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Música

Until The Light Takes Us: el verdadero impacto del documental que captura la escena del black metal en Noruega

El vocalista de Mayhem se disparó en la cabeza. El fundador de Burzum fue condenado por matar brutalmente al mítico Euronymous. Y claro, hubo muchas quemas de iglesias. ¿Qué queda del documental que cuenta esta historia?

A principios de 1990, el black metal empezó a dispararse en Noruega y dejó al pacífico país escandinavo tambaleándose entre sus consecuencias. Per Yngue “Dead” Ohlin, vocalista de Mayhem, se disparó en la cabeza. Varg “Count Grishnackh” Vikernes, fundador de Burzum, fue condenado por matar brutalmente a su antiguo amigo Euronymous, mitológico guitarrista de Mayhem. Y claro, hubo quemas de iglesias por toda esta tierra. Volvamos a 2009, cuando a Vikernes le acababan de dar libertad condicional por sus quince años de condena y un nuevo documental salía al aire. Until The Light Takes Us —ahora disponible para ver completo y gratis por YouTube— hizo todo lo posible por retratar esta historia tan conocida por las cabezas del metal, pero tan mal informada por aquellos que estuvieron por fuera de la movida metalera.

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A los ojos de los medios, la culpa la tenía el satanismo. Pero la historia real del black metal nórdico es mucho más oscura y profunda, y está manchada además por cierta inclinación hacia la homofobia violenta y por una adoración al misticismo nacionalista de corte neo-Wagneriano (¿pero acaso no sabes qué es el misticismo nacionalista neo-Wagneriano? Pues bien: básicamente, un rechazo a la historia post 600 AD, es decir, al judeo-cristianismo… y una tendencia a ser pro Odin & Co.). Las iglesias quemadas y la sonrisa escalofriante de Varg cuando fue declarado culpable de apuñalar a Euronymous 23 veces, llamó la atención de los medios de comunicación más allá de Noruega: Kerrang publicó seis páginas sobre el movimiento, lo que algunos creen disparó en el mundo la imagen de esta como una escena musical satánica aceptable y no como los actos brutales de un conjunto de jóvenes con las caras pintadas de muertos. Así, los medios de comunicación tergiversaron al black metal, al igual que los tipos implicados en la creación de la cinta, eventualmente engendrando un movimiento satanista global, imitado por adolescentes pirómanos, dando lugar a actos similares y a más y más quemas de iglesias.

Immortal, banda de black metal Noruego, vía Wikipedia

Aunque no hayas visto el documental e incluso si no conoces mucho del black metal o no sabes nada sobre los incendios provocados, el personaje de Gylve “Fenriz” Nagell es razón suficiente para echarle un ojo. Un soldado del black metal que usualmente parece desconcertado por todo y un poco cansado de ver hasta dónde ha llegado el black metal después de la cobertura mediática de los incendios y de sus compañeros; sin embargo, Fenriz sigue dando la pelea por su género, habiendo trabajado en más de 35 álbumes, más que todo como la mitad de la banda de metal Darkthrone. A lo largo de la película está claro: absolutamente nada detiene a la escena Noruega del black metal. Hay un minuto de silencio cuando los dos miembros de Immortal están hablando sobre un performance en el que Per Yngve “Dead” Ohlin, vocalista de Mayhem, se corta múltiples veces en vivo en el escenario con un cuchillo de sacrificio. Veredicto: "Fue un gran espectáculo", responden con indiferencia. La película también recuenta cuando, en una fecha posterior, Euronymous entró en la escena del suicidio de su compañero de banda Dead —con los sesos afuera, el lóbulo frontal filtrándose fuera de su cráneo—y antes de llamar a la policía, salió de la casa a comprar una cámara para tomarle una foto, la cual usó después en la portada de su siguiente álbum.

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Como era de esperarse, las secciones de la entrevista con Varg Vikernes son putamente fascinantes. Sentado desde la prisión de máxima seguridad con una sonrisa que no se le quita de la cara ("es como una estancia en el monasterio"), calmadamente cuenta el asesinato en el que apuñala a su amigo como si estuviera hablando sobre ir a la tienda a comprar leche.

Los directores del documental, Aaron Aites y Audrey Ewell, fueron criticados después de su lanzamiento por aparecer tan deslumbrados por sus protagonistas que en ningún momento de la cinta cuestionaron o criticaron sus creencias (en ningún momento exploran más allá de la superficie el fascismo de extrema derecha o el antisemitismo rampante de Varg ); el título mismo de la cinta es una traducción de un álbum de Burzum (Hvis lyset tar oss). Pero en esencia, Until the Light Takes Us sigue siendo una joya de la escena black metal de Noruega, y la historia de cómo una pequeña subcultura expresó violentamente sus creencias. Esto lleva consigo una advertencia sobre lo que pasa cuando las subculturas underground son incorporadas sin contexto y sobre cómo los movimientos marginales son absorbidos por la cultura e inevitablemente tienden a ser escupidos de vuelta como hamburguesas de McDonalds. Hacia el final de la película, Fenriz se encuentra en lo que antes era Helvete, la tienda de discos que funcionaba como sede de la escena. Ahora, irónicamente, o tal vez inevitablemente, convertida en la nueva galería "cool" de su ciudad.

Vea completo 'Until The Light Takes Us' acá:

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