“Muchos dicen que nos convertimos en el soundtrack del exilio”: Los Amigos Invisibles
Imagen cortesía de Los Amigos Invisibles

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Música

“Muchos dicen que nos convertimos en el soundtrack del exilio”: Los Amigos Invisibles

Charlamos con la emblemática banda en su gira para 'El Paradise' sobre seguir adelante sin dos de sus miembros fundadores. Dejar de hablar de Venezuela, no fue una opción.

Desde el escenario del histórico Niceto Club de Buenos Aires, el cantante Julio Briceño hace señas a un tipo del público pidiéndole la camisa del uniforme de la selección venezolana de beisbol que agita mientras grita a gañote tendido: "¡Viva Venezuela!". El hombre se la lanza, Julio se la pone y canta las últimas líneas del hit "Viviré para ti" señalando la palabra "Venezuela" bordada en el pecho del uniforme. El público aplaude y canta emocionado junto a él: "Tú serás la que me inspire, me consienta y me domine. No dejemos que termine pues yo haré que te fascine. Viviré para ti. Viviré para ti".

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Es la mayor ovación de la noche.

Desde hace años, así como en Buenos Aires, las presentaciones de "Los Amigos" en muchas ciudades alrededor del mundo se han convertido en una especie de misa para miles de venezolanos inmigrantes que durante sus conciertos se sacan todos los "chamo", "vaina", "pana", "marico" y "güevón" que tienen callados en sus vidas cotidianas como extranjeros. Llevan sus banderas y los uniformes de sus equipos de fútbol y beisbol. Bailan, sandunguean y hablan gritado. Se sienten "como en casa" por un par de horas. Aunque suene cursi y cliché: Los Amigos Invisibles son embajadores musicales de Venezuela.

Esta gira es especial para Los Amigos, pues están promocionando "El Paradise", su noveno disco y el primero sin el tecladista Armando Figueredo ni el guitarrista José Luis Pardo ("Cheo", actualmente con sus proyectos Los Crema Paraíso y Locobeach). Se mantienen Julio Briceño "Chulius" (cantante), José "Catire" Torres (bajo), Juan Manuel Roura "Mamel" (batería) y Mauricio Arcas (percusiones). Participan como invitados el guitarrista Daniel Saa y el tecladista Agustín Espina. Después de estar al borde de la separación, Los Amigos Invisibles se las arreglaron para salvar sus 26 años de carrera y sacarse de la galera un disco elegante y pegajoso que no traiciona el ADN ni el sonido de la banda y que ya está dando de que hablar.

Julio, Mamel y Catire nos recibieron un par de días después de su concierto en Niceto y en una conversación distendida nos contaron con lujo de detalles como fue hacer "El Paradise". También se abrieron con nosotros y nos contaron como están las relaciones con su amada y conflictiva Venezuela.

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Es el primer disco que hacen desde que Cheo y Armando dejaron el grupo, después de tanto tiempo juntos debió ser un reto especial para ustedes…

Mamel: Obviamente fue difícil después de una relación de trabajo de tantos años de repente verte obligado a reestructurarte y buscar la manera de cubrir esos huecos que quedan. Afortunadamente tenemos dos músicos increíbles que además de estar cubriendo ese vacío también hicieron su aporte musical. Dentro de todo el proceso también se involucró un montón de gente más como Los Auténticos Decadentes, Elastic Bond, Kinky, Oscar D' León, DJ Trece y Jorge Spiteri. Creo que es el momento en que la banda ha estado más abierta en toda su carrera desde el punto de vista de composición.

¿Les sorprendió esta ruptura?

Julio: Sí y no. Siempre hemos pensado que la vida de una banda es muy frágil. Un día la piensas dejar y al otro ya no, un día sí y un día no. Armando nos había avisado, "Miren me voy en seis meses", en cambio del lado de Cheo si nos sorprendió porque fue de un día para el otro. Nos llevó un par de días de que todos pensáramos, "¡Epa, ya va!, ¿Pa ' donde vamos?".

¿Es casual que "Dame el Mambo", el primer single del disco, tenga una fuerte presencia de bajo, percusiones y sintetizadores más que de guitarras?

Mamel: de hecho, esa canción es del guitarrista Daniel Saa. Siempre ha sido una premisa en la banda mantener ese estilo bailable con conexiones con el funk, el disco, el house y la música electrónica. Yo creo que esa identidad está ahí estén o no estén los músicos.
Julio: exacto, y realmente no fue tan deliberado. Cuando empezamos a hacer canciones nuevas nos dijimos "Mira chamo, relajado. Vamos a ver que sale" no fue que nos pusimos a maquinar "No que ahora las guitarras van a sonar menos y los teclados van a sonar más". Ver que ideas traía cada uno y que es lo que cada uno quería hacer. "Dame el Mambo" nos gustó porque es un tema bien minimalista con un beat como medio funky africano, algo que la gente no se espera de Los Amigos.

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Da la sensación de que nunca se detuvieron…

Julio: realmente la ruptura duró el mes de vacaciones de enero de 2014. Cheo se va en diciembre 2013 y en febrero ya teníamos una gira europea. La ruptura realmente duró como tres días en los que todos nos preguntábamos: "¿Mamel que vas a hacer tú? ¿Y tú Catire?¿Y tú Mauri?". Entonces Mauri y Mamel dijeron "Bueno, déjame pensar mi vaina", ahí Catire me dijo: "No que montemos Chulius" - Chulius and the Filarmonicus proyecto solista de Julio- y yo le dije "No un momento Catire, ¿tú eres loco güevón? Van a pensar que disolvimos la vaina". Y como al tercer día, como ya teníamos compromisos adquiridos que teníamos que cumplir, hablamos y entonces ahí fue que Catire dijo que su pana Daniel Saa podía montar esas canciones. Desde ese mes en adelante Los Amigos no han parado nunca.

¿Y cómo fue hacer canciones nuevas?

Mamel: Obviamente el proceso creativo si se vio como en stand by por todos los cambios obvios, pero en ese momento fue como que estábamos a punto de sacar el disco acústico que teníamos que promocionar y además teníamos material para trabajar.
Julio: Exacto y luego como que ya queríamos empezar a trabajar material nuevo con estos panas nuevos, sobre todo con mucha buena onda. Pautamos como un esquema de trabajo en el que grabamos jammings como de dos horas por día. No es que queríamos estar todo el día buscando…
Mamel:…la canción perfecta… Je Je Je
Julio: …o Dark Side of the Moon… y entonces veíamos el calendario y cuadrábamos lo que llamábamos Campamentos Creativos, nos decíamos, "Tal semana no hay nada ¿Catire te vienes pa ' Miami y grabamos tres jammings?" (Los Amigos Invisibles viven todos en Miami, exceptuando al bajista "Catire" Torres que vive en Ciudad de México). Desde que empezamos a componer la idea era trabajar con cero presión y cero drama. La idea era vacilar. Por más dramas que hayamos pasado en Los Amigos Invisibles siempre hemos dicho que el drama tiene que durar dos minutos y el vacilón cuatro horas. Pa' estar maltripeando mejor que cada uno se busque un trabajo.

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Fueron muy importantes las colaboraciones en este disco. No solamente aparecen artistas invitados, sino que además participaron en la composición de los temas…

Catire: cuando empezamos a componer este disco Julio fue el que dijo, "Bueno güevón, tenemos que empezar a echarle bolas. Así que si conocen alguien que pueda aportar". La idea no era limitarse si no estar abiertos a todo lo que pudiera sumar.
Julio: Mauri (Mauricio Arcas, percusionista), tenía años diciendo "Chamo ¿por qué no componemos con otra gente?", y bueno, este fue el momento de hacerlo. Al principio cuando pensamos en la posibilidad de incorporar colaboraciones el primero en la lista era Justin Bieber y el segundo era Pharrell. Jejeje.

¿Y cómo llegaron a los invitados que aparecen en el disco?

Julio: Bueno, en realidad fue todo muy musical. La colaboración de Los Auténticos Decadentes en "Aquí Nadie Está Sano", fue una idea del manager mexicano que nos sugirió que los invitáramos para juntar los dos públicos. Ellos al principio nos dijeron, "Pero boludo ¿por qué nosotros?". Al final aceptaron, grabaron su parte y nos la mandaron.

Julio: Con Oscar D'León queríamos grabar una salsa y él nos dijo: "No chamo, con ustedes quiero hacer otra cosa que no sea salsa". Entonces le mostramos todos los demos y él escogió "Sabrina" que la compuso Jorge Spiteri (pionero del rock en Venezuela) de quién ya habíamos hecho una versión de "Amor" en Arepa 3000.

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Julio: Elastic Bond es una banda de Miami de la que soy muy fan y que tienen unos discos buenísimos; entonces yo escuché la melodía del demo de "Espérame" y dije, "¡Esta es una canción para Sofi!" (vocalista de Elastic Bond) que además vive muy cerca de mí. Ella nos dijo: "Yo nunca he compuesto una canción para hombres. Déjenme ver que sale" y le salió esa letra y esa melodía bien bonita.

Julio: A Kinky, los conocemos desde hace tiempo. Yo ya había trabajado en mi disco solista con Gil Cerezo (vocalista de Kinky) y cuando teníamos "Anestesiada" como que me encantaba el coro pero lo que teníamos para las estrofas me parecía horrible, entonces pensé que Gil era el pana que podía ayudarnos a terminar la vaina. Él compuso las dos estrofas.

¿La idea fue meter invitados para sacarse un poco la presión?

Mamel: De hecho, no porque haya habido invitados las canciones quedaron en el disco. Hicimos 28 demos y en el disco quedaron 11 canciones.
Julio: Quedaron afuera varias colaboraciones que nos mandaron, como una de Funky-C de Chile; otra de Bélica en la que ella compuso letra y melodía y que a mí me gustaba que jode; otra que me gusta burda y quiero que vaya para el próximo disco fue la que hice con Pedro Pérez Márquez, el cantante de PP´S (banda venezolana de los ochenta). Bacalaomen nos mandó un tema buenísimo pero llegó tarde y ya lo tenemos en la mira para el próximo disco.
Catire: Incluso Natalia Lafourcade nos mandó un demo con un bolero muy bonito pero queríamos que el disco fuese bien bailable.

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Ha tenido muy buena recepción el disco ¿están satisfechos?

Mamel: siempre uno espera la mejor recepción y la verdad que hasta ahora ha sido súper positiva. Aunque siempre están los "haters" por ahí, pero bueno, esta es una nueva etapa que entrompamos y nos sentimos cómodos con ella. Escuchamos el disco y honestamente creemos que está bueno, trabajamos mucho en él y le pusimos mucho cariño. Me encantó esa sinceridad de generar una apertura a aceptar la colaboración de un montón de gente para trabajar, creo que eso le dio un toque distinto.
Catire: lo primero que sacamos después de todos los cambios fue una versión de "Otra Cara Bonita" de Yordano que es una institución en Venezuela y entonces hubo gente que la odió. Luego sacamos "Dame el Mambo" antes de que saliera el disco y lo mismo, la gente la amó o la odió. Y entonces después cuando salió el disco como que los "haters" se calmaron, como que escucharon todo el espectro y se dijeron, "¡Ya marico, relájate!"… Jejeje.
Julio: Siempre que hemos sacado un disco es porque sentimos que sacamos lo mejor que podemos dar en ese momento y esta vez es lo mismo, solo que sin dos integrantes originales. Espero que esta vez la vaina me de una casa en Beverly Hills. Jejeje.

Desde que comenzaron, de alguna manera siempre han tenido que luchar con la aceptación. Recuerdo como al comienzo muchos los llamaban despectivamente Los Amigos Inservibles…

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Mamel: en ese sentido hemos tenido muchas anécdotas, desde una vez empezando que nos botaron de un bar en el que estábamos tocando, hasta la gente que nos decía que nunca íbamos a lograr nada. Finalmente se cumplió eso de que nadie es profeta en su tierra: tuvimos que irnos, firmar con la disquera de David Byrne en Nueva York y salir en los cinco más pedidos de MTV pa' que la gente dijera "Coño, ¡que arrechos son estos panas!"

¿Cuánto tiempo tienen viviendo fuera de Venezuela?

Mamel: 17 años.

¿Se han imaginado volviendo?

Mamel: No, todavía no.
Catire: Tendría que haber muchos cambios importantes. En mi caso, por ejemplo, una de las razones por las que no estoy allá es porque es insoportable no solamente lo que pasa sino que además es el tema de conversación constante. Por otra parte, si tu allá tienes un proyecto te preguntas hasta donde puedes llegar con él y te das cuenta que te quitaron muchas vías para hacerlo andar.
Julio: Y bueno, después que un Presidente sale diciendo que está pensando en aprobar un decreto para darle un fusil pa' cada pana… ¡Verga! Yo creo que la vaina está ruda.

En ese sentido, es llamativo que durante tanto tiempo siempre hayan mantenido el humor en su música y no hayan caído en una onda de análisis del país en sus canciones, es como que su lectura del país pasa por otro lado…

Catire: bueno, nuestra visión de Venezuela va un poco por ese lado del sarcasmo, como por ejemplo, "Ponerte en Cuatro" que es un chiste. Yo creo que en cualquiera de nuestros discos se puede encontrar una representación de la sociedad venezolana. A través de los samples que metemos, el humor que usamos o la música que hacemos, si le pones un poco de cabeza puedes encontrar una exposición de los lados positivos y negativos de la cultura venezolana.

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¿Por qué creen que sus conciertos se han convertido en una especie de misa para los venezolanos en el exterior?

Mamel: Cuando nos fuimos al comienzo y firmamos con la disquera de David Byrne, como que había una especie de orgullo por parte de los venezolanos con respecto a una banda que traspasó fronteras y que los estaba representando fuera del país. Obviamente el factor socio-político-económico más recientemente también ha influido en eso. Muchos dicen que nos convertimos en el soundtrack del exilio y muchas veces entre nosotros bromeábamos diciendo que con la cantidad de venezolanos que hay viviendo en el exterior podíamos hacer una gira solo para venezolanos y otra paralela para gente de los demás países.

Fueron de los primeros músicos venezolanos que se fueron del país y desde entonces son cada vez más los que se van. ¿Es imposible vivir de la música en Venezuela?

Mamel: Lo que pasa es que es difícil porque no hay industria, no hay disqueras y no hay lugares para tocar. Tú allá puedes llegar a un techo, no salir de ahí nunca y vivir de ese techo. Ahora, si tú quieres desarrollarte y que tu proyecto llegue a otro nivel estás obligado a salir de ahí.
Catire: yo recuerdo que cuando nosotros sacamos Arepa 3000, lo editó Latin Music que tenía un piso entero con vista a El Ávila en el Centro San Ignacio (uno de los más prestigiosos centros empresariales de Caracas) y tenían como 50 personas trabajando en un momento donde ya todo se estaba viniendo abajo. Y en el piso de abajo estaba Sony Music con una oficina igualita. Eso hoy en día en Venezuela es impensable.
Mamel: eso se murió y estaba destinado a morir.
Julio: hoy en día no toca nadie, los chamos están cagaos de salir a tocar en bares porque les pueden robar los amplificadores. Nosotros armábamos rumbas, llevábamos DJ´s y llevábamos todos los equipos y así hicimos la escena. Hoy en día a los panas allá ni les pasa por la cabeza eso.

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Y eso que en aquella época ya era difícil. No es que sobraban los lugares para tocar…

Julio: nosotros nos inventábamos todo: encontrábamos los sitios, hacíamos volantes que después repartíamos y convencíamos al portugués dueño del bar que nos decía "No e que la gente que va a traer son muy loco" y después que hacíamos la rumba el portugués nos decía "Mira chamu, ¿cuando hacemu la otra?".
Mamel: cuando nosotros empezamos, la industria en Venezuela era súper ingrata pero había. Tratar de meterte en la radio como un artista emergente era muy difícil.
Julio: ahora las radios están más abiertas de apoyar a los chamos que graban pero no hay donde tocar.

Pero nunca han dejado de salir grupos. Fíjense que desde hace unos años ha habido una efervescencia similar a cuando ustedes aparecieron en los noventa y salieron cientos de grupos muchos de los cuales también se fueron de Venezuela.

Julio: bueno porque allá hay gente muy talentosa en todos lados. Me enorgullece saber que el talento venezolano es como arriesgado en su forma de componer y que no se va por lo fácil. Te das cuenta de eso cuando escuchas bandas como Los Mesoneros, La Vida Bohème o Viniloversus, uno dice "Coño, estos panas están en algo". Ahora ¿qué hace que eso sea así? Pues no sé, como que en Venezuela uno se crió tocando con su banda teniendo que patear culos. Sea cual fuese tu género tenías que salir a romperla porque sino la gente se ladillaba y siento que eso pasó también con los músicos que están saliendo.

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Recientemente se han manifestado a través de las redes sociales a favor del cambio político en Venezuela ¿les afecta lo que pasa en el país aunque tengan años viviendo afuera?

Mamel: por supuesto chamo, es nuestra casa. Es donde crecimos, nos hicimos como músicos y tenemos nuestras familias. Nosotros vivimos una Venezuela donde a pesar de todos los problemas políticos, económicos y sociales habían ciertas oportunidades de progresar. Ver que esté pasando todo lo que pasa allá y todo el retroceso tan grande que se ha dado en Venezuela es inverosímil. Antes no nos manifestábamos porque creíamos que nuestro público estaba a ambos lados del espectro político y nos parecía que hablar mal de tal o cual postura era como una falta de respeto a cualquier persona que nos siguiera. Hoy en día viendo lo grave que está todo allá y que nos genera demasiada impotencia, sentimos que debemos manifestarnos y que esa situación es algo que la gente tiene que saber afuera.
Julio: vuelvo al tema del fusil. El pana puede ser de derecha, izquierda o centro, pero si yo escucho a un Presidente decir que hay que armar a la población, no importa de que lado sea ¡Ni de vaina! ¡Ni de vaina!.
Catire: eso si lo vemos desde un lado ideológico. Si lo ves desde el lado práctico, por ejemplo, el año pasado tuvimos allá un solo show. Ya la situación nos afecta al punto de que hace cuatro años hacíamos 10 o 15 shows y ahora hacemos solo uno. Venezuela es el único país donde caminamos en la calle y la gente nos reconoce y entonces ya no podemos tocar ahí porque unos imbéciles cagaron la vaina.
Julio: ni nosotros, ni los panas. Porque yo te digo, que desde que me fui de allá yo lo que leo es los periódicos venezolanos para estar informado de la movida y saber quien sacó disco, quien toca o quien salió nuevo; como Vargas, Laura Guevara, Luis Irán o Alfredo Gómez Jr, y ninguno de ellos está tocando. Entonces es como que estamos bien jodidos por ese lado que me afecta a mi y a mis panas.

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Tienen como 14 shows pautados para los próximos dos meses ¿van a ir a Venezuela?

Mamel: no, no se ha podido cuadrar.
Julio: íbamos a ir en junio pero se cayó.

¿Y les genera alguna inquietud especial ir a tocar allá?

Mamel: son muchos sentimientos encontrados. No solamente es peligroso sino que también estás expuesto a una cantidad de vainas, por ejemplo, que allá es un rollo con el control de cambio porque no se consiguen dólares. Ir a Venezuela es ir con una mentalidad de que vas por el borde por decirlo así, pero tenemos un deber moral con nuestro país.

A pesar de tener tantos años afuera, les ha costado mucho penetrar en otros mercados, sobre todo en Sudamérica…

Julio: sobre todo en Argentina. Te diría que Argentina es el más duro después de Brasil por el idioma.
Mamel: yo creo que también es un aspecto geográfico, es muy lejos. Además son unos mercados muy fuertes en los que es difícil penetrar y competir, entonces cuando viene alguien como nosotros les cuesta un poco asimilar nuestra propuesta de funk guapachoso. De hecho acá fuimos una radio y el pana del programa nos dice "No, es que sus letras no me llegan"…en Argentina es todo como más profundo.
Julio: Sí, acá todo es Borges, Cortázar… con todo el respeto que hay que tenerle a esos autores… pero sí, Buenos Aires es la Ciudad de la Furia.
Catire: siempre ha sido difícil. Así como al comienzo íbamos a hablar con el portugués para conseguir lugares para tocar, ahora que sacamos este disco nuevo tenemos que ir como vendedor de aspiradoras de puerta en puerta vendiendo el producto. Tú vez que hay reguetoneros que sacan sus nuevos videos y el primer día tienen millones de views, nosotros sacamos los nuestros y tenemos 500. Nunca hemos estado de ese lado sino que siempre hemos tenido que ser luchadores, tener que lidiar con los que dicen "Es que esa canción tiene una letra pendeja" … ¡Pero la vas a bailar coño e' tu madre! Jejeje.

¿Piensan en el futuro?

Catire: no queremos ponernos demasiada presión, es muy importante dejar que este disco hable porque es producto de un reto.

Mamel: lo más importante de una banda es crear contenido porque sin el contenido no haces nada.

Julio: exacto, fíjate en Los Del Río que pegaron cuando tenían como 74 años y fue todo un fenómeno mundial. Nunca sabes cuando te llega tu "Macarena".

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