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Mira la segunda parte de "El despertar de la nueva psicodelia en latinoamérica" haciendo click aquí.
En los últimos años se ha empezado a hablar de nueva psicodelia o psicodelia moderna para referirse a un conjunto de bandas que toman como base ese sonido y estética que surgió en los 60. Hay cierto consenso en ver a Tame Impala, MGMT y Temples, surgidas en los primeros años del nuevo milenio e instaladas en el mainstream, como los principales nombres de este movimiento. Pero son sólo la punta del iceberg de todo un universo que ya se ha venido gestando desde hace mucho tiempo atrás.Pero vayamos un poco al comienzo de esta historia. Hay que recordar que la psicodelia no solo fue un género musical, sino que fue la banda sonora de un cambio social en los 60s, que tuvo a los jóvenes como principales protagonistas. Fue también el sonido alumbrado por la exploración con drogas como el LSD, que permitía acercarse a nuevos estados de conciencia y alterar la percepción (es en esa década que el ácido pasó de un uso investigativo a un uso recreativo). Es también el sonido alumbrado por los nuevos desarrollos tecnológicos (la música concreta-electrónica entró entonces al rock), por la revolución sexual, por el imaginario que traía la carrera espacial, y por la fuerte introducción del pensamiento oriental, que configuró toda una época y una actitud. La vida en comunas, el ecologismo, y las protestas sociales ante el escenario bélico movilizó a los jóvenes hippies de entonces. Y esto se expandió de California a San Francisco, de Londres al DF, y a Buenos Aires, a Sao Paulo, a Santiago, a Lima, a todas partes del mundo.
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La psicodelia pegó fuerte en Latinoamérica en la década del 60 y 70. Grupos como Os Mutantes (Brasil), Orion's Beethoven (Argentina), Laghonia (Perú), The Dugs Dugs (México), The Speakers (Colombia), Aguaturbia (Chile), Los Impala (Venezuela), por nombrar algunos, se cuentan entre lo mejor de la psicodelia a nivel internacional. Eran épocas complejas, de polarización ideológica como resultado de la Guerra Fría y el ascenso del socialismo en Latinoamérica. La nueva canción, hija de esta agitación social, y el folclore, se convirtieron en el estandarte de una nueva juventud intelectual en muchos países. Pero aquella fue también una época de dictaduras, nacionalismos y procesos migratorios complejos que volvieron el contexto bastante álgido y que influyó notoriamente sobre el destino de muchas bandas.
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