Una de las cosas más sabrosas del punk es que necesita de muy poco para sonar. En verdad solo hay que tener ganas de hacer ruido y mandarlo todo al carajo. Qué importa si los amplificadores suenan como chatarra, si las guitarras están dobladas o si los parches de las baterías son puros remiendos. Todo vale, así es el sonido de la calle.Así fueron los inicios del punk, puro mugre y sentimiento, por eso no hay nada más sublime que ver a las Polikarpas rompiéndola con todo en los 90. Este video tomado del canal de Román González, no tiene una fecha exacta pero según la cámara se grabó el 26 de octubre de 1996, un año después de la creación de Polikarpa y sus Viciosas. En el vemos a una de las bandas más contestatarias, aguerridas y poderosas del punk colombiano tocando en un salón comunal completamente blanco ubicado quién sabe dónde. Los instrumentos están en una esquina y estas tres mujeres gritan las letras de las canciones porque no hay micrófonos. Pura crudeza de la buena.En un principio los invitados miran a la banda con seriedad. Como si la estuvieran analizando o como si no les gustara. Probablemente este es uno de los primeros conciertos de Las polas y los presentes, puros pelados, recién estaban descubriéndolas. Además recuerden que en nuestra sociedad machista una banda de mujeres feministas es algo que choca, sobre todo en esos años. Pero alrededor del minuto siete la gente sale del letargo y se arma el pogo. Lo mejor es cuando alguien alza un niño de unos cuatro años que estaba por ahí mal parqueado. En la segunda parte, ese enano vestido de azul sale bailando justo en la lugar donde la gente se da, como si lo estuviera armando. Bien ese pelado.Estos videos son pura historia nacional. Memorias del punk. Tesoros.***
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