Moda pasajera

La mayoría de la gente que conozco está ardida por encontrar playeras de los Ramones, The Clash, Bowie, Los Stones y demás bandas reverenciadas en esas tiendas del centro comercial que vende moda en serie.

Claro, ¿a quién no le caga ver a la morrita más fresa de tu salón con una playera de Ramones? O ver a la vieja más pedante de tu trabajo (que se sabe todas las rolas de Paulina Rubio) luciendo una playera de Ziggy Stardust en una foto del instagram mientras espera que la dejen entrar al antro…

Creo que la ardidés se vale.

Cuando era morro, una playera de The Clash simbolizaba todo lo que creías, todo lo que eras y sobre todo, todas esas cosas que nadie más sabía.

Incluso existe una rola de The Germs que se llama "What We Do Is Secret" y eso creo que aclara bastante de qué se trata ser morro: pertenecer, aportar, ser diferente a los demás; esas son las cosas que más te importan cuando estás formando lo que quieres ser en la vida.

Pero los que ya estamos grandes, ¿de verdad nos seguimos ardiendo por las mismas cosas? También de morros nos la pasábamos exigiendo espacios y oportunidades, y cuando por fin llegan esos espacios ¿nos ardemos? Creo que si en estas tiendas venden playeras de Ramones, seguramente de 100 playeras vendidas, sólo 5 personas saben que es de una banda y de esas cinco seguro a dos (o menos) les gusta. Ahora: de esas noventa y ocho playeras vendidas como adorno, puede ser que a alguna de esas personas le entre la curiosidad de saber qué demonios es ese gráfico y se dé el momento de buscar, encontrar, escuchar.

¿Qué tal que sí le gusta? ¿Está tan mal que una morra fresa de pronto encuentre en el punk todo lo que le podría faltar en la vida?

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