Si hay algo que le empute a un metalero es un casposo, y más si ese casposo resulta ser J Balvin. Y no, no nos estamos refiriendo a los problemas seborreicos del cuero cabelludo, estamos hablando de ese odio visceral que genera en los amantes del metal ver en la calle a alguien utilizando parches de las mismas tres bandas. Alguien que no se ha acercado verdaderamente al género, que todo lo que sabe lo sacó de Wikipedia y que por su atuendo sobresaturado se nota que no es un true, ni lo va a ser. Solo moda.Los metaleros pueden aguantarse muchas cosas pero, repito, jamás a un casposo.Hace unas semanas J Balvin publicó en sus redes sociales una imagen en la que aparece al lado de una piscina con un paisaje de fondo medio boscoso, unos jeans rotos, una camiseta militar y un chaleco camuflado con parches de Pantera, Black Sabbath, Metallica, Slayer y Misfits (entre otros que no se alcanzan a ver).De inmediato la comunidad metalera se regó a insultar aquel "sacrilegio" que representaba con esas fachas el reggaetonero.Y no es la primera vez que Balvin usa prendas alusivas a bandas de rock. De hecho en varias entrevistas se ha hablado de su afición al género. En el perfil que The Fader hizo a principios de este año, el periodista Marlon Bishop afirma que "Al igual que muchos adolescentes adinerados en Colombia, a Balvin no le importaba mucho la música latina, más bien estaba interesado en la música rock en Inglés. (Es una afición que todavía lleva: él tiene un tatuaje del logo de la lengua sonriente de Nirvana en su pierna derecha, y con frecuencia se pone camisetas de Metallica)".Y la vaina va más allá de un tatuaje y unas camisetas, en diciembre del 2015 Balvin tocó "Smells Like Teen Spirit" de Nirvana durante un concierto en Nueva York, y es un tipo cuyas aficiones adolescentes siguen marcadas con una gran influencia.Como sea, no intentamos defender al reggaetonero, pero sí nos ha puesto a pensar… si los metaleros perrean estando ebrios, ¿por qué J Balvin no puede usar un chaleco con parches de bandas de rock pesado?En todo caso, después de leer los comentarios nos dieron ganas de escoger algunos de los más curiosos y reproducirlos para su deleite.
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