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Fatima el Hajj: Haber nacido en una familia musulmana implica que supe casi nada de sexo y qué lugar tenía en mi religión. Era un tabú y la gente realmente no hablaba del tema, pero cuanto más aprendía del asunto, se hacían más claras las visiones distorsionadas que muchos musulmanes tienen sobre el sexo. Yo no podía entender por qué mi propia religión tenía una visión tan deprimente acerca de ello.Como adulta, me quedé fascinada con la espiritualidad, y hace tres años, de repente fui a un festival tántrico, y quedé abrumada por todo tipo de sentimientos. Recuerdo que me sentí traicionada con respecto a todas estas facetas del sexo que se me habían mantenido en secreto. Me convertí en doctora de prácticas tántricas de tiempo completo y al mismo tiempo estudié literatura acerca de la sexualidad en el Islam y descubrí una gran cantidad de información y detalles que no sabía que existían.¿Cómo qué?
Por ejemplo, mantener la pareja de uno eróticamente satisfecha es una gran manera de recibir bendiciones. También está escrito que un hombre no puede eyacular antes de que la mujer haya tenido un orgasmo. Ambos deben de oler bien, así como mantener las uñas bien cuidadas y bien cortado el vello púbico.Entonces, ¿hay una conspiración de güeyes huevones que mantienen todo esto en secreto?
Hay muchos musulmanes que ven el sexo como algo malo, mientras que el Islam lo ve como algo hermoso.¿Qué tipo de preguntas hacen los musulmanes sobre esto?
He tenido gente que me pregunta si demasiado sexo es nocivo para la salud. Una mujer me preguntó si era común tener flujo vaginal después de sexo, ya que su tía le había dicho que sí lo era. Los jóvenes musulmanes tienden a ir a sus mayores para hacer tales preguntas, y por desgracia, las respuestas no son fiables. Las relaciones sexuales antes del matrimonio están prohibidas, por lo que muy a menudo los padres tienden a estigmatizar el sexo.