Eduardo Cabra La Cabra Jala Pal Monte
Foto cedida por equipo de prensa de Eduardo Cabra.
Música

“La música latina tiene un solo sonido, el sonido del éxito”: Eduardo Cabra

El artista puertorriqueño conocido como Visitante de Calle 13 presenta su nuevo trabajo como solista.

“El objetivo del arte es comunicar. Es trabajar para que la comunicación sea una herramienta de conexión con la gente”, dijo Eduardo Cabra en una charla TED  hace tres años. Para ese entonces el puertorriqueño era popular por ser la mente maestra detrás de Calle 13. En su faceta de productor, Visitante —como más gente lo conoce— se convirtió en una figura esencial para la industria musical latinoamericana.

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Eduardo Cabra ha sido un defensor de los nuevos sonidos; es una esponja que registra todo lo que sucede dentro del estudio de grabación. Tras bambalinas ha ganado veintiocho Grammys en distintas categorías y ha trabajado con artistas como Jorge Drexler, Monsieur Periné, Vicente García, Louta, La Vida Boheme y Cuarteto de Nos, entre otros.

Hoy no solo destaca su último trabajo con Trending Tropics, un proyecto afrocaribeño con la electrónica a tope, sino que se renueva desde otro lugar: como cantante. El mes pasado lanzó el sencillo La Cabra Jala Pal Monte, producido por él mismo y compuesto en colaboración con la música cubana Rita Indiana. Se trata de una fusión de los mejores sonidos electrónicos con una percusión potente y fresca.

El single viene acompañado por un videoclip grabado en Buenos Aires y dirigido por el artista argentino Nicolás Sedano. En este, Eduardo mata a su personaje anterior para dar paso a una versión nueva: Visitante aparece vestido de blanco, sentado a la espera de su ejecución. “La ceremonia comienza, para este cambio de piel, soy este o soy aquel, voy colocando las piezas”, canta el artista, mirando a cámara, mientras el público que lo ve desde la pantalla responde una encuesta que determinará su final. Un reloj de fondo marca la cuenta regresiva.

Aunque con este lanzamiento Eduardo entra al terreno del hip hop como una figura visible, no quiere dejar de lado la producción. Le gusta el proceso creativo que requiere pensar ideas, conversarlas, reordenarlas y sacarlas adelante junto a otros artistas.

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Desde su estudio de grabación en Puerto Rico, donde según él permanece casi todo el día, conversamos sobre su debut como cantante y su opinión sobre cómo algunos artistas se paran en la industria musical en Latinoamérica.

VICE: Eduardo, ¿cómo surgió el concepto del videoclip de La Cabra Jala Pal Monte?

Eduardo Cabra: Fue a través de una conversación que tuve con Nico Sedano (el director del video). Nosotros tenemos muy buena comunicación. Él pensó la parte de las encuestas y yo quería que fuese algo bien sangriento, quería que literalmente se matara a Visitante, así que se unieron ambas ideas y llegué a viajar a Buenos Aires antes de la pandemia para grabarlo. Este mismo ejercicio lo vamos a hacer para el segundo tema, que saldrá el mes que viene.

La encuesta me hizo recordar Black Mirror… Esa ansiedad de querer ver que suceda algo morboso en vivo, como un sacrificio.

Me gustaría destacar que ese detalle que nombras tipo Black Mirror, tipo Technology, es algo que se venía cultivando desde el proyecto anterior: Trending Topics, con “El futuro ya pasó”. En ambos videos estamos hablando de lo mismo. La propuesta entera es una joda a la adicción a la tecnología, es un concepto que mostramos de manera muy nítida.

Tanto en un video como en otro aparece gente esperando a que algo suceda a través de sus pantallas. ¿Pensás que la gente esperaba que mutaras profesionalmente?

Yo mismo no lo esperaba. Se venía cocinando a fuego lento esta cuestión de ser el cantante, pero no siento que esto vaya a ser un cambio de cómo voy a enfrentar la música, para nada. Esta pequeña mutación en realidad es un detalle que se suma a las cosas que yo hago. Seguiré produciendo, seguiré haciendo música para películas. Este es el balance que yo buscaba desde que se acabó Calle 13.

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En los últimos años he producido alrededor de veinte discos y quiero seguir haciéndolo. Me gustaría buscar el balance de estar también arriba de la tarima. El proyecto anterior (Trending Topics) también era eso, algo que me gustaba mucho hacer. Yo soy de los que hace veinte cosas a la vez, estoy en multitasking todo el tiempo.

¿Cómo te sentiste delante de la cámara? Estando más expuesto…

Me sentí rarísimo. Pero me mueve estar en situaciones incómodas. Es un desafío que me pongo para observarme y para buscar cómo dominarlo. Este rol también me ayudó a entender y a acercarme al sentimiento que tienen los cantantes que produzco, esa sensación de meterse en una cabina a grabar voces era algo que yo observaba desde afuera y me ha ayudado a ser más sensible a la hora de producir y trabajar con gente.

Como productor trabajaste con gente muy diversa en estilos y en edades, ¿cómo ves en este momento tan particular a la industria musical latinoamericana?

Creo que es un mal momento para la música mainstream y es un gran momento para la música independiente. La música mainstream depende de muchas cosas para echar para delante y la música independiente no tiene nada que perder. Mucha gente está tirando a comprarse sus equipos para tener su estudio, meterle y crear. A medida que el encierro avanza habrá una explosión de cosas nuevas para escuchar. Creo que ahora mismo la oferta musical mainstream tiene un solo sonido, es como el sonido del éxito, mucha gente piensa que si no hace ese video y con ese sonido fracasa. A diferencia de otros mercados, por ejemplo la música anglo, donde hay una gran diversidad de géneros, la música latina tiene un solo sonido, el sonido del éxito.

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Creo que en este momento pasamos por muchos estados, hay momentos donde nos sentimos increíbles y otros nos da ansiedad, esas emociones están buenas para registrarlas en canciones; por eso, creo que lo que viene está bueno en cuestión de oferta, tengo fe en eso.

La diferencia es que la gente que está haciendo música independiente la hace y la saca, eso está buenísimo. La gente que hace música mainstream especula con cuándo es el mejor momento, y da pereza, creo que es más orgánico que suceda y ya.

¿Cómo definirías el sonido del éxito?

Primero hay que definir el éxito.

¿Qué es el éxito?

Para mí el éxito es hacer que un tema sea honesto. Pensemos en propuestas exitosas: Bob Marley y Led Zeppelin, ninguna de esas propuestas ganó un Grammy y son propuestas exitosas. También es fácil decirlo yo con veintiocho Grammys encima… podemos debatir sobre eso, pero la verdad es que yo prefiero tener una canción timeless a tener ese reconocimiento inmediato, que claro, es rico, se siente bien, te pone contento, pero prefiero lo otro.

Me gustaría responderte sobre el sonido del éxito ahora, y lo haré con un ejercicio que hice con un amigo hace unos años atrás: estábamos escuchando varias canciones que estaban sonando en ese momento: “los hits del verano”. Abrimos varias ventanas de YouTube y les dimos play; hay un momento donde las canciones se unen, porque están en el mismo tono, están en el mismo BPM, son las mismas líneas melódicas, eso es obsceno. Nosotros, siendo humanos, teniendo la posibilidad de interpretar las cosas de maneras diferentes, no pasa.

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Éxito puede ser una buena palabra o una mala palabra. Yo apuesto a la diversidad, a que haya oferta y espacio. Creo que si alguien compone el mismo ritmo que se escuchó antes solo para ganar dinero es un fracaso.

Con base a todo esto, ¿podrías decir que sos exitoso?

Pues no lo sé. Tengo una competencia conmigo mismo todo el tiempo. No contra el trabajo que he hecho, porque me gusta mirar para atrás y ver lo que hice. Pero también existe en mí una competencia de no querer repetirme. De verdad no estoy pensando en cómo triunfar, de hecho la propuesta de Cabra es eso. Yo no estoy buscando el triunfo, simplemente me estoy poniendo a mí mismo en una situación incómoda. A veces yo mismo no me doy cuenta de cómo busco más allá, yo mismo no quiero seguir repitiendo. Por ejemplo, “Atrévete” fue una canción que conectó con mucha gente, pero por eso yo no me puse a hacer un segundo “Atrévete”, un tercero o un cuarto. Fui en búsqueda de otra receta, ahora estoy componiendo una cumbia y por esas cosas creo que sí creo que en mi trabajo.

¿Pensás que hay artistas que siguen en búsqueda de ese tipo de desafíos?

Creo que históricamente hay distintos tipos de artistas. Algunos encuentran el éxito y se quedan aferrados a eso, bandas que tienen el mismo sonido desde que empezaron. Por ejemplo Maná: sacan un disco mañana y suena igual que hace treinta años y les va bien dentro de su definición de éxito, conectan con la gente, venden los discos, etc. Es otro camino. El camino de Café Tacuba es otro: cuando salen con un disco uno nunca sabe con qué te vas a encontrar y a mí eso me gusta.

Yo quiero seguir tocando música cuando tenga sesenta años, entonces tengo que seguir trabajando más allá del boom. No quiero una temporada blu, quiero algo más.

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