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Música

Querida Revista SoHo:

Recopilamos ocho respuestas de algunos representantes la escena ante la triste columna publicada por la vieja prensa nacional ayer 20 de abril, titulada “No más teloneros colombianos”.

Ayer 20 de abril, en el portal web de la revista SoHo se publicó un desafortunado artículo de opinión, o más bien intento de diatriba, titulado

“No más teloneros colombianos”.

Una pieza editorial que, desde su titular provocador, detonó un rechazo inmediato y acalorado entre la escena.

Y con razón.

Ahora, si bien este no es el lugar para pontificar sobre el supuesto papel de los medios de comunicación como agentes de "construcción de sociedad", y más en un país en guerra y sin embargo de "libre expresión" como Colombia; ni mucho menos para asumir la defensa de un frente que suele ser igual de hipersensible a la crítica que al bombardeo, y que en su cotidianidad expresa muchos rasgos de esa violencia que pretende condenar, lo que sí diremos desde esta trinchera, con todo respeto y humildad, es simple:

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Qué tristeza.

Ante tan típico desplante de la vieja prensa nacional a una de las expresiones más vitales que tiene este país y esta generación, como lo es su música, al degradarla, entre otras, porque supuestamente no está "a la altura" de un paradigma de afuera, recopilamos las voces de ocho representantes de la escena que respondieron ante una afrenta tan pecueca.

¿El objetivo? Echarle leña a la candela.

PD: Y a don Leonardo y a su editor, que ahí les mandan a decir don Héctor y doña Andrea:

***

Daniel Acosta: Voz y guitarra de Telebit.

Hay dos puntos de vista que son súper clave. Primero que cada quien está en todo su derecho de expresar su opinión frente a algo que le guste o no y eso es respetable. Pero también es un poco triste ver que medios tan masivos y que le llegan a tanta gente como SoHo, se tomen la molestia de mostrar estos artículos cuando saben que la gente se los toma tan en serio, y cuando saben que estamos en un punto en el que la industria musical colombiana está intentando crecer y salir adelante. Sabemos que para los artistas independientes un espacio como el de ser telonero es importantísimo para la difusión y para llegar a tener un crecimiento mucho más grande del que se puede conseguir solo con Rock Al Parque o con un festival independiente. Por ejemplo, para nosotros abrirle a Muse fue una ventana de exposición gigantesca, tuvimos una respuesta increíble del público, la gente quedó feliz y nuestras redes subieron un montón. Ese concierto nos abrió la posibilidad de ir a Lollapalooza Chile. Ahora nos están buscando promotores porque nos vio gente de otros lugares y porque se dieron cuenta de que la banda tiene potencial. No es como el man dice que necesitamos credencial o diplomas. Me preguntó a qué se refiere con eso. Al fin y al cabo, no hay que tomarlo tan en serio porque es la posición de una persona que no ha tenido un acercamiento claro a la industria musical, que no sabe cómo funciona este movimiento, ni tiene idea de lo que es una teloneada.

Fat Sugar Daddy: Productor audiovisual y miembro de El Freaky

Hay que tener algo muy claro: crear espacios para lo que uno hace responde a una necesidad más que a una virtud. Me explico: no es un acto de valentía en sí mismo construir un público y un espacio, algo que se logra a través de los años y el trabajo duro, sino lo que garantiza que los proyectos vivan lo suficiente para (entre otras cosas) ser teloneros de artistas internacionales. A nadie lo felicitan por respirar, o le dicen "Oh, qué bien respiras", ¿verdad? Esto lo debemos tener claro todos los que trabajamos en la música de forma independiente. Sin embargo, sí resultan sospechosos los argumentos del artículo de SoHo sobre los teloneros nacionales, que disminuyen al mínimo (en relevancia) las participaciones de los actos de "acá" junto a actos de "allá". Sospechoso y triste. Por un lado, afirmar que una banda de tropipop de Galerías no está a la talla de nadie que venga de afuera es de un esnobismo aberrante. Entonces, ¿asfixiamos los proyectos nacionales al negarles esa posibilidad de seguir configurando su lugar? ¿Qué hará el columnista en el espacio que hay entre un show grande y un show normal? ¿No saldrá a bares? ¿No irá a conciertos locales? En todo esto hay muchos complejos de por medio. Una buena estrategia podría ser que tanto los artistas como el público dejen esto a un lado y disfruten, sin rabia desmedida, lo que acá se produce.

Juanita Carvajal: Música y bajista de Esteman

Me ofendió bastante este artículo. Parecía como mentira. Un periodista colombiano, en una revista colombiana, criticando a la escena del país y diciendo que no le da talla a lo internacional. Todos estos grupos están viniendo a nuestro país y se están creando todos esos espacios porque las bandas han crecido y el medio musical ha trabajado para crearlos. Es claro que esa persona no tiene ni idea de lo qué pasa con la música en Colombia. Si el medio de la música no hubiera crecido tanto en estos últimos siete u ocho años, estos grupos no vendrían. Pues no venían hace nueve, ni hace quince años. Ni cuando Aterciopelados vendía discos, como él dice. También es claro que no sabe cómo funciona el consumo de música. Ninguna banda ha vendido como Aterciopelados en los 90 porque ya no se venden discos. Y aún así, ayer salió la noticia de que Bomba Estéreo ganó disco de oro con Amanecer.

Santiago Botero: Músico y miembro de MULA, El Ombligo y Los Toscos

Yo no soy escritor y mi oficio no me lleva a ser muy objetivo al momento de decir que algo está bien o mal escrito, pero puedo reconocer que este artículo es de muy mala calidad. No expone ningún argumento claro frente a por qué los teloneros son básicamente un estorbo para él (eso también deja mucho que decir del trabajo del editor de la revista SoHo). Desconoce la historia (y la menciona, que es lo peor de todo), el entorno social y político en el que está, y simplemente toma como criterio su gusto. El cual, en mi opinión, por los referentes que usa es bastante superficial. Deja entrever un odio y resentimiento que raya con la envidia hacia la banda telonera del concierto al que asistió. Al final es una columna de opinión y tiene derecho a expresarse, ¡que tal que no! Pero también pasa por encima su responsabilidad como periodista y lo que significa publicar en un medio masivo. Ni siquiera abre el espacio de discusión y reflexión que sería el objetivo de un artículo de este tipo, simplemente deja en el papel un escrito corrosivo y levanta ronchas que a la vez lo dejan muy mal parado a él y a la revista. Además parece que vive en el lugar y tiempo incorrecto ya que siempre todo es mejor en otra época o en otro país. En mi opinión, el señor que escribe es una persona amargada que solo ve lo malo de las cosas. Debería ser mas feliz, comerse unos Gudiz, salir al parque, sonreír, no dejarse afectar por los logros de otros. Proponer, generar un pensamiento crítico, ser útil… etc. No sé ni por qué le gastamos tiempo. Su criterio es tan débil como su entusiasmo por los Rolling Stones, ya que al parecer el concierto de su vida se lo cagó media hora de trabajo, muestra de creatividad y talento de alguien más.

Juan David Galeano: Voz y bajo de Diamante Eléctrico

Una revista como esa debe seguir poniendo fotos de viejas empelotas porque a lo que la escena independiente se refiere, no tienen idea de nada. No sabe lo que han logrado las bandas que tuvieron la oportunidad de abrir un concierto, ni cómo este posibilidad genera fans para los grupos. El texto habla de que para mucha gente resultan molestos los grupos que abren porque no los conocen y entonces tienen que mamarse media hora de una banda antes de la principal. Como si nunca nadie hubiera abierto un concierto en su vida. En nuestro caso, los mismos Rolling Stones han abierto conciertos, los Foo Fighters han abierto conciertos y la gente los ama y los odia. El arte es subjetivo y porque a una persona algo no le guste, no significa que eso esté mal o esté bien. Desafortunadamente es un problema más de fondo porque siento que el público tiene algo de complicidad en el asunto. Desafortunadamente le comemos mucho a lo de afuera y seguimos creyendo que viene esta banda, llena y por eso es una chimba, y el resto vale mierda. Nosotros ayer, 20 de abril, tuvimos nuestro primer sold out. Fueron 500 personas a vernos un miércoles y eso demuestra que la gente está escuchando la banda, está cantando las canciones y al final eso es lo que importa. Artículos como esos son solamente un imbécil que cree que tiene una opinión y que cree que es importante. Pero no lo es, porque al final la historia de la música en Colombia no la van a escribir ni Coldplay ni Rolling Stones, la van a escribir las bandas independientes de este país.

Sebastián Carrizosa: Guitarrista Nelda Piña y la BOA

Me parece que con los argumentos que plantea, este es un artículo que no aporta nada y es tremendamente nocivo para nosotros los artistas. Sentimos que nuestro trabajo y lo que venimos haciendo desde hace mucho tiempo es totalmente desmeritado. Se nota que es una persona que no ha tenido contacto con los artistas que han estado involucrados o han tenido un proceso dentro de la escena musical colombiana. Más bien es alguien que evidentemente puede que le guste la música, pero va más por lo mainstream que por lo independiente o lo que está pasando en estos momentos dentro de la industria musical del país. A mí me parece un artículo muy destructivo porque siento que literalmente nos están dando la espalda debido a que, según él, nuestro trabajo no es de alta calidad o no está a la altura de lo internacional.

Juan Arbeláez: Director de proyectos de Move Concerts

No se si indignarme o reírme de este artículo, porque de verdad me parece vergonzoso que una revista como SoHo saque eso. Mi análisis del tema es que esto obedece a una tendencia de diferentes medios que están tratando de buscar likes y audiencia para justificar ante sus sponsors su existencia virtual. Entonces están publicando cualquier tipo de pendejada que genere controversia, precisamente para que la gente se indigne, empiece a compartir los artículos y a opinar sobre el tema. Que haya muchas personas que de manera independiente hagan esto para tener tráfico en su blog o en lo que sea, pues es normal. Pero que un medio establecido se preste para esto es triste. Otro de los puntos que analizo es que al bajarse los presupuestos en los medios, como se está viendo, y al haber tantos despidos en el personal de planta, pues terminan recibiendo artículos, si es que eso se puede llamar artículo, de cualquier persona que escribe en Internet. Finalmente el medio hace algo que me parece un facilismo absoluto, que es decir que las opiniones no corresponden a la revista y no nos hacemos responsables. Creen que al publicar esa línea están libres de cualquier pecado y no es así. No creo que un pendejo como el que escribió este artículo dañe la industria, creo que el efecto va a ser contrario porque lo que logra es amalgamar y solidarizar a todos los actores que estamos en esto, para justamente reevaluar el papel del artista nacional. No solo en los eventos de gran magnitud, sino también los de pequeña y mediana escala que finamente son los espacios por los que tenemos que luchar.

Simona Sánchez: Antropóloga, presentadora y parte del equipo de Radiónica

Con respecto a eso (porque lo llamaré "eso") que anda circulando por ahí de manera patética y atentando contra la escena musical en nuestro país, donde se afirma que no deben existir más bandas nacionales abriéndole a artistas internacionales porque no tienen el nivel para estar en esos escenarios, tengo y quiero compartir tres cosas (dos opiniones y una inquietud):

Uno, evitemos hacer click en él. ¡A toda costa! Ni buscarlo vale la pena. No alimentemos la estrategia venenosa y pobre de generar más clicks. Ahora, la reacción de todos en redes me genera la siguiente reflexión:

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Dos, una cosa es opinar y otra cosa es generar ampolla… llena de veneno y cero constructiva. Claramente nuestra indignación con este artículo genera más clicks y tráfico en la página de SoHo. ¿De esto se trata? Porque sí es así, que técnica más barata. O, ¿qué pretende este personaje y la revista? ¿Cuál es la responsabilidad que estamos teniendo los medios con los contenidos y la construcción de país y sobre todo, la construcción de un mundo con menos odio y más respeto?

Es claro que tenemos una sobredosis de adulación en Colombia (adulación a los artistas y a los periodistas en este caso), que no somos capaces ni nos gusta que nos critiquen ni mucho menos generar debate. Es un gran defecto cultural que no nos permite avanzar, que nos hace aplaudirnos el ombligo y no mirar más allá. Es urgente enfrentar, replantear y, en algún momento, de una vez por todas, parar y aprendernos a criticar con argumentos. Y desde ahí, dialogar.

Pero, una cosa es una cosa y otra muy diferente esta tristeza de artículo que ni merece ser artículo y si es opinión, tampoco entra en la discusión, básicamente porque todo lo que traiga odio y veneno no ayuda ni hace bien para el alma, para el cuerpo, para el parche, para el medio, para el músico, para el público, para el empresario y para una escena que ha trabajado tanto y que, además, después de muchos años, ha logrado tener más espacio y darle al país mejores noticias y orgullos más allá de un gol o un capo en el exterior. Este momento que vivimos artísticamente hablando en Colombia, es quizá de los más importantes en nuestra historia y en nuestro vínculo con el mundo y el continente.

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¿Qué hacemos entonces? ¿Obviamos la opinión? ¿Obviamos el medio? ¿Exigimos una explicación? ¿Hacemos mejor nuestro trabajo, nos unimos más, defendemos sanamente lo que hemos construido, nos aprendemos a criticar y dejamos callada a la mediocridad?

Y tres: a todas estas… ¿quién es el tal Leonardo?

Kike Milmarías: Un tercio de Milmarías

Sé que alimento a los trolls, pero tampoco puedo pasar esto por alto. Este señor es de los imbéciles más grandes que he leído en estos tiempos, en que cualquier pendejo se cree periodista por ser patán y despotricar de lo que se le ocurra. Se creen "irreverentes" por destrozar el trabajo de los demás, que seguro sí han tenido los cojones para hacer cosas. Que tipo más bruto y dañino para la sociedad, por esto el país está siendo vendido, porque vender no sólo es de políticos, sino de personas que no creen en lo que se hace aquí. ¡Gente regalada y arribista!

Yo soy artista, ensayo en Galerías y tengo la satisfacción de haber logrado muchas cosas que no son discos de oro, ni millones de personas conociendo mis canciones. Son años de construirme como persona a través de viajes, conociendo gente, abriendo el corazón a las pocas personas que han escuchado mi música y se han enamorado. Sé que les he dejado algo adentro y que me he jodido por estudiar y fabricar ideas, por sentir, por comunicarme conmigo mismo. ¡Por creer, por comer, por vivir de la música!

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