Poesía al fondo de un frasco de poppers: Charlamos con Joel Gibb de Hidden Cameras

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Música

Poesía al fondo de un frasco de poppers: Charlamos con Joel Gibb de Hidden Cameras

La libertad es una realidad que pocos artistas logran conquistar. Joel es uno de ellos.

A la música de Hidden Cameras se le cataloga como "gay church folk music", acaso por su instrumentación campirana, la catarsis coral que rasga sus canciones como una incisión espiritual o como dinamita de éxtasis, según lo requiera la pasión, y por lo provocativamente explícito de sus letras, protagonizadas por hombres homosexuales que no le tienen miedo a la búsqueda de la felicidad y mucho menos al placer. Las letras de Joel Gibb suelen contar historias de gays que lo mismo reflexionan sobre sus fracasos mientras esperan a un hombre que podría iluminarles el camino en un café burgués ultradecorado de Toronto, al mismo tiempo que se hunden en los más hondo de un sórdido pantano de lengüetazos, vergas y sudor, el otro lado del arco iris del que no muchos hablan, donde el deseo se mimetiza con la redención o el afecto en unos cuantos jalones de popper:

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"La tensión sexual que se respira en los parques de crusing, los cuartos oscuros, los tríos. Para mí, todo eso es material poético. Me desespera que algunos músicos que se admiten como gays, no mencionan los poppers en sus canciones. Suelo escribir sobre olores e imágenes que nunca antes se habían descrito en las canciones, de formas muy explícitas, sin hipocresías ni lecciones morales y que son una muy buena fuente de inspiración, Para mí la música tiene que ver con la honestidad y libertad, y me parece que de pronto, lo que hoy se considera "música gay" carece de honestidad y no hay libertad. Vamos ¿cómo puedes considerarte un autor si no eres libres y si muy preso de, por ejemplo, componer un hitazo?" me dice Joel Gibb, fundador, cantante y miembro permanente de los Hidden Cameras, la banda de Toronto que irrumpió en la escena indie de principio de los dosmiles (mucho antes que los millenias convirtieran lo indie en una app) con su folk corrosivo y pornográfico.

Quizás por eso John Cameron Mitchell lo escogió para que uno de sus temas principales fuera el tema principal su cinta porno-indie Shortbus y se ganó el respeto de Stuart Murdoch de Belle & Sebastian y así fue que los conocí y desde su primer álbum, Ecce Homo (2001), sigo mucho la carrera de los Hidden Cameras, que en realidad es el seudónimo de Joel Gibb puesto que los músicos no son constantes a lo largo de la discografía, van y vienen:

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"No hay un requisito, como decirlo, estricto, para que un músico termine colaborando conmigo en un álbum de The Hidden Cameras. Lo que busco en un músico tiene que ver con muchas facetas y es algo que se ha ido gestando desde el primer disco. Cuando formé Hidden Cameras, yo estudiaba semiótica en la Universidad de Toronto, y escuchaba mucho a Nick Drake, Scott Walker y Johnny Mitchell y digamos que quienes compartían esos gustos conmigo fueron los que de algún modo terminaron integrándose a la banda. Por ejemplo, este álbum, Home of native land, está muy inspirado por el sonido y todo el imaginario que gira alrededor del instrumento pedal steel guitar, un instrumento muy particular que cuando lo escuchas, de inmediato se te vienen una serie de imágenes preestablecidas. Necesitaba a alguien que lo supiera tocar con una precisión y, digamos, una sensibilidad especial y afilada. Siempre trato de buscar composiciones que tengan un grado de identificación pasional conmigo y los músicos de algún modo deben conectarse con eso. Pero si suelo concentrarme en que sean buenos músicos, mejores bateristas, mejores bajistas. Ahora mi bajista es de Austria, como un hermano para mí, estuvo conmigo en una gira por Estados Unidos y me gustó como pude entablar un diálogo con su bajo. Aunque me gustaría aclarar que en Hidden Cameras no sólo tienen cabida músicos, también suelo invitar a artistas visuales, performanceros, cineastas, etc".

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Home of native land es el nuevo álbum de Cameras/Gibb lanzado a finales de 2016, y en él entabló colaboraciones con Feist, Ron Sexsmith de los St. Catherines, Rufus Wainwright o Neil Tennant de los Pet Shop Boys, entre otros. Devoto a su debilidad folk de Gibb, en está ocasión ha optado por afirmar el sonido country típicamente americano.

"No estoy obsesionado con la música country, pero me gustan los sabores que produce la música country y la nostalgia que es capaz de evocar, me encanta el sonido del banjo, momentos como los de Nacy y Lee, que es como folk-pop con arreglos country, el álbum es un ejercicio de mi idea del country, con muchas reminiscencias al bluegrass y también a ecos irlandeses" cuentan Joel.

El álbum de algún modo es un regreso a sus raíces canadienses después de vivir entre Toronto y Berlín, su segundo hogar por mucho tiempo. De hecho, Home of native land es un párrafo extraído del himno nacional canadiense:

"Un poco era rescatar esa idea de pueblo generoso de Toronto dónde todos se conocen y hay una empatía un poco más elaborada y su escena gay es como un pueblo pequeño, no comparado con Berlín que es muy grande y muy cosmopolita y muy intensa. Supongo tiene que ver con la ciudad que es mucho más penetrante que Toronto, dónde todo es más, como decirlo, amable. A la gente en Berlín le pesa mucho la historia de Europa, aunque a veces pienso que a Canadá le hace falta ser más trastocado por su historia, un poco como el country norteamericano; ese último álbum, cuyo nombre es una referencia a una parte del himno nacional canadiense, tiene que ver precisamente con la búsqueda de unas raíces que a veces pareciera que no existen del todo".

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Foto: Julius Sevcik

Noisey: Aunque Berlín tiene una las escenas leather-gay más interesantes e intensas
Joel Gibb: En eso tienes razón, es muy fuerte y muy cachonda la forma tan en serio como se toman la actitud leather…

A mi me excita todo lo relacionado con lo leather, ¿has escrito, compuesto algo al respecto?
No lo recuerdo pero debe ser y es un gran material para una canción.

Por cierto, hablando de leather y fetiches, ¿eres tu el bato que aparece en la portada de Home of native land?
Así es. No fue un movimiento muy calculado, fue la mejor foto de toda una sesión de fotos que se hizo al mismo tiempo que rodé un video para el sencillo Had a felling´bout you, inspirado un poco en la película de Andy Warhol ,Chelsea Girls, en la que el director graba a las chicas prácticamente haciendo nada sin nadie alrededor. Así yo, sólo yo y nadie más, un poco en la misma línea como cuando Warhol filmó a Nico La idea original  es que fuera una portada que tuviera que ver con alguna de las imágenes del video filmado en su totalidad con una cámara Súper 8. Antes de eso, la idea era yo proyectándome en medio de dos espejos y ya sabes, mi imagen reproducida hasta el infinito hasta que uno de los espejos se rompe, y después suceden otra clase de situaciones. Pero junto con unos amigos rodamos el video en un bosque de espíritu muy canadiense y en el camino decidimos que una foto extraída del video estaría muy conectada con el título del álbum.

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Te ves muy cachondo, me recuerda un poco la estética de Tom of Finland.
Sí, un poco, no es por mamón pero para tener 39 años siento que no estoy tan mal y masturbarte un poco el ego es eventualmente bueno. La idea era hacer una especie de leñador queer.

¿Quizás la idea del video que cuentas es que Hidden Cameras en realidad eres sólo tu?
Hidden Cameras sólo soy yo y quién sea que me acompañe en los discos o durante una gira. Yo prácticamente toco con cualquiera, aunque, digamos, que suelo tener una cierta preferencia con músicos de Toronto. Pero que no se me malentienda: toco con cualquiera

Me parece que en este último disco no es tan homosexualmente radical como otros.
Definitivamente,  este disco no de un manifiesto gay tan extremo y explícito como si lo fueron otros, sobretodo el primer disco.  Pero es una cuestión de entender el tiempo, los ochenta fueron un tanto contenidos y los noventas me parecieron muy heterosexuales. Cuando saqué Ecce Homo, estaba convencido que era el momento adecuado para hablar de temas gays que nadie hablaba con tanta claridad, o no como me hubiera gustado que los tocaron.

En los noventa, en un circuito subterráneo, hubo un movimiento de queer punk muy fuerte que cantaban rolas muy explícitas, como Pansy Division.
Pansy Division era una banda interesante, pero la música no era muy buena, no a los niveles de radicalidad como los Sex Pistols o Dead Kennedys

¿Dónde pasas la mayor parte del tiempo?
Supongo que a partes iguales entre Berlín y Toronto, aunque si podría considerar que mi segunda ciudad fuera la Ciudad de México. México tiene un clima de lo más privilegiado. Unas vacaciones la pasé junto con Michael Stipe en Todos Santos, un guitarrista de Michael tenía una casa ahí y aquello estuvo increíble.

Todas las fotos tomadas del Facebook Oficial de The Hidden Cameras.