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Música

10 bandas de la nueva independiente nacional

Llevan poco tiempo en el ruedo, pero con su ímpetu representan la sangre sonora actual. Celebrando nuestra Semana de La Independencia, aquí está la banda sonora naciente de una nueva generación colombiana.

Del folk a los samples olvidados, de la electrónica espacial al folclor tradicional, del rap de las ciudades al palenquero. En la Colombia de hoy germinan muchísimos proyectos musicales que le apuestan a sonidos originales y que en sus cortas carreras han ido logrando un montón de hitos para esta escena. En el futuro recordaremos cuando Las Hermanas llegó con su proyecto de sampleo y beats detritos al coloso Sónar de Barcelona, la vez que Bestiärio puso a saltar al Rock al Parque con su folk punk incendiario o el día que Ságan elevó su cosmos en el programa KEXP de Seattle. Son bandas que llevan poco tiempo en el ruedo, pero que con su ímpetu representan la sangre sonora de hoy. Y justo en la semana en la que celebramos el grito de independencia de Colombia, las celebramos como lo que son: lejos de los afanes de la industria, esta es la banda sonora emergente de esta generación.

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Bestiärio

Bestiärio representa, como pocos, el espíritu del underground, del DIY y la encarnación visceral del sonido incendiario. Su folk punk para ebrios medievales no es solo una metáfora de algo surreal, es la representación de su ser callejero y su música infecciosa y contagiosa, que puede mover a un parche de 20 personas en plena carrera séptima de Bogotá, poner a temblar a todo un auditorio como lo hizo en el Festival Centro y conquistar con honores y quitada de sombrero una de las tarimas de la más reciente versión de Rock al Parque. Sin pretensiones absurdas y dispuestos a tocar donde les venga la gana, estos personajes se han sabido ganar nuestro respeto por lo que significan: un auténtico espíritu catártico desde la destrucción. Con solo un álbum publicado -Este Infierno (2015)- ya tienen sus adeptos en varias ciudades de la subterránea nacional y andan por estos días envenando cuerpos en tierras ecuatorianas, dispuestos a tocar en la calle no por obligación, ni necesidad, sino por puro soye.

Zyderal

La dupla encarnada por el productor, compositor y DJ Camilo Zúñiga y la cantante y compositora argentina Delfina Dib, aún está en deuda con su creciente ola de adeptos que espera ansiosa su disco debut, que se supone saldría en mayo de este año, pero se lo perdonamos. Desde Bogotá, su actual centro de operaciones, el dúo ha ido poquito a poco antojándonos con sus dos únicas entregas hasta el momento: “Verdad” y “Paso a paso”, suficiente material para apostarles como uno de los actos que sin duda va a estallar en nuestras caras y nos va a hipnotizar con sus oscuros paisajes sudacas y espaciales revestidos de trip-hop, dubstep, drum&bass y pop.

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La Perla

Las nuevas damas de la música tradicional colombiana. Un grupo conformado por cinco bogotanas y una cartagenera con las que nos juntamos hace poco para conocer los momentos más importantes que han vivido en su corta vida como banda. Uno de ellos fue haber sido primer grupo de la capital en ganar el Festival de Gaita de Ovejas -uno de los eventos de música tradicional más importantes de Colombia- en 30 años y apenas el segundo grupo de mujeres en llevárselo. Un logro gigante con el que La Perla demostró que quiere tomar la batuta del folclor colombiano y la razón por la que queremos escuchar ya Paren la bulla, su EP debut. ¿Las próximas sucesoras de Totó o Petrona?

N.Hardem

Del "Perro negro" ya les hemos hablado bastante. Un MC bogotano que con rimas poderosas, virtuosas y sin pretensiones, que ha pasado de ser una promesa a convertirse en una de las grandes revelaciones del hip hop capitalino. Su Cine Negro, que se craneó junto al productor paisa Soul AM Beats, fue uno de nuestros discos favoritos del 2014, y Tambor, su siguiente EP autoproducido, fue una clara muestra de que con lo suyo flota sobre el tiempo. A la espera de nuevos lanzamientos, nos ha regalado temas como este y este. Un artista que ha demostrado que para dedicarse al rap no hay que necesariamente jugar la carta del tipo malo sino fluir libre como el humo de colores que evocan sus rimas surreales.

Ságan

En un año, Ságan logró hacer uno de los mejores discos del 2015, llegó a lista de nuestros artistas favoritos del año y tocó en el estudio de KEXP en Seattle. Un solo año necesitó este dúo para consolidarse con su sonido espacial y nostálgico como una de las propuestas más alucinantes del país. Su álbum debut Cada Célula le dio un nuevo sentido a la electrónica local al alejarse de los beats fiesteros que dominan o al electrofolclor, que ya cayó en fórmula, y más bien centrarse en una especie de trance dulce de bajas revoluciones para flotar por el cosmos. Esperemos que esta fuerza se desarrolle con elocuencia en el show en vivo de Maria Mónica Gutiérrez y Felipe Ortega, al que le falta, y que no se queden siendo solo una buena banda de estudio.

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Ela Minus

Si bien su nombre se ha venido asomando tímidamente en escenas ajenas al indie latinoamericano, su sonido contundente, ensoñador y sublime ha sabido conquistar por fuera. No por nada hace parte de aquella diáspora de mujeres que la están rompiendo en el exterior. Este año hizo parte del line-up del Festival Nrmal en México y del Estéreo Picnic en Colombia, en menos de un año ha publicado dos EP, First Words y Grow; y está cocinando el tercero mientras se alista para arrancar de tour por Estados Unidos. Todo bajo un espíritu de latente DIY que la ha acompañado desde su banda de neo Ratón Pérez, luego como baterista de Balancer y ahora con esta encarnación en la que lo hace todo: desde fabricar sus propias máquinas hasta meterle mano a la producción y al diseño gráfico, para crear así un proyecto que sinceramente nos tiene babeando.

Métricas Frías

Parido en medio de las montañas del Valle de Aburrá, lo de Métricas Frías es una elegante apología al desahogo en medio de majaderías sutiles, borracheras y trabas. Es mucho más que rap crudo, es una mierda sincera donde en cada letra un brotar de vísceras se juntana la perfección con beats justos y jugosos. Toda esa rabia condensada dio como resultado su álbum debut Serenata sin mariachis, uno de nuestros discos favoritos del año pasado y el cual tuvimos la dicha de apreciar en vivo en su lanzamiento en una noche oscura pero llena de energía luminosa en las calles de Medallo. Por sus rimas honestas y sin más pretensiones que vomitar en rima su diario vivir, este es uno de nuestros actos favoritos dentro de la refrescante nueva ola de rap made in Arepalandia.

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Dany F

El principito paisa de la acid champeta y demás músicas neo-trópico-marcianas. Afiliado a Cómeme -el sello de don Matías Aguayo-, con apenas 23 años ha llevado su house de litoral al Boiler Room y al Sónar que se hicieron en la capital el año pasado. Un par de logros nada modestos que juntados a la cantidad de EP's y sencillos que se la pasa botando constantemente, lo hacen uno de los artistas más fértiles que hay detrás de las máquinas nacionales. Su última entrega, , es una constante en nuestro shuffle.

Las Hermanas

La nostalgia de un país que añora su pasado, sin recordar que antes también era miserable. Eso es Las Hermanas, la mezcla perfecta entre el pasado, el presente y el futuro expresada en una pista de baile imaginaria. El sentido del amor con el que nos criaron nuestros padres y sus vinilos de baladas combinado con los nuevos aires de una ciudad oscura, cínica y surreal. Así son las fantasías de sampling de Diego Cuellar, que hace unos meses hizo vibrar la tarima del Festival Sónar de Barcelona, un arqueólogo de sonidos que en 2014 lanzó uno de nuestros discos favoritos, Las Hermanas I, y recientemente sacó otra pieza de gótica bogotana, Nadie jamás ha visto una calavera triste, LP con el que demostró que el futuro y el pasado van de la mano. Y que el la electrónica también puede ser un lugar para invocar fantasmas.

Kombilesa Mi

En la Colombia actual, nadie expresa mejor la fusión entre los sonidos urbanos y modernos con la tradición como Kombilesa Mi. Este grupo del Palenque le metió su brujería original al golpe de hip hop y a punta de rimas, tambores y gozadera llevó su rap cantado en lengua nativa a rincones exquisitos del rap mundial. Una lengua musical que no está estática en antaño sino que dialoga de forma perfecta con las estéticas de la diáspora africana contemporánea. Este Kid Pambele de la música expresa el crecer en una tierra mágica, esa misma que les brindó el poder de abrirse camino a punta de golpes rotos y de seguir llevado, tal y como sus antecesores, como Sexteto Tabalá o Las Alegres Ambulancias, el nombre del primer territorio libre de América a las cúspides musicales.