Cuando empezamos a entender las nuevas letras de reggaetón, dancehall, rap y trap — Parte 2

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Música

Cuando empezamos a entender las nuevas letras de reggaetón, dancehall, rap y trap — Parte 2

Hablando con Somadamantina, Mala Rodríguez, Bad Gyal y Ms Nina sobre la última evolución o ruptura en las letras de reggaeton, dancehall, rap y trap

* Este artículo se publicó originalmente en Broadly.

En las artistas urbanas que han aparecido a lo largo de este último año vemos algo llamativo y es que a todas, independientemente del estilo en el que trabajen, se les encasilla dentro de la etiqueta "trap queen", etiqueta que incluso se ha llegado a vincular con la cantante de flamenco Rosalía. El caso de Bad Gyal es especialmente llamativo. Por más que repite eso de "no soy una trap queen, soy una cantante de dance hall", buena parte del público le sigue asociando a un género al que ya se recurre más por índice de clics que por significado.

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"Trap queen" ligado a feminismo es otro de los tópicos que se están explotando a través de estas artistas que en muchos casos no se plantean el feminismo como se planteaba hace algunos años, o ni siquiera se plantean el feminismo aunque desde fuera sí que se vea o lo veamos como tal. Algo que dice mucho de lo poco que se ha valorado a la mujer como artista a lo largo de la historia. Si es una mujer y es artista, ha de tener un discurso feminista o, al menos, hemos de preguntarle sobre su visión sobre la mujer en la música, como si su producción nunca fuera suficiente para ser portada.

"Al principio es fácil encasillarte como feminista, pero después haces una cosa o dejas de hacer otra y ya te acusan o te tratan de fake o no sé", explica Bad Gyal. "Es por eso que no pretendo proyectar ideas tan cerradas en un concepto, me gusta pensar que influyo en conceptos como libertad sexual, posesión de tu cuerpo, hacer con él lo que quieras y que no sea un precedente para que te puedan juzgar".

Este discurso que tiene Bad Gyal sobre ser dueña (o dueño) de nuestro cuerpo también forma parte de sus letras. En el tema "Dinero" canta: "Si yo te doy mi culo es porque te lo quiero dar, esto pa ti es una ganga, cuando se acabe el pary nos vamos a desayunar, pero no te quiero en mi cama". Esta letra es un claro ejemplo de por qué a veces se las puede etiquetar como feministas, aunque ellas no se sientan cómodas. Ese mensaje claro de que podemos ligarnos a alguien, darnos cuatro besos, desayunar y decir "ciao, prefiero dormir sola" resulta bastante novedoso dentro de un circuito que ya podemos tildar como mainstream.

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Bad Gyal - Dinero

La influencia de sonidos como el reggaetón o el dancehall en estas artistas también tiene mucho que ver con todo lo relacionado con esas libertades sexuales. Mala Rodríguez también tenía una influencia de estos ritmos en etapas anteriores: "Además de crecer con música latina —colombiana, mexicana, argentina, chilena, etc.— gracias a mi familia, siempre aprecié la música reggae y dancehall. Cuando vivía en Madrid siempre iba a las fiestas en Katmandú, Sutil, Kami, Sr Rojo… ¡eran lo máximo! Aunque nunca conecté con las letras, tiene algo que te hace bailar y es ahí donde imagino que se encuentra su éxito hoy en día. Es una pena que esté relacionada con contenidos tan básicos. Hay que tener la mente muy clara para poder escucharla sin que te afecte de modo negativo. A edades muy tempranas pueden producir daños irreversibles".

El tratamiento explícito en las letras de muchas de estas artistas sobre la importancia de que la mujer haga lo que le de la gana sin importarle ser juzgada es algo común. "Yo pienso que mis letras ayudan en cuanto a la libertad de la mujer o de uno mismo, a sentirse bien contigo mismo, reirte y disfrutar", afirma Ms Nina. "También en lo referente a los roles, que se vea más igualdad. Una mujer puede hablar, bailar y hacer lo que le de la gana y si te pica te jodes". De sus canciones "Danger" y "Acelera" extraemos las siguientes letras: "Vamos pa la fiesta, yo no quiero quejas. Vamo a ver, tócame una teta" o "es lindo saber que te descontrolo, tócame todo el toto".

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Ms Nina ft. La Favi - Acelera

En "Goofies", Somadamantina canta: "Tú lo que eres es un goofy. Te miro mal, gafas Gucci. El japonés prepara sushi mientras tu woman me come el pussy". Con este track como ejemplo de esa adopción por parte de la mujer de un tipo de lenguaje que solía ser más propio del hombre —tradicionalmente hablando, obviamente—, preguntamos a Somadamantina si se están cambiando los roles: "Hay que tener en cuenta que hace solo 47 años que tenemos democracia en España. La represión fue institucionalizada, teníamos miedo, ahora ya no. Tenemos que desprendernos de irracionalidades y concentrarnos en ganar derechos".

Sobre cómo ha sido la evolución en la recepción de sus letras, Ms Nina hace una reflexión personal sobre su propia experiencia como letrista: "Al principio no me planteaba mucho si las letras quedaban bien. Ahora intento que tengan algún mensaje o historia que se quede, algo que lo identifique. La evolución fue también la de empezar a decir cosas libremente. O sea, antes a lo mejor no las hubiera dicho por inseguridad, pero bueno, todos los artistas evolucionan. Evolucionar no es malo si sigues teniendo tu estilo".

Costó su tiempo pero parece que al final hemos entendido que la lírica en 2017 no puede jugar al mismo game que en 1998. No estamos diciendo que sea mejor ni peor, simplemente es distinta, sobre todo cuando en este tiempo ha aparecido un instrumento y nueva zona de producción, difusión y vida como es internet. Y más aún cuando el espectro musical es mucho más amplio, las influencias se han multiplicado y los modos de producción suponen cero coste. Por eso no deberíamos comparar tanto las escenas que solamente se tocan, o al menos deberíamos de dejar de comparar para mal.

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"Creo que yo no soy potente en las letras. No me considero MC, juego con conceptos fáciles y donde creo que luzco más es sacando melodías"

Preguntamos a Bad Gyal si crees que ya se entiende que para hacer canciones no hace falta ser poeta. "Creo que yo no soy potente en las letras. No me considero MC, juego con conceptos fáciles y donde creo que luzco más es sacando melodías. Me resulta lo más fácil. Y creo que no, que aún no se entiende, pienso que aquí en España hay mucha ignorancia, deberíamos esforzarnos todos en ver lo bueno de cada artista; por ejemplo Cecilio G no vocaliza, enlaza frases sin sentido pero es que así es él, es su esencia y deberíamos agradecer que comparta esa naturalidad con nosotros. En mi caso, por ejemplo, las letras hablan de quién soy yo pero no son poesía; lo que más siento de mi música son las melodías, y espero lo mismo de la gente que me escucha".

La Mala Rodríguez, al hablar del cambio en la música urbana nacional, más allá de las letras, dice lo siguiente: "Hubo un tiempo en el que no me gustaba absolutamente nada lo que se hacia en España y empecé a buscar fuera. Hoy puedo decir con orgullo que nunca antes se habían hecho cosas tan frescas en nuestro país. Creo que Cecilio G marcó un antes y un después. Actualmente lo destacaría todo. Siento que es un movimiento que va para adelante y sigue creciendo".

El tipo de letras es una de las características a analizar, la presencia y el comportamiento de las mujeres dentro de sus vídeos sería otra muy ligada a la anterior. Independientemente de que quede mucho por hacer —que queda— o de los intereses que tengan algunos medios en hablar de las mujeres, como dice La Mala, el cambio está ahí. Ampliando la visión, sacando a relucir un tema tan actual como es el feminismo de Ylenia de Gandía Shore y uniéndolo a esa película para la cual La Mala contribuyó ( Yo soy la Juani), resulta relevante aludir a la declaración de Bad Gyal cuando le preguntamos sobre qué realidad contaría una hipotética película para la que su tema "Dinero" sirviera como banda sonora: "Pues la mía en realidad. Una chavala que se veía estancada vendiendo barras de pan o llamando a teleoperadoras para ser un poco más libre y al final le viene la suerte y le sale bien la cosa. Es como el típico sueño americano pero a lo spanish en realidad, ¿no?" [risas].

Básicamente, la música, como parte de la cultura popular (a la que también pertenecen los reality shows como Gandía Shore), debe reflejar estos cambios. Desde la imagen y desde la letra, sin quedarse en lo trivial, yendo más allá. ***
Lea la primera parte aquí.