Tres claves para entender a Peter Brötzmann

El miércoles 24 de agosto se presentará en Bogotá el saxofonista y clarinetista alemán Peter Brötzmann, una de las figuras emblemáticas del free jazz y la improvisación libre en Europa. No solo es uno de los principales exponentes de estos géneros musicales en el antiguo continente, si no que fue una figura clave en su gestación y desarrollo. Es común usar analogías para describir la importancia de una persona dentro de un movimiento artístico, sin embargo es muy difícil equipar a Brötzmann con cualquier otro músico o artista. Peter Brötzmann es al free jazz lo que Peter Brötzmann es a la libre improvisación. Por eso les voy a dar tres claves para entender su trabajo e importancia

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El jazz es un género musical relativamente joven ya que nació a principio del siglo XX, es decir tan sólo tiene alrededor de 100 años. Casi desde el mismo momento su aparición en el sur de los Estados Unidos llegó a Europa gracias a la industria discográfica que también surgió en aquella época, e hizo del jazz uno de sus primeros productos. Los europeos se convirtieron en ávidos consumidores del género norteamericano y Paris, Copenhague, Berlin y otras ciudades se transformaron en un destino obligado y lugar de residencia por temporadas o décadas para muchos músicos americanos, quienes buscaban mayor reconocimiento como artistas y escapar de la segregación racial en su país. Tal es el caso del saxofonista y clarinetista Sidney Bechet, uno de los pioneros del jazz en Nueva Orleans que se radicó en París en 1950. A este le siguieron otros nombres notables como Dexter Gordon, Eric Dolphy, Lester Bowie, Don Cherry, Albert Ayler entre otros que trajeron estilos de jazz mucho más experimentales con ellos y colaboraron con músicos europeos. Al mismo tiempo, los europeos empezaron a copiar a los americanos y a desarrollar sus propios sonidos como el free jazz europeo o improvisación libre .

En sus primeros treinta años el jazz sufrió profundas transformaciones estilísticas. En los veinte y treinta los solos improvisados se consolidaron en la principal característica del jazz, es por eso que en casi todo tema de jazz cada miembro del grupo hace un solo en el cual improvisa sobre el tema principal. En los cuarenta nació el jazz moderno y se desarrollaron técnicas de improvisación sobre los cambios de los acordes y no sobre la melodía, como se hacía anteriormente. En otras palabras los músicos tomaban los cambios de acordes de un tema conocido y lo convertían en uno nuevo o lo hacían casi irreconocible. Hacia finales de la década de los cincuenta los músicos de jazz empezaron a experimentar con nuevas estructuras armónicas y melódicas y a experimentar con las posibilidades que estas ofrecían a la improvisación y surgió un nuevo sonido en manos de músicos como John Coltrane, Ornette Coleman, Cecil Taylor y Albert Ayler.

Este fue el inicio de un sonido que se conoció entonces como el “New Thing” (La cosa nueva) y hoy conocemos como free jazz. Por un lado, este fue el inició de una nueva música que rompió con reglas y esquemas tradicionales que llevo al jazz por caminos que todavía sorprenden. Por otro, muchos críticos y músicos consideran que fue el fin del jazz ya que lo alejó de la gran audiencia. Como era de esperarse, al igual que muchos otros estilos de jazz, el free tuvo gran aceptación en Europa inmediatamente. En Holanda, Dinamarca, Noruega, Suecia y Alemania se empezó a hacer free jazz en un estilo europeo que posteriormente también se conoció como improvisación libre. Muchos aficionados y críticos no notan la diferencia entre los dos estilos, pero muchos músicos de estos géneros, que también son intelectuales y escritores les gusta dividir el free de la improvisación para diferenciarlo de sus raíces afro-americanas y europeas.

En la década de los sesenta cuando el free jazz llegó al continente europeo, Peter Brötzmann era un artista visual quien había estado involucrado brevemente en el movimiento interdisciplinar Fluxus, que experimentaba los la síntesis de diferentes tipos de arte incluida la música. Además de su trabajo artístico, el en aquel entonces joven Peter, tocaba el clarinete y saxofón inspirado por el trabajo de Sidney Bechet y participaba en bandas de jazz de Nueva Orleans y bebop. Para finales de la década de los sesenta, Brötzmann, desilusionado con el mundo del arte, decidió dedicarse por completo a la música, pero desde una perspectiva que le permitirá romper las reglas establecidas y buscar nuevas fronteras. En 1967 publicó su primer álbum “For Adolphe Sax” (un homenaje al inventor del saxofón) y en 1968 “Machine Gun” donde participarón otras figuras claves de la libre improvisación europea como Evan Parker, Han Bennink y William Breukner. Teniendo en cuenta que el free jazz surgió en los Estados Unidos en 1960, el trabajo de Brötzmann fue casi simultáneo lo que lo convierte a él, sus compañeros, y sus grabaciones en piezas claves y seminales de esta música.

Les presento al octeto de Peter Brötzmann en 1968.

Desde aquel entonces Brötzmann ha sido uno de los principales exponentes del free jazz y la libre improvisación liderando y participando en múltiples proyectos que no solo giran en torno al free jazz, si no el rock, y el noise (además no ha abandonado su actividad como artista visual, ya que ha diseñado las carátulas de sus más de cincuenta discos y algunas de sus amigos).

Entre las agrupaciones en las que ha formado Brötzmann se pueden destacar esta su Die Like a Dog Quartet, una banda homenaje a Albert Ayler (otro de los pioneros del free jazz) al lado del trompetista japonés Toshinori Kondo, el batería Hamid Drake y el bajista William Parker.

Aquí en un concierto en Berlín en 1995.

Junto a el guitarrista Sonny Sharrock, el bajista Bill Laswell y el baterista Ronald Shannon Jackson creó el grupo de rock Last Exit el cual se convirtió en una banda de culto en la década de los ochenta.

Aquí un concierto en Frankfurt en 1987.

Una de las principales escenas de free jazz en el mundo se encuentra en Chicago, por lo tanto Brötzmann creó un tenteto con músicos de esta ciudad que incluyen al trompetista Joe McPhee y al saxofonista Ken Vandermark.

Aquí un concierto para el canal Mezzo

Otra agrupación destacada es Sonere, un trio de saxofones al lado de Matts Gustafson y Ken Vandermark

Estos tan solo son algunos de los ejemplos del trabajo de Brötzmann, que se puede resumir en una larga exploración de diferentes formas musicales. Como el mismo lo explica ninguna de estas formas de música es completamente libre: se rompen reglas pero se crean nuevas. Es decir se explora y se juega con nuevas posibilidades sonoras y musicales.

No es fortuito que Peter Brötzmann visite Bogotá. En el país hay una escena de música improvisada que se ha venido desarrollando en la última década y al igual que hicieron los europeos y los norteamericanos en la década de 1960, ha desarrollado su propio sonido. De hecho Brötzmann se presenta dentro del marco del segundo festival improvisación libre: El Marrano no se vende que se llevará a cabo entre el 24 y el 27 de agosto de 2016 con la participación de artistas nacionales como Ricardo Gallo, Jorge Sepulveda, Ricardo Arias, Hollman Alvarez Enrique Mendoza e internacionales como Brötzmann que se presentará el miércoles 24 de agosto en el auditorio Mario Laserna de la Universidad de los Andes a las 7 p.m. previa inscripción.

Para cerrar un ejemplo de lo que podrá ser la presentación del Brötzmann en solitario: