'Fonko': Descolonización y fiesta, un docu que explora el dancefloor africano

Fonko literalmente significa la cosa. Una cosa que también hace referencia a cuidarse los unos a los otros, a construir algo entre todos. Esa unión, ese cuidado está convirtiendo a África en una potencia musical incontenible. En ese abollado continente lleno de guerra y caos, en ese gigantesco pedazo de tierra del que todas las personas del planeta venimos, en ese territorio lleno de magia y belleza se están cocinando una serie de escenas musicales que recogen la tradición y la unen a los nuevos sonidos para crear un híbrido lleno de sabor que poco a poco se está tomando el mundo.

Al igual que en Sudamérica, los músicos africanos están revolucionando las pistas de baile. En ambos continentes la gente ha dicho basta de la imposición social, política, estética y mental del extranjero y cientos de jóvenes están tomando las herramientas que tienen cerca para revolucionar la música. Esto está creando una revolución que va mucho más allá de la fiesta y el entretenimiento. Es un grito descolonialista, una lucha por la independencia de la mente y el cuerpo que mira a las raíces y está haciendo que el mundo también ponga sus oídos en ellas.

Fonko es un documental sueco que comenzó como una serie de televisión, pero fue evolucionando hasta convertirse en una película que habla de las escenas musicales de varios países de África y que tardó tres años en rodarse. Nigeria, Ghana, Angola, Sudáfrica y Burkina Faso son algunos de los países que este largometraje recorre.  A través de este, la invitación es conocer algunos de los exponentes, los sonidos que están saliendo de estas tierras,  los temas políticos y sociales que sus interpretes transmiten en sus composiciones.

Los pensamientos y frases del gran y único Fela Kuti, llevan el hilo conductor y narrativo de esta historia que está creciendo beat a beat, baile a baile, canción a canción.

Fonko forma parte de la selección del festival In-Edit que comienza el 15 de octubre en Bogotá. Hablamos con Lars Lovén, quien junto a Lamin Daniel Jadama y Goran Olsson, recorrió durante tres años África para producir este documental.

¿Cómo un sueco descubrió la música africana?

Personalmente solía ser DJ y ponía mucho soul de Estados Unidos. Cuando empecé a buscar nuevos etilos musicales encontré las músicas de los 60 y los 70 de Nigeria y Ghana y ahí comenzó mi interés. Al principio fue el amor a la música pero después comencé a ver los contextos detrás de esta.

¿Cómo las guerras que se han dado en África han impactado la música?

Yo creo que el mejor ejemplo para hablar de eso es Angola. Allí tienen una historia muy larga de guerra interna y eso produjo un efecto muy específico sobre la creación musical. Debido al conflicto, el país quedó muy aislado en los 80 y 90 y era difícil seguir la pista de las tendencias musicales del mundo. Pero igual la gente quería hacer música electrónica y cosas modernas para bailar. Así que tomaron lo poco que sabían de esa música que sonaba alrededor del mundo y usaron las escasas herramientas que tenían para crear un género muy interesante llamado kuduro, que muchos describen con un lowfi techno o algo así. Es algo muy único en la música.

¿Por qué el hip hop tiene tanta fuerza en África?

Nosotros nos preguntamos mucho eso durante el rodaje y creo que hay dos razones. El hip hop es un fenómeno global afroamericano, que está de moda, por esto muchos africanos se sintieron atraídos. Pero también en un nivel más profundo, muchos nos dijeron que pudieron rastrear las raíces del hip hop en la música africana. Varios de los ritmos responden a los sonidos tradicionales del continente. Los músicos vieron una raíz cultural en el hip hop, por lo que era lógico que pegará esta música. Muchos lo ven como que el hip hop está volviendo a África.

¿Estas escenas están conectadas entre sí o funcionan de forma independiente dentro de cada país?

Solía ser más cerrada debido al tema los idiomas coloniales. No había mucha conexión entre los países que hablan inglés con los que hablan francés y portugués. Pero en las dos ultimas décadas se ha abierto la cosa. Ahora los que hablan portugués están pegando temas en todo el continente y a los nigerianos los escuchan en todas partes sin importar la lengua. Antes la cosa era como muy de nicho.

¿Estas escenas son underground o depende del país?

Depende de cada país, pero generalmente creo es algo más underground. Pero en países como Nigeria y Ghana es más mainstream.

¿Encontraron conexiones entre la música latina y la africana?

Colombia es un de los países que más conexiones tiene con África. Mucha gente nos hablaba de la costa y Barranquilla y cómo los artistas africanos tiene hits allí e incluso van a tocar ahí. Y existen dos grandes influencias. Una es en Senegal, donde la música latina era muy grande en los 60 y 70, incluso la gente intentaba tocar como los cubanos. No importaba si no sabían español solo imitaban los sonidos. El otro país es el Congo, donde la rumba congolesa esta inspirada por música del Caribe.

¿Cómo es la conexión con Europa? ¿Los artistas viajan y tocan allá?

A los artistas más under les va bien yendo a Europa. Pero para los artistas más grandes como los nigerianos no es buen negocio tocar en Europa porque ganan más dinero en su país. También muchos artistas africanos viven o vivían en Europa sobre, todo en París y Londres.

¿Los europeos cómo reciben esta música? ¿Es una influencia?

La gente escucha mucho pero no es que haya una gran influencia. Aunque en los últimos años la nueva ola del afro beat ha comenzado a tener influencia en lo europeo un buen ejemplo en M.I.A. que saca mucho del kuduro.

¿En qué país de África se celebran las mejores fiestas?

Yo diría que en Nigeria, sin duda son las más locas. Hay mucha plata en Lagos. Las estrellas son millonarias y gastan mucho. Nigeria es un país muy loco en todos los aspectos.

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​Fonko se presenta el sábado 15 en Cine Tonalá. Más información de la programación de In-Edit por acá.​​