Ociosidad: Inactividad.
Estado del que no trabaja y emplea su tiempo en actividades distintas a las laborales.
Diversión u ocupación reposada, especialmente en obras de ingenio, porque estas se toman regularmente por descanso de otras tareas. La palabra resulta más que pertinente para adentrarnos una vez más en la cabeza de Elsa Carvajal, la mujer que encarna el sublime proyecto de pop espiritual y a ratos existencial Elsa y Elmar, que acaba de lanzar el video para su canción “Planeando el tiempo”, extraída de su primer LP REY. El tema, es un guiño desesperado y dulce que guarda la obsesión de una niña que pierde su tiempo intentando planear, minuciosamente, el momento en el que finalmente se atreve a hablarle al chico de sus sueños. Es un riesgo que no se quiere correr, un miedo latente adornado por susurros de la ensoñadora Elsa que coquetean despacio pero contundentemente a tus oídos. Por su parte, el video es puro deleite audiovisual. Elsa aparece camuflada en papel tapiz vintage de texturas cambiantes, a ratos florales, a ratos llena de punticos y figuras geométricas que encajan en un ambiente anticuado, como esa sala en la casa de tus abuelos que permanece intacta con sus televisores viejos, su mesas de noche que rechinan y el arcaico teléfono de disco. Una especie de metáfora juguetona sobre el tiempo. Mira el video recién salido del horno aquí abajo.***Sigue a Elsa y Elmar por aquí.
Estado del que no trabaja y emplea su tiempo en actividades distintas a las laborales.
Diversión u ocupación reposada, especialmente en obras de ingenio, porque estas se toman regularmente por descanso de otras tareas. La palabra resulta más que pertinente para adentrarnos una vez más en la cabeza de Elsa Carvajal, la mujer que encarna el sublime proyecto de pop espiritual y a ratos existencial Elsa y Elmar, que acaba de lanzar el video para su canción “Planeando el tiempo”, extraída de su primer LP REY. El tema, es un guiño desesperado y dulce que guarda la obsesión de una niña que pierde su tiempo intentando planear, minuciosamente, el momento en el que finalmente se atreve a hablarle al chico de sus sueños. Es un riesgo que no se quiere correr, un miedo latente adornado por susurros de la ensoñadora Elsa que coquetean despacio pero contundentemente a tus oídos. Por su parte, el video es puro deleite audiovisual. Elsa aparece camuflada en papel tapiz vintage de texturas cambiantes, a ratos florales, a ratos llena de punticos y figuras geométricas que encajan en un ambiente anticuado, como esa sala en la casa de tus abuelos que permanece intacta con sus televisores viejos, su mesas de noche que rechinan y el arcaico teléfono de disco. Una especie de metáfora juguetona sobre el tiempo. Mira el video recién salido del horno aquí abajo.
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