La Santa Cruda: Curry y la lesión más desafortunada

Dicen que mal empieza la semana a quien ahorcan en lunes, y no, la noticia no se dio precisamente en este día aunque no debe tardar en darse a conocer el parte médico. El pasado sábado, los Golden State Warriors vencieron a los Houston Rockets, pero en el trayecto del juego, perdieron a su gran estrella, Stephen Curry. Se espera que este lunes se dé a conocer el tiempo que 'Steph' esté de baja.

Además, hablamos del extraño caso de los clásicos en Argentina, un ridículo más de Cruz Azul, la contundente pegada de Golovkin ante otro rival de trámite (¿hasta cuándo alguien de nivel) así como un breve resumen de UFC 197.

Acá arrancamos con la madre de tus resacas en lo mejor de la Santa Cruda.

La gran pregunta es, ¿y ahora? Vamos, todos sabíamos que Golden State no tendría problemas en superar a los Houston Rockets, con o sin Stephen Curry. Es más, sea quien sea el rival de la siguiente fase, los Warriors tienen con qué ganar. El problema pasa cuando lleguen a la final de conferencia y se topen a los San Antonio Spurs; ahí si, sin Curry, no le vemos mucho chance al actual campeón de la NBA.

La victoria y el 3-1 en la serie fue doloroso para Golden State que sigue caminando en los playoffs sostenido de unos lastimados tobillos y ahora una rodilla maltrecha del mejor jugador de la NBA. Stephen tiene al parecer un esguince de rodilla, que de confirmarse, prácticamente lo dejará sin posibilidad de volver a estos playoffs.

¿De qué sirve romper el récord de más triunfos en una temporada y quitarle ese honor al que muchos consideramos el mejor equipo de todos los tiempos como lo son aquellos Chicago Bulls de 1996? En este instante, solo de anécdota y de escribir un texto en el libro de récords de la NBA. Una campaña como la de Golden State solo se puede coronar con eso, con una corona de campeón.

Klay Thompson es el arma principal de este equipo, un extraordinario jugador que vivió una enorme campaña, pero sin Curry no le vemos forma a estos Guerreros. Es como si a aquellos Bulls les hubieran quitado a Jordan.

Clase y contundencia. Así podríamos resumir el despliegue boxístico de la velada del sábado en el Forum de Los Ángeles, donde la fuerza "Triple G" volvió a hacer de las suyas frente a Dominic Wade, un rival de papel que el kazajo despachó en dos asaltos. La diferencia de poder entre Golovkin y Wade fue evidente desde el primer round. Se esperaba que Wade no terminara la contienda, pero tampoco que cayera tan pronto en la pelea.

Golovkin sigue entreteniendo al público con su "estilo mexicano" —a mi parecer una declaración un poco exagerada, ya que también se necesita de mucha técnica para dominar este estilo; estilo que a Golovkin le hace falta—. Pero cabe reflexionar si en realidad no nos está malacostumbrando a ver peleas fáciles. Sabemos que no es su culpa que la mayoría de los clasificados y oponentes "obligatorios" no quieran pelearle, pero creemos que tal vez es tiempo de moverse una división arriba, porque la ansiada pelea con el "Canelo" parece aún muy lejana.

Por otra parte, en la cartelera coestelar, Román "Chocolatito" González venció por decisión unánime a McWilliams Arroyo, en lo que fue su segunda pelea más difícil de su carrera después de la apretada contienda ante el mexicano Juan Francisco Estrada. Al final, la clase y experiencia del nicaragüense lograron minar a su oponente boricua para mantener el invicto. Creemos que es hora de la revancha ante el mexicano para ver de qué cuero salen más correas.

Pasamos de la ilusión al fiasco en una tarde de domingo asombrosa. No hay palabra para definir la extraña jornada de clásicos en el futbol de Argentina donde vivimos cuatro de los juegos más pasionales que hay sin poder celebrar un solo gol.

Primero, el terrible Boca Juniors vs. River Plate, un encuentro que sirvió para que quien estuviera cansado, pudiera conciliar el sueño y donde lo más importante, lamentablemente fue la gravísima lesión de Fernango Gago. De ahí en fuera, en el choque de La Bombonera como siempre, lo mejor lo pusieron los hinchas.

Y en la misma situación vivimos el Newell's Old Boys contra Rosario Central, el Racing Club vs. Independiente y el Belgrano vs. Atlético Tucuman. A eso habría que sumarle el empate a cero entre Estudiantes de La Plata contra Gimnasia y Esgrima de La Plata; es decir, los tres clásicos más importantes de Argentina donde están los 'cinco grandes', no hubo un solo gol.

Al menos el sábado, el Lanús contra Banfield estuvo emocionante gracias al triunfo 'granate' de 2-0, en tanto que en el clásico de Santa Fe, pasó lo esperado con la victoria de Unión frente a Colón. Finalmente, en el clásico de Almagro, San Lorenzo se impuso por la mínima a Huracán.

Este fin de semana, UFC se presentó en Las Vegas con UFC 197, contando con el regreso de Jon Jones y la octava defensa del campeón mosca, Demetrious Johnson. Podríamos hacer dos declaraciones iniciales tras las dos peleas estelares del evento. La primera es que Jon Jones tuvo un regreso anti-climático al octágono ante un oponente en Ovince St. Preux que lo llevó a cinco rounds con tres semanas de previo aviso y quien simplemente nunca se atrevió a ganarle a Jones.

La segunda es que Demetrious Johnson es el verdadero número libra-por-libra, por más que lo quiten del puesto. UFC 197 tuvo altibajos a lo largo de la noche, peleas técnicas y calculadas como la de Anthony Pettis contra Edson Barboza y la reaparición espectacular del mexicano Yair Rodríguez quien logró un nocaut increíble sobre Andre Fili, llevándose su cuarta victoria consecutiva en el octágono y el codiciado bono por "Desempeño de la Noche".

En otras noticias, ayer por la noche el cinta negra de jiu-jitsu brasileño, Gordon Ryan de 20 años, salió victorioso del torneo de sumisión que se llevó a cabo en el Eddie Bravo Invitational 6 luego de entrar con una semana de anticipación como reemplazo de Eddie Cummins. Ryan superó a Jacen Flynn, Marcelo Bergo, Yuri Simoes y a Rustam Chsiev en la final, llevándose a casa el título de campeón y una bolsa de 25 mil dólares.

La historia de siempre. Cruz Azul quiere cambiar, lo intenta por todos lados y al final, se encuentra con la misma realidad. Es imposible no ser el 'bullyng' nacional si cada semestre son los mismos ridículos monumentales.

Más allá de la derrota ante Veracruz de este fin de semana, si se suma un cuarto torneo consecutivo sin calificar o bien, se entra de rebote a la liguilla, Cruz Azul es un desastre, un equipo venido de más a menos en el instante en el que debes estar más fuerte.

En un torneo como el mexicano, lo importante no es iniciar bien el torneo, sino cerrarlo bien. Ahí es donde se enrachan los equipos que a la postre son campeones. La Máquina llega con bajas por lesión, con futbolistas en bajo nivel de juego, con una dependencia de un solo centro delantero y con un técnico que a veces da la impresión, está más enfocado en hacer shows en el banquillo que en entrenar a un equipo.

Cruz Azul lo ha hecho todo en los últimos torneos. Contratar jugadores, cambiar de técnicos, experimentar con decisiones de la sangre nueva en la directiva, perder y reencontrar a la afición. No hay mucho más, uno ya no sabe qué tiene que pasar, ya no digamos para ser campeón, sino para el menos, entrar a la liguilla.

El equipo de Boy perdió sin meter las manos ante una de las peores escuadras del torneo. Se gastó todo el colchón de puntos que tenía cuando incluso, llegó a ser tercero de la tabla general. Suma apenas un gol en los últimos cuatro encuentros, con su mejor contratación expulsada y los tres mejores futbolistas de inicio de torneo en plena etapa de recuperación. Su cierre es contra Toluca en Toluca y frente a Tigres en l cada vez más fría cancha del Estadio Azul.

La Máquina es un desastre.