Cuatro artistas nos comparten sus placeres musicales culposos pero irresistibles
Imagen por Záfaraz / GIFs por Jimmy Palacio

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Música

Cuatro artistas nos comparten sus placeres musicales culposos pero irresistibles

Telebit, Pedrina y Río, Vicente García y Monsieur Periné nos hablan de esa música que les duele admitir que aman públicamente.

Placeres culposos irresistibles hay en infinita variedad, algunos más asquerosos que otros, como ondear la cobija luego de expulsar un pedo atómico o sacarse los mocos en el semáforo; otros más mundanos como ver La Rosa de Guadalupe o el maratón de 48 horas de Acapulco Shore y otros que dan vergüenza admitir en público como el hecho de que te encanta Ricardo Arjona y lo escuchas mientras estás en la ducha o que te sabes todas las canciones de RBD y te duele no cantarlas a grito herido en público para no quedar mal, aunque igual terminas haciéndolo.

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Pues bien, en medio de la basta infinidad de cosas que pueden llegar a ser placeres culposos irresistibles está la música, y con ella, esa banda o canción que todos odian y que públicamente "detestas", pero que en la soledad de tu cuarto escuchas a todo volumen, ojalá con cualquier elemento que puedas usar como micrófono. Con esto en la cabeza, escogimos a cuatro bandas del mainstream criollo, para conocer cuál es esa banda que públicamente les cuesta admitir que aman en silencio.

Le damos la voz a ellos:

Río de Pedrina y Río

Hoy día ninguno de nosotros sufre de culpa frente a nuestros diversos placeres musicales, disfrutamos cínicamente el variado colorido musical que en la comodidad de nuestros teléfonos encontramos en cualquiera de las enormes plataformas musicales, y cantamos cualquiera de estos pecadillos con la misma emoción, ya sea en la ducha, en la fogata o un escenario. Sin embargo en mi caso (Río), cuando salió al aire 'Hasta que te conocí' de Juan Gabriel, yo estaba empezando a tocar rock y me avergozaba reconocer que disfrutaba profundamente cantar sobre el "surrungueo" de los acordes, a grito herido, está increíble canción, por eso solo logré exteriorizar mi placer culposo, en una reunión familiar en la casa de mi mejor amigo, obviamente con algo de ayuda del deshinibidor número uno: el alcohol.

Daniel Acosta de Telebit

Pues no se yo creo que no hay placeres culposos y cada quien escucha lo que le da la gana. Para mí el último disco de Justin Bieber fue un hit muy áspero, a veces lo escucho por ahí en el carro.

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Santiago Prieto de Monsieur Periné

Escuché el MTV Unplugged de Alejandro Sanz como a los 12 o 13 años, no me acuerdo muy bien. El caso es que lo escuché porque lo ponían en MTV y yo trataba de perseguir el programa, me levantaba y lo escuchaba porque me parecía muy bacano sobre todo el cuento de los arreglos, cuando ni siquiera sabía qué era eso, pero en últimas eran los arreglos y los músicos que tenían ahí era lo que me gustaba. Tampoco sabía quiénes eran, pero descubrí a Vicente Amigo, un man que se llama Ramón Stagnaro, un peruano increíble que toca en varios estilos y Vinnie Colaiuta en la batería, un bajista africano-francés tremendo, y me gustó mucho eso, el viaje de esa música. Hoy cuando estoy por ahí hay veces que me dan ganas de escuchar Alejandro Sanz, me encanta.

Vicente García

A medio vivir, de Ricky Martin es un disco que disfruto muchísimo de escuchar a solas, porque tiene canciones buenísimas como 'Te extraño, te olvido te amo', 'Fuego de noche, nieve de día', 'A medio vivir', en fin canciones para cantar a pecho abierto.

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Este contenido es patrocinado por Mama-ía, porque comerse más de uno, también puede convertirse fácilmente en un placer culposo irresistible.