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Música

Las razones por las que Black Sabbath debería venir a Colombia en su gira de despedida

Los creadores del metal se despiden con una gira mundial y los metaleros colombianos merecemos verlos una última vez.

Ilutración hecha por Grace Hwang

Black Sabbath, el grupo más legendario del metal, los creadores del género, los músicos que cambiaron la historia del rock, se retiran este año. El 20 de enero comenzó la última gira mundial de la banda que hasta ahora tiene fechas confirmadas en Estados Unidos, Canadá, varios países de Europa, Australia y Nueva Zelanda. En honor a este tour de despedida, nuestro compadre Nathan Carson, de Noisey Estados Unidos, hizo una lista de las 13 razones por las cuales Black Sabbath es la banda más importante de todos los tiempos.

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Hace pocos días notamos que en Internet aparecieron varios rumores que afirman que el grupo tiene planeado venir a Latinoamérica en noviembre. Incluso parece que pronto confirmarán fechas en Chile y Argentina, y nos pusimos a pensar: “carajo, el último tour de Black Sabbath tiene que pasar sí o sí por Colombia”. Por eso, craneamos cinco razones por las que tienen que tocar una última vez en el país.

Black Sabbath inventó el heavy metal y en Colombia se inventó el ultra metal

En 1970 apareció un álbum con una portada terrorífica, cuya primera canción empezaba con un sonido de lluvia, unas campanas fantasmagóricas y una guitarra escalofriante. Antes hubo música oscura y pesada, pero nada como esto. Tony Iommi, Ozzy Osbourne, Geezer Butler y Bill Ward, cuatro jóvenes de clase obrera criados en Birmingham —una ciudad industrial donde la gente como ellos crecía sin futuro— abrieron una puerta que revolucionó la música con un sonido de planchas de metal chocando y una estética que buscaba dar miedo.

En la década de los 80, los jóvenes que vivían en los barrios marginales de Medellín, una ciudad consumida por la violencia, tomaron la posta y sin saber muy bien que hacían empezaron a componer música. Al igual que pasó con Sabbath: la ciudad, sus vidas diarias, los prejuicios de una sociedad conservadora y las ganas de mandar todo al carajo, inspiraron los sonidos de un género único llamado ultra metal. Bandas como Parabellum, Reencarnación y Mierda, nacieron en condiciones similares a las de los padres del metal y se convirtieron en pioneros de un género, que en el caso colombiano no es tan masivo, pero igual inspiró a varios músicos alrededor del planeta.

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El metal sobrevive a pesar de todo

Muchas de las bandas clásicas de metal han perdido por lo menos a uno de sus miembros fundadores. Pero los cuatro locos que crearon Black Sabbath siguen vivos, a pesar de lidiar con problemas de salud, drogas y excesos. Muchos pensaron que este grupo no iba a durar mucho, pero luego de cuatro décadas siguen dándole al metal. En cierto sentido son sobrevivientes, igual que muchos metaleros colombianos. Este es un país donde manda la tropicalia. El exorbitante éxito de la cumbia, el vallenato, el reggaetón, la salsa y las propuestas que combinan todo esto con música moderna, ha disminuido la popularidad del metal. Pero los greñudos nunca morirán. Sin importar a cuánta gente le guste el perreo, siempre existirá alguien que represente a la música del diablo.

La gente le tiene miedo a Sabbath y al país también

Durante mucho tiempo a la gente le daba escalofríos escuchar Sabbath. Incluso era considerado un grupo que asustaba tanto, que los débiles tenían pesadillas y se ponían nerviosos solo con ver las portadas. Lo misma pasa con Colombia. Durante décadas el estigma aterró a los extranjeros que veían este país como un lugar terrible al que no hay que ir. Es seguro que muchos de ustedes se han encontrado con un gringo que les preguntó con cara de bobo: “¿Colombia es un país peligroso?”. O han estado en el extranjero y cuando dicen que son colombianos la gente se asusta o se pone nerviosa. Es lo mismo que con Black Sabbath. Las personas se dejan llevar por la primera impresión.

A pesar de todo siguen rockeando

La historia de Black Sabbath ha estado fracturada desde el principio: los dedos mutilados de Tony Iommi, las constantes críticas y estigmas que rodean a la banda, la desequilibrada vida de Ozzy Osbourne, los múltiples cambios de formación, los problemas con las adicciones y de más. El caos y la adversidad han marcado la vida de esta banda. Pero eso no es problema. Más bien tanto tropel le ha dado carácter a este grupo que nunca ha parado. Y lo mismo pasa por aquí ¿O no? Porque en este país todo parece ir en contravía. Sobre todo para los metaleros. Para empezar, casi nadie vive del rock en Colombia. Conseguir dónde tocar es difícil, los conciertos son caros, la policía jode mucho, hay poco apoyo, hay poca plata y el Metropol ahora es una iglesia cristiana. Pero, la cosa no para. Todos los meses hay conciertos, han venido la mayoría de los grandes nombres del metal y hay varias bandas nacionales como: Internal Suffering, Head Crusher y Witchtrap que la rompen afuera. Todos esto ha forjado una escena metalera muy sólida y desenfrenada que merece ver a Black Sabbath en su gira de despedida.

Solo en Colombia la gente grita en los conciertos: “¡Que chimba hijueputa!”

En Colombia el metal es un movimiento muy grande e importante, y eso se demuestra con la cantidad de conciertos metaleros que se celebran todos los años. Es cuestión de ir al primer día de Rock al Parque para sentir la fuerza del metal. Esos miles de melenudos amantes del vino en cartón y la música pesada, son fanáticos muy fieles y apasionados. El metal despierta pasiones muy fuertes que se resumen con un clásico: “¡Que chimba hijueputa!”.