Plural mayestático. Al grito de monetes y gaticos nos bajamos al Monkey. Al Puerto de Santa María de festi. Recibidos por una huelga de basuras que aromatizan muy malamente con el pecaíto frito. Nos vamos a cenar a un gallego con tan buen menú que no llegamos a ver el pulpo de Novedades Carminha. Una lástima. Hawkwind nos aburren con su rollito banda homenaje a sí mismos y su pesadez psicodélica. Menos mal que Cápsula nos levanta la moral y arrasa con todo a fuerza de guitarrazos. Poco más que hacer hasta Meneo, pero no se despelota de salida así que mejor ir a bailar el dingo a otro lado y morir en El Niño Perdido.
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Para el segundo día más pecaíto fresco y marisquito en cucurucho y a ver a Mugstar y Oneida. Si no los desenchufas seguirían tocando al día siguiente su progresivo lento y aburrido. Holloys triunfan a lo grande con una apuesta fiestera y complicada a dos baterías. Chrome Hoof son lo más, aunque los dientes que le faltan a su cantante dan yuyu. Algo así debió pensar la gente porque allí nadie se quedó y no había fiesta. Where’s the party in Puerto Cherry? Para el último día K-X-P, Zombie Zombie y Ken Stringfellow & Ledatres haciéndose del tirón Hedwig & The Angry Inch. ¿Cortaron por lo sano la sesión o salieron de travestones alemanes?
