronto.

Pedro ha trabajado con Steve durante un año. Pero Steve estuvo con otra persona durante casi una década. Y hubo momentos donde se sintieron más cercanos a él que su propia esposa. "!Simplemente pasaba más tiempo con él! Y hemos hecho más cosas, hemos atravesado situaciones muy locas con altos y bajos".

Steve y su tour manager comparten los altos y bajos. Pero algo que compensa a los caminos más turbios es el show.

 "Cuando estoy en la cabina y estoy tocando, la forma en que me siento, le doy toda mi energía. Siempre doy todo lo que tengo. Es como si fuera parte de lo que está sucediendo. Y es por eso que un buen show significa tanto, digo, doy todo lo que tengo en una presentación".

Cuando escuchas palabras como estas y consideras cuantos de sus contemporáneos se están deteniendo mientras el sigue acelerando, reúne todas las características de un hombre que no puede dejarlo ir.

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"Sabes qué, tienes toda la razón. La gente me ha dicho que mientras recorres tu camino, trabajas menos ya sea por elección o porque baja la demanda. Y para mí, es totalmente lo contrario. No sé qué sea. Pero sigo hambriento".

Y no muestra signos de que vaya a detenerse tampoco. Mientras que sus oídos puedan soportarlo, ¿verdad?

"Mientras el Capitán Garfio siga aquí".

No creas que Steve Lawler se vaya a retirar en el futuro próximo. Después de todo, nació para hacer esto.

Puedes seguir a Chris en Twitter: @TheCMprogram