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Edu Ponces: Es un pequeño grupo formado por tres fotógrafos, una periodista, un diseñador y un equipo de búsqueda de fondos y de producción. Funcionamos como una agencia independiente, sin ánimo de lucro, pero que en la práctica es una agencia de periodismo a profundidad que se dedica a cubrir temas de derechos humanos y grandes problemáticas sociales. Hacemos nuestro trabajo, un periodismo que dedica tiempo y no se queda en la superficie.
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Pau Coll, Toni Arnau y yo. En los últimos diez años ha habido otras personas, pero los que estamos ahora somos miembros fundadores. Es un modelo de periodismo distinto. Lo hacemos nosotros y buscamos fuentes de financiamiento que no son las tradicionales. Hacemos encargos siempre y cuando sea nuestro tipo de trabajo y tengamos independencia. También vendemos material como autónomos, pero además buscamos presupuesto de cooperación, porque trabajamos problemáticas de un país en desarrollo, de derechos humanos. También buscamos fundaciones y hacemos campañas de sensibilización. Tenemos una escuela, no físicamente, pero damos clases en dos universidades en Barcelona, también en Centroamérica en varios lugares, hacemos cursos en escuelas de fotografía. No solo enseñando foto, sino mostrando nuestro modelo. Esto nos permite tener una organización viable, para que todos podamos trabajar exclusivamente en este tipo de periodismo.Es un lujo poder dedicarte a lo que quieres con tanta independencia creativa.
Es un lujo, sin lugar a dudas. Porque el nivel de independencia es muy alto y porque hacemos lo que queremos. Pero también requiere que los fotógrafos de RUIDO no seamos fotógrafos todo el año. La mitad de nuestro tiempo lo dedicamos a buscar fondos, a conseguir financiamientos, a hacer proyectos que muchas veces no llegan a nada porque no hay financiación. Pero cuando uno puede juntar lo que quiere, pues nos permite dedicarnos dos años a un proyecto, a conseguir experiencia y convertirte en un agente informado que sabe de lo que habla.
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Ahora estamos trabajando en tres proyectos que son como el icono de cómo queremos trabajar. Uno es En el camino, un proyecto en alianza con Elfaro.net para el que, durante un año y medio, recorrimos los caminos de los migrantes sudamericanos que cruzan México para llegar a Estados Unidos. Documentamos todas las violaciones de los derechos humanos y todas las vejaciones que sufren por el camino, desde asesinatos a abusos, discriminación, caídas del tren, todo eso. Nos pudimos meter ahí sin preocuparnos por la noticia que tenía que salir al otro día. Nos fijábamos en el fenómeno y no en el suceso.
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Una casualidad. Cuando terminé de estudiar no encontraba opciones de trabajo interesantes. Por casualidad conocí a un salvadoreño que conocía al director de El Faro en El Salvador, le escribí para decirles que quería trabajar con ellos tres meses gratis. Tenía 24 años, hoy tengo 33. Ellos dijeron que era una persona con cámara que quería trabajar gratis y me ofrecieron la posibilidad. Cuatro meses después, me contrataron para ser jefe de fotografía de un periódico en línea de investigación que no tenía sección de fotografía bien hecha. Tenía que plantear la sección fotográfica de uno de los medios más prestigiosos de América Latina. Eliminamos un poco la foto como ilustración de la nota y le dimos un espacio propio para enseñar las consecuencias de problemáticas políticas en la población. Ahí estuve dos años y medio y después RUIDO Photo ya era algo más serio y empezamos a hacer cosas en común. Y desde entonces yo soy la sucursal de RUIDO Foto en Latinoamérica. Yo soy fotógrafo centroamericano. El 95 por ciento de mi trabajo lo he hecho aquí, y conozco mejor la sociedad y la clase política y me muevo mejor en Centroamérica que en España, y además estoy formado por centroamericanos. Mis mejores profesores y mis editores son centroamericanos.
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Parte del trabajo es cómo hacer que esto sirva para algo. Hacemos periodismo para conseguir algo, ésa es la esencia de RUIDO. La fotografía documental ha tomado una deriva artística, que es muy interesante, pero que muchas veces está muy desligada de las personas que aparecen en la cámara. Ruido quiere volver a la idea de fotoperiodismo activista.Pero también vendéis vuestros trabajos a los medios y al fin y al cabo, de algo tenéis que vivir, ¿no?
A veces vendemos material a los periódicos y a los medios, pero eso no es nuestro ingreso principal. Eso es un extra. A veces lo hacemos porque nos interesa publicar en cierto medio para llegar a cierto público. Nuestro sistema parte de conseguir dinero de muchos lados, para hacer cada uno su trabajo. Los medios están ahí y mientras estén, nos interesa. Pero la idea de ser un freelance que dependa por completo de los medios es una condena.
Importan, pero hay que cambiar el discurso. Por ejemplo, En el camino es una forma de crearle un espejo a Europa. Aprendimos la manera de que le interese a las personas algo que está pasando muy lejos. Es lo que les ha pasado a las personas negras que ves en la calle en Barcelona. Son las mismas problemáticas. El lugar en donde te encuentras también dejó de ser importante. Nosotros estamos en España y publicamos mucho más en medios latinoamericanos, e incluso en Estados Unidos, que en España. La crisis en España ha traído un montón de medios nuevos a los que sí les importa. Los temas que nosotros trabajamos se han convertido en su agenda periodística.
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Es a partir del 4 de julio en el Edificio Histórico de la Universidad de Barcelona. Nos gustó mucho porque es un centro educativo y no un espacio artístico y eso tiene que ver con el espíritu de RUIDO. Básicamente va a estar un mes y luego se va a mover. Es una muestra de lo que hemos hecho durante los últimos diez años. Es una reivindicación del modelo, nos cuesta mucho y nos tenemos que adaptar, pero estamos haciendo lo que queremos sin estar dependiendo de un gran medio.
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Edu Ponces/RUIDO Photo.
