En diciembre del 2009 Ramón Ayala dejó los escenarios tras encontrarse en medio de una balacera entre narcos y la marina, durante una presentación en una fiesta privada que resultó ser en casa de La Barbie.Pero el sábado, después de cinco años de ausencia, “el arcordeón más rápido del norte” regresó a la Ciudad de México acompañado de sus Bravos del Norte dispuesto a recobrar el titulo del Rey del Acordeón, y festejar cincuenta años de carrera, en los cuales ha publicado la impresionante cantidad de 113 discos de larga duración. Miles de fans desempolvaron los sombreros tejanos y las botas vaqueras, sacaron el Buchanan’s y se dispusieron a hacer lo propio, y este es el testamento de lo vivido aquella noche.
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