Confesiones Noisey: Yo fui fan de La Mosca Tsé Tsé

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Música

Confesiones Noisey: Yo fui fan de La Mosca Tsé Tsé

¿Cómo así, hay gente que los odia?

​Era 1999 y yo tenía apenas siete años. Mucha de la música que escuchaba me llegaba directo de mi hermano mayor. Él era el del control del televisor, él era el que sintonizaba el radio, él era el que compraba discos piratas. Me acuerdo que nos sentábamos a hacer tareas con el televisor prendido en la tarde y el radio ambientando la noche. Éramos fans de Play TV, ahí fue la primera vez que vi un video de Limp Bizkit, donde conocí a The Offspring​, donde amé a Aterciopelados, cabeceé duro con Slipknot, en fin…era eso y Mucha Música en City TV, que era la versión colombiana del canal originalmente canadiense.

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Mi historia con La Mosca empezó en Mucha Música, porque aparte de ver ahí por primera vez el video de ese hit rompebolas para entusados que era "Para no verte más", también fue el programa en el que mi hermano se ganó, a punta de llamadas, el segundo disco de estos tipejos cuyo cantante era la cosa más rara que había visto después de la película Hombres de Negro.

​Todavía tengo el

Vísperas de Carnaval

en la casa y en esa época no paraba de ponerlo. Lo ponía en la ruta del colegio, en el discman, en el equipo de la casa, era un auténtico fastidio. Creo que si hay gente que hoy en día odia a La Mosca, es por que gente como yo no se cansaba de quemarlos.

El caso es que ese disco, en esa época, era un gran descubrimiento, una vaina medio carnavalera con una sección de vientos penetrantes, una mezcla de cumbia, rock y ska. Una descarga alegre sobre todo, donde el diálogo entre las bases con los vientos era emocionante, unos sonidos caribeños y percusiones que hacían alusión al 2tone del ska jamaiquino, pero a veces con cambios bruscos de rock, una cosa que , en ese momento, me parecía fascinante. Con unas letras que retrataban todo lo bueno y todo lo malo del amor. Y yo, un cagón de siete años que a duras penas me había dado picos con una vieja de la ruta, me sentía identificado…si es que uno puede sentirse identificado con el amor y el desamor a esa edad. La chica era la hermana mayor de un amigo y era, si se puede decir y manteniendo las proporciones, una calienta huevos, un día se me sentaba al lado y me mandaba cartas, y al otro día ni me miraba y así hasta que se "cuadró" con otro tipo. Y pues nada mejor que odiarla al son de "yo romperé tus fotos/ yo quemaré tus cartas/ para no verte más".

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Esa canción fue lo mejor para sobrellevar varias tusas en adelante.

Y como ese, tenían varios temas bien cortavenas. En ese mismo disco estaba "El demonio (está en esa mujer)", que era como mandar a la mierda a esa mujer que le encanta provocar, aún después de que todo se fue al carajo. "Gira el ventilador", que era para echarse en posición fetal a chillar por ese amor adolescente, por esa vieja que estando en noveno se cuadró a un man de 11. Maldita buscavidas. Por ese mismo corte luego llegaría una de mis favoritas: "Los amores se van", un tema catártico y suavecito que narraba todo lo lindo en frases como "La noche que te conocí/ brillabas como un bisturí/ fumabas ya mi me gusta cuando te reías así".

Los amaba.

​También tenían temas menos existencialesy más "provocadores" como "Baila para mí"que, aunque hacía referencia un club de stripres, era una vaina carnal que me generaba bastante curiosidad. Y obviamente "Te quiero comer la boca" era un tema más que dedicable. Yo ahí, siendo un culicagado de 7, 8, 9, 10, 11, 12 años que no entendía muchas de las situaciones de las que hablaban los temas.

Nunca los vi en vivo. Tenía ocho años cuando vinieron a Rock al Parque y sinceramente nunca tuve otra oportunidad para verlos. Con el tiempo dejé de escucharlos, volví a ellos durante una tusa y me pareció que si los escuchaba una vez más iba a terminar planchándome el mechón, vistiéndome de negro, escuchando a The Chemical Romance y comprando navajas Minora…y no necesariamente para afeitarme el bozo. Luego vi que habían grabado una canción con Don Omar y ya me pareció una re mierda. Se volvieron  empalagosos, reiterativos, cursis… no sé si siempre lo fueron, pero se me salieron del pecho.

Uno de mis compañeros de mesa me dijo que eran una mierda porque sonaban a barra brava de equipo de mitad de tabla; a canción de intro de novela post almuerzo y porque no se sabía qué era peor: si ver a su cantante con gafas o sin gafas. Otro dijo que siempre le generó malestar como sonaban y por eso nunca les paró bolas; uno más dijo que era absurdo cómo solo con dos hits se habían mantenido tanto tiempo, aún cuando la voz y el físico del vocalista era, en sus palabras, "desagradable".

Yo, en cambio, creo que La Mosca no era más que el típico grupo que pegó un par de canciones y se hicieron famosos gracias a ellas, aunque también influye mucho el hecho de que sus melodías se convirtieron en auténticos himnos de barras bravas de varios equipos a lo largo del continente. Y ya. Dudo mucho que vuelvan a ese sonido que los hizo grandes, solo queda disfrutar de esas canciones que nos devuelven en el tiempo en un matrimonio, un reencuentro de viejos amigo o cuando salga en los sugeridos de YouTube por accidente. Así la mayoría me bote la madre cuando los pongo.