¿Qué carajos le pasó al pop house?

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Música

¿Qué carajos le pasó al pop house?

Disclosure anunció que se "van a tomar un descanso", por lo que nos preguntamos ¿qué queda del género al que están vinculados como pioneros?

¿Se acuerdan hace cuatro años cuando la música pop iba a cambiar para siempre? ¿Cómo, gracias a dos adolescentes güeros de Surrey, Inglaterra –uno llamado Guy, el otro Howard– la música dance y el pop se iban a fusionar de manera hasta ese momento insospechada? Ya era hora, es lo que nos decían, para que una nueva y vertiginosa mezcla de UK garage, deep house y R&B revolucionara el mainstream. Desde los días del electro house no se veía que la electrónica ejerciera un amague tan certero en la imaginación popular.

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Lo primero fue "Latch", un sencillo tempranero en la carrera del dúo que llegó al top ten, luego vino Settle, su álbum debut, en última instancia número uno en las listas de popularidad, y nominado a los Brit Awards y a los Grammy. Era obvio que lo que seguía era conquistar el mundo. "When A Fire Starts tu Burn" se convirtió en el soundtrack colectivo para cientos de miles de morritas poniéndose bindis antes de asistir a los festivales del mundo. Muchachos de Coventry a CDMX derrocharon sus ahorros en Huaraches, mientras el groove cristalino de "White Noise" se podía escuchar de fondo yendo de un lado al otro en las madrugadas de borrachera a nivel global. «La disclosuremania está a punto de arrasar con el Reino Unido» concluyó Eve Barlow en NME. "Desde la explosión del big beat a finales de los 90, cuando Fatboy Slim y los Chemical Brothers se convirtieron en marcas importantes, no se veía un boom tan fuerte de la música electrónica inglesa" dijo The Guardian.

Estos dos chicos afables estaban a punto de convertirse en la respuesta de Reigate (su pueblo natal) a Daft Punk.

Sin embargo, aquí estamos cuatro años más tarde, y es difícil ver qué –si algo– ha ocurrido. La "Disclosuremania" y el renacimiento del deep-house como música pop se convirtió en nada más que algunos actos de house en el lineup del festival de Reading, y en un considerable aumento de canales de Youtube obsesionados con mostrar bikinis. Y ahora que Disclosure anunció un paréntesis en su carrera para disfrutar de un "muy necesario descanso", parece razonable preguntar: ¿Eso fue todo?

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Esto no quiere decir que Disclosure no haya tenido éxito. Simplemente para un acto que se inclinaba a revolucionar la música pop, es sorprendente que después de dos álbumes se despidan –aunque sea temporalmente. Montados en un torbellino de hipérboles, fueron tratados como un acto con un gran legado desde el día cero. Su LP debut fue reseñado con una sinceridad ahora discordante, con comentarios que aludían a una obra destinada a cambiar las reglas del juego. "Gran parte de la electrónica tenía una relación inconstante con el formato de álbum," escribió Pitchfork en su evaluación de 9.1 sobre el disco, "pero las impecables secuenciaciones de Settle hablan de un disco que pide a gritos ser escuchado de principio a fin".

En el mismo año, Rudimental, Gorgon City y Duke Dumont sacaron un disco, y "Rather Be" de Clean Bandit estaba a meses de distancia. Si te gustaba tu electrónica para bailar, digestible y con polvos frescos, estos fueron los días de gloria. El tercer verano del amor, patrocinado por ASOS.

Sin embargo, un movimiento sólo es un movimiento si se sigue moviendo. La floja respuesta al segundo disco de Disclosure, Caracal, es un gesto elocuente de la rapidez con la que el mundo se desenamoró de estos hermanos y de su significado, en algún momento muy defendido. Aunque el disco conquistó el número uno, dejó las listas mucho más rápido que su debut, y a pesar de no haberse desplazado notoriamente de la plantilla del Settle, la recepción crítica fue mucho menos cálida. La intensamente brillosa alabanza de Pitchfork se degradó a "música de fondo vagamente agradable". La idea del pop house como algo importante, digno de nominaciones a los premios Mercury, se desvaneció en nubes de hielo seco tan pronto como apareció.

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El más desangelado de los vistazos a un top ten en las listas del Reino Unido ilustrará que el pop house está lejos de haberse ido. La cosa es que en lugar de hacer que el pop fuera más interesante, la influencia que tuvo la explosión del pop house en 2013 ha sido al revés. Lo que queda ahora son facsímiles de cháchara desechables de aquél modelo de neo soul y bajos del cual los hermanos Lawrence fueron pioneros. Desde "You Don't Know Me" de Jax Jones hasta "Call On Me" de Starley, una nueva lista de artistas siguen explotando el pop house, permitiendo que sea tan olvidable como cortinillas para anuncios de telefonía móvil.

Es injusto echarle la culpa a Disclosure. Maldecir a los cielos montados en hybris porque dos chicos de Surrey, Inglaterra no fueron capaces de revolucionar la música pop, sugiere que la falla está más en nuestras expectativas irracionales que en las propias insuficiencias del dúo. La corta duración de su éxito es un reflejo de la naturaleza de la música dance que coquetea con los mercados pop regidos por listas de popularidad. Para todos parecía que el 2013 traería delicias inauditas; y es justo decir que, entre Eric Prydz, Baby D y Modjo, el "pop house" ha sido un elemento básico del top 100 del Reino Unido desde que comenzó el milenio –y es que nunca se le ha adjudicado un legado o una influencia cultural a largo plazo cuando se ha divorciado de sus raíces de house real en los clubs de verdad.

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El house hecho para los charts es, intrínsecamente, música desechable. Siempre lo ha sido. Tiene inscrito en su ADN la cualidad de usarse y tirarse. Después de todo, si se intenta mercantilizar algo tan diverso y estratificado como la cultura de los clubs y transformarlo al formato de un radio edit, vas a acabar con un producto que se sienta fugaz o superficial.

La música electrónica comercial es un placer temporal. Suena como comida rápida, goteando grasas trans y oliendo a una Colonia barata. Pertenece al espacio reposapiés en el asiento del conductor de un coche, chocando contra bolsas de papitas, una lata vacía de Four Loko y un Windex. Eso no quiere decir que tiene que ser mala. De hecho, ahora que han tenido el tiempo de asentarse en la memoria popular, tracks como "Music Sounds Better With You" de Stardust han alcanzado un nivel casi mítico en el folclore de la vida nocturna. Cabe señalar, sin embargo, que nunca fueron tomados en serio en su momento. Nadie que escuchara "Groovejet" asumió que Spiller iba a recalibrar la intersección entre underground y mainstream.

Esta cualidad soluble y fácil de olvidar, ha demostrado cuál es el destino de Disclosure y cuál será el destino de sus contemporáneos. Los Chainsmokers ya aprendieron que en el mundo de la electrónica comercial, eres tan bueno como tu último banger para escucharse en el coche. A pesar de tener tres sencillos en el top 10 y ser los orgullosos propietarios de un Grammy real, su EP 2016 sólo llegó al número 49 en el Reino Unido –habrá que ver cómo le va a su álbum en abril. Y no es un error que los actos de pop house que ensucian el top 100 de Gran Bretaña sean en gran parte nombres que leerás una vez en el top ten y nunca verás de nuevo. Para como va la cosa, poner bombos a un ritmo 4/4 debajo de acólitos de Sade no es el camino a la gloria eterna.

Sin embargo, mientras entran a su jubilación anticipada, los hermanos Lawrence pueden tomar algún consuelo al saber que un día, en 2033, con la piel hundida y su pelo gris sin remedio, escucharán "Latch" y recordarán la promesa de lo que pudo haber sido ¿Lo único lamentable que nos queda? Que una prensa musical sobreexcitada los hypeó más allá de la existencia, y que legiones de fans esperaban más que unos calentadores de Nissan Micra – y que nunca tuvieron una oportunidad real para situarse.

(Imagem cortesía de su PR)