Eptos Uno, Hacer Historia
Fotos cortesía de Universal Music

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Música

Me tomó mucho tiempo ser así de bueno: Una charla con Eptos Uno

Nos sentamos con uno de los máximos referentes del hip hop latino, a propósito de su debut con Universal, el esperado 'Hacer historia', estrenado en enero 2019.

Según él mismo me dijo, un fragmento de la letra de “Anticomercial”, el primer tema que grabó Eptos Uno cuando apenas tenía quince años, reza así: “En cuanto suena la campana y la guerra de estilos empieza, / Eptos va llegando, así que reza”. El debut en rimas de un adolescente que buscaba hacerse de oídos en su natal Ciudad Obregón, Sonora, en el noroeste de México.

“Desde morro ya traía la onda bien hardcore, el rap de combate”, acepta un referente de letras impecables en el hip hop, mientras recuerda que para grabarla tuvo que recurrir a la ayuda del único sujeto que en los alrededores contaba con una computadora. “Usábamos, no sé, la melodía de un trío y la batería de un grupo de rock, sampleos y beats bien feos, pero era lo único que había”. Al echar la vista atrás, La E chasquea la boca, mirando de reojo el diente de búfalo que de su cuello pende. “Sí, me tomó mucho tiempo ser así de bueno”, suelta mientras menea con una cuchara su café y piensa en su presente.

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De aquellos días en su barrio cuando era conocido como Antonio Lara, el nombre que aparece en su acta de nacimiento, queda poco. El tipo conserva su gusto por el grafiti ––“me aviento una pieza de pronto, para tirar el estrés”––, incapacitado para negar que de la época en que rayaba ilegalmente nació su apelativo como rapero. De igual modo, la goza viendo el béisbol y escuchando cantidades industriales de rap en ingés y en español; sin embargo, su música ha cambiado harto:

“Básicamente, hoy día lo que hago suena tal y como yo soñaba que lo hiciera”, explica el norteño haciendo referencia a Hacer historia, un álbum esperado desde hace años y recién editado bajo el amparo de un sello trasnacional; un plato donde su autor marca raya ante el quinceañero que fue y que se autodenominaba anticomercial para certificar que la era en que buscaba problemas en cada esquina de Arizona se esfumó. “He madurado bastante a nivel lírico. Mucha gente está acostumbrada a las rimas de antes, a eso de tirarle a otros raperos, como en las batallas, pero yo ya no ando en eso; actualmente prefiero abordar otros temas”.

Checa el resto de la nutritiva charla que tuvimos con La Quinta Letra.

NOISEY: ¿Cómo te trata tu nueva casa disquera?
La E: Bien. No me puedo quejar. Hay cambios, la verdad. Ahora mi música suena tal y como yo soñaba que lo hiciera. Además están los videos. Nunca en mi vida había tenido la oportunidad de mirarlos así, como me los había imaginado en mi cabeza. Ha sido benéfico para mí todo esto.

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Con un sello trasnacional detrás de ti muchos creerán que tu libertad se verá mermada.
Pues yo hago lo que quiero. Jamás se me ha impuesto un límite. Desde el principio todo fue muy claro, antes de firmar cualquier contrato hablamos de mi libertad creativa. Finalmente, a mí me preocupa lo que diga la gente cercana a mí, o los artistas a quienes respeto. Digo esto porque algunos solo buscan herir y yo trato de no ponerle tanta atención a lo negativo. Aunque apenas hice un video leyendo todos los comentarios que me llegan a mis redes sociales, para que la gente vea que sí, que también me doy tiempo para checarlo todo. Estoy preparado para recibir toda clase comentarios porque sé que mi rap es casi igual al de ayer; la gran diferencia es que ahora cuento con herramientas que antes ni soñando iba a tener. Me gusta cómo quedó Hacer historia porque alcanza mi principal objetivo: sonar bien.

Tardaste bastante en sacarlo a la luz.
Tardó casi tres años en salir porque tuve algunos problemas. Ya iba avanzado y tuve que recrear la música, volverla a hacer porque había por ahí algunos sampleos que era necesario licenciar. La cuestión legal me detuvo. El plan era encontrar el sampleo más recóndito. Por ejemplo, en “Red eyes” usamos una rola italiana de los setenta; la cosa es que la disquera que la editó ya no existe, entonces ¿con quién nos arreglábamos para licenciarla? Hay raperos que no hacen esto, dicen que toda la música es suya y sacan el disco, pero luego vienen las broncas. Nunca se sabe, es mejor tomar precauciones. Pero lo de usar músicos en vivo fue bueno al final, porque le dio otra vibra al disco. Siento que quedó mejor.

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Fotos cortesía de Universal Music

¿Qué hay de la portada?
La portada la hizo un artista poblano que se llama Root Rises. A este bato lo conozco del ambiente del grafiti y trabajamos juntos porque a mí desde morro me ha gustado todo ese rollo de los robots, y él hace robots samuráis, acá, bien raros. Le platiqué mi viaje y él lo plasmó a su modo. Me sorprendió bastante cómo quedó la portada. Yo creo que el trabajo de Root ha sido determinante en el impacto que el disco ha tenido en la gente. Eso necesitaba yo: algo fuerte a nivel gráfico para regresar con todo.

Hablando de elementos visuales, recién lanzaste el video de “Adicción”. ¿Cuál es tu postura frente al tema de las drogas?
Estoy a favor del auto cultivo y estoy muy bien informado al respecto. Me ha tocado ver cómo la hierba le ayuda a la gente enferma, pero también conozco el otro lado, sé del mal que generan las drogas duras. En el video fui detallista, los actores son jóvenes para que los más morros se identifiquen; retraté las cosas que he visto a lo largo del país y mucha gente me ha contado que justo así es la realidad en su barrio. Se está perdiendo mucho lo de dar un mensaje en el hip hop, se habla mucho de la cocaína y de las pastillas, pero mi escuela es otra. Me gustan más los que tiran una que otra rima con mensaje. Por eso hice “Adicción”. No como diciendo “ey, no lo hagan”; solo retraté una situación que se vive a nivel nacional.

Tienes por ahí otro tema, “Won't stop” [incluida en Vacaciones en la Calle Vol. II, Viajeros del Tempo, en colaboración con Dee].
La pensé cuando hice “Adicción”, porque tengo esa otra rola que que es más de cotorreo. Muchos podrían creer que me estoy contradiciendo. Para algunos puede parecer así. Pero no, la mayoría de la gente entendió la foto que tomé en “Adicción”, la foto del barrio, de lo que pasa en ese nivel con los morros y las drogas.

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Vienes de protagonizar un tiro verbal contra Yoga Fire y Emecenas, ¿algo que quieras decir al respecto?
Simón, de allá vengo. Pues para mí eso quedó atrás. No son los primeros raperos con los que he competido, aunque sí es la primera vez que la cosa se pone así. Creo que al final el pleito fue benéfico para todos, porque el público volteó a escucharnos a todos. A mí me calentó al ambiente para la salida de Hacer historia, pero ahora estoy enfocado en otra cosa, quiero dejar todo eso atrás, hablar de otros temas. Tengo canciones como “Un momento”, la rola que más ha pegado del disco y que habla de la naturalidad con la que se lleva la infidelidad en las parejas. La gente nunca esperó que yo hablara de algo así, pero, ¿por qué no? O ahí está “Ambición”, que habla de la gente que piensa que uno se cree mucho cuando no, simplemente se tienen otro tipo de ambiciones. Para este disco trabajé con Frankie El Médico, él ha colaborado con Fat Joe, Pitbull y J Balvin, se la sabe; y los dos buscábamos hacer un disco entretenido, diverso, inspirados en artistas como Kanye o Kendrick, gente que no se casa con un sonido ni una temática.

¿Qué opinas del rap que se hace ahora en México comparado con el que se manufacturaba cuando eras adolescente?
A mí me tocó una época con poca información. Un compa nos cobraba bien caro por quemarnos un disco de rap allá, en Obregón. Ahora todo es diferente, hay mucha información y los morros de veinte años ya lo hacen muy bien, son como máquinas. Antes tenías que ser bueno; hoy basta con que suenes bien, y hay muchos sonando igual. Me gusta el lenguaje, el estilo y la diversidad que hoy existe, pero hay una ola de música trap que es muy fácil de hacer. Además, a mí no me gusta escuchar a un mexicano hablando como boricua, diciendo “ay mami esto y lo otro”; me gusta que el lenguaje represente, que tenga esencia. Me caga la falta de humildad del mexicano en general, no sólo en el rap. En otros países los artistas van subiendo gracias a que colaboran entre ellos, pero acá no es así. Hace falta unirnos, ver a seis raperos mexicanos juntos para que sus fans también se unan. Por ejemplo, Cartel de Santa está chido, me ha influenciado su música, mis respetos, pero ¿por qué no agarran al Gera para hacer una rola? Claro, no hay por qué, para todos hay, pero eso le daría un plus a la escena, así todos nos levantaríamos.

Ya que mencionas a Cartel de Santa, ¿qué expectativas nacen de Hacer historia? ¿Te gustaría alcanzar el grado de exposición de Babo o Control Machete?
Estaría bien chido eso, pero quién sabe qué vaya a pasar. Mi plan es darle con todo. Conocer la industria desde esta altura, aprender lo más que pueda para en el futuro saber cómo moverme. Finalmente mi línea es otra y mi público también. De momento ya estoy trabajando en la escena de LA. Acabo de presentarme para unas mil personas allí, pero también quiero ir a Oakland y Nueva York. Además, pronto estaré en Guadalajara, Zacatecas, San Luis Potosí, Saltillo, Monterrey, Sonora, Obregón, Mérida, Cancún. En la CDMX será la presentación del disco en el Foro Indie Rocks el 23 de marzo. Ahí voy a tocar el disco tal y como está grabado, con músicos bien pesados, en vivo todo. Se va a oír bien chido. Pensando más a futuro, sé que el rap que hago ha tenido hits virales, pero ha sido difícil para mí lograr esto porque prefiero las rimas complicadas cuando para pegar hay que tirarle a lo más simple. Quizá sí, sí me gustaría ser como Control Machete con su disco Mucho barato…. Dejar como herencia un álbum que en el año 2040 siguiera sonando bien chido. Para mí, eso significaría ser exitoso. Sí, esa es la clase de longevidad que busco.

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