Durante las seis horas y media que estuvimos en Expo Sexo el domingo, escuchamos "Felices los cuatro" de Maluma unas doce o quince veces. En serio, si hay que resumirlo de alguna manera, fue un festival de carne, nalgas, sudor y muchísimo reggaetón. Arriba o abajo de las tarimas con shows eróticos, cada dos pasos veíamos una cantidad importante de nalgas, tangas y chicas desnudas. Gente sobre gente. Actrices, actores y modelos simulaban posiciones sexuales con personas del público sobre unos sillones diseñados específicamente para coger. La cara de felicidad de quienes participaban en esta simulación sexual era bíblica, sus pupilas se agigantaban mientras tocaban esos cuerpos tonificados y el morbo reinaba y se mezclaba cada par de minutos con algún mesero o promotor ofreciendo cerveza o condones. Todo, a ritmo de reggaetón. Siempre.
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Aunque no podemos replicar a qué sonaba (y a qué olía) el Pabellón Palacio de los Deportes, al menos trajimos fotos. Así se vio la Expo Sexo 2018: