Indie rock hecho con sabrosura caleña

Cualquiera que haya pisado Cali se habrá dado cuenta que es una ciudad que respira música en cada esquina. Esta urbe literalmente suena, y la fiesta y el baile se sienten por todo lado. Encuentros como las escuchas de Salsa al Parque, el Festival Petronio, el evento de Los Melómanos que se hace durante las ferias, las decenas de salsotecas y bares llenos de vinilos y las escuelas de baile, de alguna forma certifican la estrecha relación que la ciudad mantiene con la música. Pero esta es solo la superficie, porque en Cali suena mucho más que salsa y música del Pacífico. Mucho más.

En esta calurosa urbe se mueven varias escenas de rock, punk, metal, hip hop, electrónica que, si bien no son muy grandes, tienen mucho poder y ganas de hacer cosas. El problema es que estas son escenas itinerantes, que nacen y mueren una y otra vez y constantemente están luchando por mantenerse.

Las razones para la fluctuante escena caleña son las mismas que dificultan el dedicarse a la música en todo el país. Falta de espacios y lugares para tocar, falta de apoyo por las entidades públicas y privadas, el vergajo POT que obliga a cerrar lugares en todo el país, los cambios generacionales… En fin. Solo que en una ciudad pequeña, todos estos obstáculos se sienten más. Pero esto no significa que la gente deje de hacer cosas y de moverse.

Desde hace unos tres o cuatro años se ha estado reactivando la escena rockera indie (junto con otras más pesadas y undergroud como la del crust y el punk d-beat) en la ciudad. Leandro Viana, de Los Hotpants, cuenta entre el 2009 y 2013, los músicos independientes no sentían un apoyo sólido por parte de la Secretaría de Cultura de la ciudad. Sólo había un par de festivales y pocos lugares para tocar. En vista de eso, muchos grupos comenzaron a buscar sus propios espacios en casas, garajes y pequeños bares. Eso empezó a reactivar la cosa y le dio forma a una escena de rock indie con muchos toques de shoegaze, stoner rock y en algunos casos hasta las partes más melódicas del metalcore, pero que igual mantiene un sonido particular de la ciudad.

En 2013, la administración de turno volvió a darle apoyo a la música, lo cual fortaleció iniciativas como el Unirock, un festival de modelo mixto que es el más grande de la ciudad. Esto sumado al trabajo de la gente, le dio un nuevo aire a la ciudad y de a poco el sonido caleño comenzó a reaparecer en los circuitos de música del país.

Aquí les tenemos una pequeña lista de grupos caleños a los que vale mucho la pena pararles bolas.

Electric Sasquatch

Este cuarteto nacido en 2009 crea una atmósfera psicodélica especial con su sonido. La música de Electric Sasquatch produce una especie de nostalgia al interior del alma, pero al tiempo lo llena a uno con una especie de energía colorida que calienta el corazón.

Vientre

Un poco de rock indie con nu-metal hecho con gritos y voces dulces, mezclado con partes frenéticas y caóticas, unidas a melodías arrulladoras. Vientre es el delirio y la calma juntos. Es un grupo con una energía especial que produce una vibración que sube desde los talones hasta la garganta y obliga a cantar con gritos cada tema.

Los Hotpants

Shoegaze al estilo caleño. Este grupo nacido en 2011 nos regala un sonido como para escucharlos con los ojos cerrados. La atmósfera que Los Hotpants crea con su música altamente influenciada por los sonidos noventeros, nos remite a una tarde fresca en un bosque, en la que uno se acuesta sentir la brisa y a escuchar música a todo volumen mientras pasan las horas.

Red Sun Cult

Un trío lleno de fuerza nacido en 2016 que  presenta un rock con toques bluseros pero pesados y mucha influencia del stoner rock. Esta es un banda con sonido rudo, tipo motociclistas desenfrenados que viajan a todo velocidad por las carreteras del infierno.

Take Off

Sin duda un proyecto diferente ya que no es hardcore, ni idie rock, ni pop sino la curiosa mezcla de todo. El lado más duro del pop. Este quinteto nacido en 2009 tiene una peculiar mezcla de guitarras melódicas y no muy distorsionadas, pero hechas con los cortes típicos del metalcore y con voces limpias y melódicas. Más que una banda rara, Take Off es una banda única.

Desnudos en coma

Un golpe agresivo y melancólico a la vez. Desnudos en coma nació en 2011 con una propuesta indefinible pero llena de fuerza y energía. Ellos se clasifican como post hardcore y nos remite a ese genial sonido de la primera ola del emo pero con toques del nu-metal noventero. Es un sonido saturado y calmo, que nos lleva por varios estados de ánimo y no hace querer gritar y saltar mientras alzamos los brazos y nos dejamos llevar por el sonido.

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