I'm Not Okay (I Promise): Testimonios de gente que fue emo

Soy un millennial, y eso hace que haya sido parte de la última subcultura que ha vivido nuestra generación: el emo. Usé ropa Abercrombie, tuve MySpace, rayé mis converse con mensajes estúpidos en marcador permanente, My Chemical Romance fue mi banda favorita cuando tenía 13 años y las camisetas de mis grupos favoritos las compraba en cualquier tienda darks que encontraba.

Por el año 2003 las pantallas de todos nuestros computadores se empezaron a llenar de mensajes corta venas de adolescentes inseguros y rebeldes. Estar despechado y colocar este tipo de mensajitos o la parte más triste de la letra de una canción de Taking Back Sunday en el estado de Messenger era la norma.

La mayoría de la ropa que usábamos era negra: vestirse de colores llamativos podría confundirse con felicidad y la regla número uno para ser emo era muy fácil: estar triste.

Todo este movimiento cultural surgió a mediados de los años ochenta en Washington DC, y después fue retomado a finales de los años noventa por bandas como American Football. Pero fue a partir del 2001 que el emo hardcore se fusionó con el pop y se volvió mainstream. MTV se frotaba las manos con la tristeza de millones de adolescentes dándoles una banda sonora que tuvo como protagonistas a: Taking Back Sunday, The Used, My Chemical Romance, Panic! At The Disco, Brand New y Fall Out Boy, entre otros.

Algunos hacían todo lo físicamente posible para tener el cabello como Gerard Way de My Chemical Romance, y también se maquillaban con delineador como Pete Wentz de Fall Out Boy. El emo fue una subcultura impulsada por la tecnología, la tormenta perfecta en el momento indicado: Época pre—Facebook y con el boom del Internet esparciéndose por el mundo. Las redes sociales empezaban a dominar nuestros días. Todos queríamos estar en el top de MySpace del chico o chica más cool del colegio.

Algo así como una contradicción rara, ya que pertenecíamos o queríamos ser parte de una tribu que tenía como lema no pertenecer al establishment. Nació la selfie, solo que para ese momento no se llamaba así. ¿Ya entiendes por qué hay chicas que dominan este arte de tomarse una selfie genial? Llevan 15 años haciéndolo, maldita sea.

Tu nombre no podía ser algo normal como "Pepe Hernández". Tenías que agregarle algo como "Pepe. so sad I can´t breathe. Hernández". Igual acá tienes un generador de nombres emo para que pierdas el tiempo.

Era cool llorar escuchando a la banda más deprimente que conocieras: Chris Carabba de Dashboard Confessional era un maestro en hacer canciones de este estilo.

Te reto a que escuches Hands Down y no sientas una mezcla de químicos rarísimos rodando por todo cuerpo. Yo estoy escuchándola mientras escribo esto y les confieso que es un experimento bastante interesante.

Es como si te tomas un poco de DMT y de pronto empiezas a ver toda tu juventud llena de acné mientras oyes a Chris cantar esa línea que tantas veces escribiste con corrector en tu maleta: ‘’My hopes are so high that your kiss might kill me’’. Tétrico, pero a la vez feliz. Como buen emo.

Para entender más, hablé con personas que fueron emo, para que se abrieran a contar sobre esta época en sus vidas, nos dieran alguna canción que significó mucho para ellos y claro, que nos compartieran su metamorfósis del emo al día de hoy.

Canción Emo: Brand New – "Guernica"

Hay una parte de la canción que dice: "Is this the way a toy feels when its batteries run dry?" Así era exactamente como me sentía: Era tanto el rechazo de mi familia y mis amigos que me sentía sin baterías, como si no pudiese moverme.

Recuerdo que la escuchaba en mi cuarto, de madrugada antes que amaneciera, muy emo el contexto. De alguna forma disfrutaba llorar escuchándola. Me sentía tan rechazada por el mundo que tener una relación amorosa con alguien era impensable en aquella época.

Compraba toda mi ropa en Hot Topic, y si mis converse estaban limpios no los usaba.

Creo que lo más importante de aquella época era que todos los adolescentes que sentíamos que no encajábamos en algún lugar, encontramos un espacio que nos hacía sentir mejor. Una de las razones más grandes para levantarme al otro día era para escuchar este tipo de música.

Tuve una obsesión gigante con Joel Madden de Good Charlotte.

Era parte de su club de fans oficial -que en realidad era una estupidez- y recuerdo que me hacían sentir muy especial en mis cumpleaños ya que me enviaban una felicitación personalizada y era increíble.

Cuando vi a Good Charlotte por primera vez en vivo sentí que me iba a desmayar, y juro que sigo en busca de un chico que me haga sentir como lo hizo Joel Madden. Lloré tanto de felicidad que mi hermano pensó que tenía que llevarme al hospital. También fui de esas tontas que sentía que en las canciones románticas me señalaba a mí.

Mi clave de Hotmail era joelmadden55. Siguen siendo mi banda favorita y le dejo comments de chica enamorada a Joel en su Instagram, así esté panzón y viejo.

Canción Emo: The Used — "The Taste Of Ink"

No tenía una sola canción favorita en aquella época. De hecho, tenía dos. Una era "I'm So Sick" de Flyleaf y cada vez que la ponía en mi reproductor de Ares me entraba un frenesí de empoderamiento que me hacía pegar gritos que llevaron a mi madre a pensar que era parte de alguna secta satánica. La otra era "The Taste of Ink" de The Used y fue el himno de mis años de malos cortes de cabello, MySpace e incontables visitas al psicólogo patrocinadas por mis padres.

Hubo una terrible moda emo que lastimosamente seguí: Me cortaba en muchas partes del cuerpo. Aunque la cuestión no era solo que me cortaba, si no la manera en la que la hacía: Tomaba discos de mis bandas emo favoritas como Evanescence y los rompía por la rabia que le tenía al mundo, y con estos discos rotos me cortaba. Era innegable que al hacerlo liberaba todo el estrés y me sentía mejor. Afortunadamente esa época en la que me cortaba ya pasó y todo está mucho mejor.

Actualmente escucho mucha música. En mi iPod hay canciones desde The 1975 hasta J Balvin y One Direction.

Aún sigo escuchando una que otra de mis canciones emo, creo que jamás podré dejar de hacerlo.

Canción Emo: Alesana – "Curse Of The Virgin Canvas"

En aquella época estaba obsesionado con bandas como The Devil Wears Prada y Alesana.

Alesana tenía muy buenos storylines dentro de sus canciones. Sus álbumes parecían compuestos a partir de pequeños cuentos y eso me gustaba. The Chariot también era de mis favoritas e incluso hoy en día escucho su música. Ellos sabían lo que hacían: escribían canciones que estaban hechas para ser gritadas en vez de crear algo para "encajar" en la industria.

Ir a sus conciertos ha sido una de las mejores experiencias que he tenido. Era liberador, todos los problemas existenciales que tenía en mi adolescencia se iban por minutos mientras gritaba sus canciones y llegaba sin voz a mi casa.

Hoy en día mis gustos musicales son más abiertos y escucho cosas como punk, rap y artistas como Polyenso. Siento que haber empezado a escuchar música más underground me ha ayudado a apreciar otros géneros, lo que suena en la radio no es lo único que existe en el mundo musical.

También he estado escuchando un poco de Toh Kay y ocasionalmente vuelvo a los ritmos más pesados. Uno siempre vuelve a los lugares donde se sintió bien.

Canción Emo : Miss May I – “Hey Mister”

Lo más gracioso es que mis canciones favoritas de esa época son las mismas que escucho hoy en día. Sigo apegado musicalmente a aquellos años.

Cuando escuchaba "Hey Mister" de Miss May I sentía algo parecido a la catarsis. Lo cual estoy seguro que era la razón más común que tenía la gente en ese entonces para escuchar este género. Recuerdo que apenas le daba play a esta canción en MySpace se me erizaba la piel, algo muy gracioso.

Creo que en esa época los emo éramos un poco pretenciosos, ya que escuchábamos solo esa música adrede y no le dábamos espacio a los otros géneros. Ahora busco sentir la música y apreciar el arte en sí. Creo que con la edad vas madurando y entiendes que hay muchas más cosas que también merecen ser escuchadas, te vuelves más tolerante a otros géneros.

Actualmente ya no oigo música tan pesada.

Yo también les dejaré una imagen un poco ridícula. Estoy con mis amigos en una fiesta de Halloween disfrazados de emo. Dicen que en Halloween uno se disfraza de lo que realmente es, ¿no? o una mierda así. Soy el idiota de franela blanca con cabello bastante raro y delineador en los ojos.