King Tuff: el cavernícola enguitarrado que quiere tacos

Dios y el diablo en realidad tienen intereses muy similares. Ambos aman las guitarras eléctricas y quieren que escuches Black Moon Spell y te pinche destrampes. Con ese disclaimer, Kyle Thomas nos jala para darle play a su nuevo disco, el quinto de estudio y el primero para la afamada disquera Sub Pop.

King Tuff parece que ya no es más ese grupo garagero, guitarrero y destrampado que congregaba a unos cientos para chelear y ligar en bares de poca monta. De repente están jalando pandilla, pese a que tiene aún ese semblante de tipo sencillo y apocado que vivió muchos inviernos queriendo evocar ese anhelo de morro por una lira Fender Stratocaster a los siete años.

Los últimos meses han sido de cotorreo y chamba incesante para Kyle, de prueba para ver de qué chingados está hecho, de aguantar vara con el reflector y los elogios de personajazos del calibre de J Mascis o Mark Arm.

Kyle no sabía que el rock mugroso, las películas de serie B y su acepción a lo grotesco lo liberarían más de la cuenta, que todo aquello lo sacaría de Vermont, de Estados Unidos y que lo llevaría encabezar uno de los festivales más locos de México, el All My Friends en Tijuana en junio próximo, en donde seguro volará unos cuantos sesos y comerá un chingo de tacos de pulpo a las brasas. Platicamos con él sobre cómo le ha sentado eso de tener un chingo de onda y cosechar el rock de buena cepa.

NOISEY: Cuando escuchamos tu música y vemos tus videos pensamos en la desproporción del rock, en todos esos lugares comunes que nos encantan del género. Tras todos estos años de carrera, ¿te has replanteado en hacer algo más, digamos, ‘serio’? ¿Llegará el momento en que escuchemos un álbum conceptual o algo así de tu parte?

Kyle Thomas: Sí, te puedo casi garantizar que mi próximo disco será completamente diferente al pasado. Es hora de algo nuevo, aunque aún no te puedo decir qué es lo que será exactamente. Me voy a comer unos frutos misteriosos y a ver lo que me dicen que haga.

A veces los medios distorsionan todo: de un tiempo para acá muchos cuates han estado hablando más de ti y de lo que haces, se enteran en los portales y dicen que eres una banda nueva, pero la verdad es que ya llevas un ratote dándole al rock. ¿Qué ha cambiado a lo largo de todos estos años de andar de gira y grabar discos? ¿Qué es lo que se puso más aburrido? ¿Qué se está poniendo mejor? ¿Hay algo que extrañes de esos días con poco público y atención?

Seguro que sí. En el momento en que la gente comienza a ponerte más atención es cuando empiezas a pensar y preocuparte por lo que estás haciendo por toda la presión que hay. Siento como que he perdido algo de la libertad que solía tener, pero en realidad todo eso está en mi cabeza. Pensar demasiado en tu arte lo arruina todo; la idea es no pensar y simplemente hacerlo, dejar que el arte se haga solito. Estoy trabajando en regresar a esa zona.

Mucha banda de la vieja guardia nos ha recomendado verte en vivo. Parece que en especial J Mascis de Dinosaur Jr. le tiene un afecto especial a lo que haces. ¿Consideras tener una influencia o herencia marcada de toda esa camada de grupos de los noventa? ¿Qué sería lo que hace a King Tuff distinto?

Me hice un fan recio del grunge cuando ya había pasado, así que todo ese desmadre definitivamente está en mi tejido creativo. Un buen de esas bandas salieron de Massachusetts, así que creo también que hay como un parecido geográfico, pues yo soy de Vermont. Algo de los inviernos duros hace que la gente quiera tocar fuerte la guitarra.

Algo que nos gusta de King Tuff es que nos hace sentir chavos de nuevo, a pesar de que ya mucho del rock que vemos en festivales grandes se haya puesto místico y aburrido. A veces nos gustaría decirles a las bandas nuevas que desayunen lo mismo que tú para ver si así le pegan a los amplificadores o algo. ¿Cuál es la motivación para seguir echando rock de guitarras a estas alturas del partido?

Es que no es mi personalidad fingir que soy misterioso o muy frío. No nos parecemos a los modelos de la moda, no tenemos pelo bonito ni ropa de lujo, ni todas esas cosas que parece que son las que han tomado el lugar de las buenas composiciones hoy en día. Estoy consciente de que nunca voy a ser eso, por lo que puedo abarcar aspectos más animales del rock. Mi forma de verlo es que es una forma bien primitiva, y pienso que se ha convertido en algo demasiado computarizado, mecánico, como todo lo demás.

Tus canciones son como esas películas VHS de gore de los setenta, opacas y con una mugre que se ve muy bien. ¿Te gustan? ¿Crees que tu música pueda funcionar de la misma manera?

Definitivamente. Crecí amando la estética de horror grotesco; Troma y cosas por el estilo. Me gusta un buen porque es sencillamente salvaje y en tu jeta, como el punk. Sería divertido hacer música para una película así. Pero la neta es que ya no veo películas.

Las portadas de tus discos comparten una estética particular, que parece inspirada en cosas como los cómics y esas películas de las que ya te preguntamos. ¿Cómo funciona el arte de tus discos? ¿De dónde sale la inspiración? ¿Hay alguna relación más allá del diseño entre todas las portadas?

Mi hermano Lucas y yo hemos trabajado en todo el arte, juntos. Me siento atraído por las imágenes simples, icónicas y audaces. Creo que los tres álbumes de King Tuff cuentan una historia en conjunto, aunque no podría decir lo que significan.

Vemos que has andado muy activo con los de Burger Records, que tienen un chingo de grupos y muchos están igual de buenos que tu banda. ¿Cuáles nos recomendarías más? Tenemos unos cuántos dólares (no muchos) que queremos quemar en su tienda online.

White Fang.

Algunos creen que las giras son chidas y que uno va en una fiesta sin fin todo el tiempo. Otros músicos han dicho que si no tienes el temple ni lo intentes. A ti te hemos visto haciendo fechas como loco durante los últimos meses, ¿cómo le haces para aguantar? ¿Qué hay que hacer para aguantar el paso como músico?

Andar de gira es una cosa demente que te haces a ti mismo. Es un trabajo duro, mental y físicamente; ahí realmente ves de lo que la gente está hecha. Todos nos quebramos en algún punto de la gira. Pero cuando hay un buen show y conectas con la gente es la mejor sensación del mundo, y es lo que te mantiene en marcha.

Ya queremos verte en vivo, agitar la mata y poder colarnos para que nos firmes un vinilo. Si te vemos por ahí caminando, ¿qué te invitamos? ¿Un demo de una banda nueva, un mezcal, una chela, o sólo te saludamos de lejos?

Tacos.