El 14 de febrero es una de las fechas más horrendas que existen en este mundo. Demostrar amor y amistad en un día que te lo dicta el calendario es lo más falso que puede haber. Uno puede apreciar, a cualquier hora de esta fecha, por cualquiera de las calles, el clásico automóvil atiborrado de post its de corazones, donde sobresale el romántico y cursi –como cualquier canción de Sin Bandera– "Te amo…", que lleva el nombre de ella o él, dependiendo de quién se deje ver más envergada o empanochado. Igualmente, puede suceder que en un hábitat godín, dentro de una oficina, Pedro se atreva a declararle su amor a Laura durante esta fecha, llegando antes del amanecer al corporativo para decorar el escritorio de quien es su amor, su vida, todas sus quincenas, y quien todos los años que llevan trabajando juntos lo ha mantenido en la friendzone. Cosas así ocurren en cualquier lado, ya sea en las escuelas con los ramos de flores que no precisamente son para pedir perdón, sino para que quizás haya una oportunidad. Con la familia, tus propios amigos o tu novia o novio tampoco uno está exento del martirio, porque siempre quedará la duda de quién dio el chocolate más grande, el más costoso en esa fecha que dicen "es pura mercadotecnia". Nadie se salva del Día de San Valentín. Todos pertenecemos a esta sociedad que consume y vomita. Sin embargo, uno de los obsequios, detalles, declaraciones que más me gustan –y que espero ojalá siga existiendo entre nosotros los humanos– es aquella laboriosa tarea que tiene que ser perfecta, como lo es hacer un CD-R o casete con algunas melodías que lo dicen todo, sin complicaciones. Por ello, y aunque estoy seguro faltaron cientos de temas que se encasillarían –hablando como género musical– en la verdadera emo music, aquí están cinco canciones para darles uso, cinco canciones para quemarlas en un CD-R o grabarlas en encima de un viejo casete para salir y obsequiárselas a quien más se desee.
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The Get Up Kids – "Action & action"
American Football – "Never meant"
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