Una exquisita selección de música de plancha a cargo de Las Hermanas

Nada, en todo este vasto mundo, expresa de forma más empalagosa y dramática el sentimiento de amar a alguien, y de perderlo, sobre todo, como lo hacen las baladas románticas en español de las décadas del 60, 70 y 80. Los latinos no podemos pensar el amor sin mencionar a Camilo Sesto, Ana Gabriel, Roberto Carlos, Sandro De América y demás artistas de voces graves y elocuentes que, acompañados de grandes y elaboradas orquestas, lograron una perfección barroca sin igual además calentar el corazón y despertar la lujuria de sus nuestros padres y abuelos. Un triste destino ha sufrido este valioso cancionero, sin embargo; muchas de sus piezas más preciadas e intérpretes más relucientes han sido despreciados por la posteridad y por la crítica. Un destino injusto e inmerecido, la verdad sea dicha, porque en realidad estos hitos musicales fueron la banda sonora de la educación sentimental de muchas de nuestras familias (empleadas domésticas incluidas). Afortunadamente, ese mundo de vestidos lujosos, peinados voluminosos, pechos velludos e historias de conquistas épicas, desengaños desgarradores y amores imposibles no ha muerto. Diego Cuellar es muy consciente de eso y ha ido en su rescate. Con su proyecto de sampling y beats Las Hermanas se ha dedicado a rescatar la magia musical de esos vinilos olvidados, que ahora cuestan como dos mil pesos en cualquier remate, para reinterpretarlos en un nuevo aire hipnótico, nostálgico y acido.

Con el afán de poner esta movida en el estante que se merece, le pedimos a Diego que nos regalara un playlist con canciones insólitas de ayer y hoy compuestas todas dentro de los cánones de la mal llamada "música de plancha". Cada uno de los temas viene acompañada por una frase espontánea a cargo de nuestro romántico seleccionador. Enciendan las velas…

Amémonos, Lyda, para siempre. Desayunemos juntos en el Chicamocha.

No me importa perder, Leo, si la recompensa es tu sonrisa.

Una noche eterna contigo, Salvatore, en la Isla de Capri.

Joe: tú y yo en el Sena… Piénsalo

Roberto abrazándome durante los bellos atardeceres de Acapulco… sabor a michelada.

Nunca podría olvidarme de ti, Tony. Jamás.

Si tuviera que escoger otra vez, Manolo, te escogería a ti sin pensarlo.

Tu único defecto, Palito, es no despertar a mi lado…

Lo mejor viene en empaques pequeños… *** Dicen las que saben que Diego es un corcel en la cama. Pídanselo por acá.