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Música

15/9/2006 el día que Slayer hizo llover sangre en Bogotá

Recordando la primera vez que estos dioses del metal pisaron Colombia.

En el panteón de los dioses del metal existe una banda que se ganó su grado de deidad a punta de velocidad y furia. A veces la palabra leyenda se usa a la ligera, pero en el caso de Slayer no hay otra forma de definirla. Este cuarteto fue clave para el metal en todas sus formas: la rapidez de las guitarras, los cortes bruscos de batería, los solos de guitarra épicos, marcaron la vida de toda las personas que aman la distorsión y los golpes. Mañana 3 de mayo, el grupo regresará a Bogotá por tercera vez y se rumora que tal vez sea la última. Y sí, Jeff Hanneman ahora toca la guitarra en el más allá y Dave Lombardo dejó la banda en 2013, pero carajo es Slayer, el grupo que ha influenciado a todas la bandas de metal que existen.

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Ver a esta banda nunca, está de más.

Sin duda el 3 de mayo será un día épico, pero no va a ser como la primera vez que Slayer pisó el país. Solo hay una primera vez y ese 15 de septiembre de 2006 fue un día histórico por varias razones. Para empezar en ese entonces estaba la banda completa. Los cuatro verdaderos jinetes del apocalipsis, los cuatro nombres que resuenan en la cabeza de todo metalero: Tom Araya, Jeff Hanneman, Kerry King y Dave Lombardo. Ese año lanzaron su disco Christ Illusion y para decenas de personas, ese fue el concierto que esperaron toda la vida.

Carlos López, mejor conocido como Calao, tenía 36 años en 2006 y desde el 86 es fanático de Slayer. "Fue increíble, 20 años esperándolos", dice emocionado por el teléfono al recordar esa noche. Es que para la vieja escuela Slayer fue uno de los conciertos más importantes de la historia. En 1999 Metallica la rompió en el Simón Bolívar, pero para ese entonces Metallica ya le había bajado las revoluciones a su música y tenía un público más variado debido a su éxito comercial. Pero Slayer es la banda más importante del underground. Y eso no tiene discusión.

La gran mayoría de los metaleros colombianos conocieron este grupo gracias a las recopilación Metal Masacre y eso fue como un golpe en la cara de los primeros metaleros. La crudeza de Show No Mercy y Hell Awaits le cambió la forma de ver el metal a muchas personas. Cuando salió Reing In Blood el metal alcanzó una perfección que se metió en el disco duro de todos los boleadores de mecha. Seguramente todas las bandas de metal de thrash de colombia sacaron algún cover de este disco.

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Por eso la expectativa para ese primer concierto fue enorme.

La gente viajó de todo el país e incluso desde Ecuador para verlos. La cita fue en el Palacio de los Deportes y Calao recuerda que el baño se había dañado y todo el recinto olía a meados. Pero qué importa, cualquiera aguanta el hedor por ver a Slayer.

La banda colombiana que abrió fue Masacre, Alex Oquendo cuenta que el grupo estaba de gira por España cuando se enteraron de que iban a tocar junto con Slayer. En un principio no lo creían posible, pensaron que era una broma pero resultó que sí. Él dice que fue un sueño hecho realidad tener al grupo enfrente y hablar con ellos. Recuerda que Lombardo y Araya le pidieron conversar en español con ellos. "Tom Araya me preguntó disque cómo hacía para cantar así. Yo le respondí que más bien cómo hacía él para cantar de esa forma y que yo me había inspirado en su voz" dice Oquendo.

Esa noche el desmadre arrancó con Darkness Of Christ/ Disciple. Calao cuenta que mucha gente se lanzó de las graderías a la parte baja del Palacio de los Deportes, incluso un man le cayó encima y casi le caga el concierto. Pero no pasó nada y el hombre pudo disfrutar de las 18 canciones que la banda tocó durante un poco más de dos horas. Pero dice que lo mejor de esa noche fue reencontrarse con toda la vieja guardia. Esa gente que descubrió la música extrema en casetes regrabados y en parches que se juntaban alrededor de una grabadora para compartir música.Esa gente que forjó a pulso y contra todo la escena metalera del país.

Calao recuerda que el pogo estaba apretado por la cantidad de gente y lo más movido fue al final. "Dead Skin Mask", "Raining Blood", "South Of Heaven" y "Angel of Death" cerraron la noche. Imaginense esperar 20 años para gritar: "Angel of death Monarch to the kingdom of the dead". El sonido, el repertorio, la gente todo estuvo a la altura. Y que más se podía esperar para ver a la "mamá de todas las bandas de metal", como define Alex Oquendo a Slayer.

Si bien los últimos discos de la banda no han sido como los primeros, nadie puede negar que es un privilegio ver a Slayer. Además Repentless tiene su furia y sus cosas interesantes y pues más de 30 años de historia van a retumbar en esa tarima.

Que belleza. Volvera a llover sangre en Bogotá.