Coplas a la maldad: Canciones dedicadas a Zé do Caixão, el papá de Freddy Krueger

Necrophagia- The Divine Art of Torture

En 1963 nació Zé do Caixão, un macabro personaje interpretado por el actor, director, escritor y guionista brasileño José Mojica Marins, quien protagonizó la primera película de terror de su país, titulada como À Meia-Noite Levarei Sua Alma (A medianoche me llevaré tu alma). Con esto, literalmente, creó un mounstro: Zé do Caixão (conocido en inglés como Coffin Joe), un hombre vestido de negro, monóculo y sombrero de copa, que tiene barba y las uñas largas, y está dispuesto a robar las almas de todos aquellos incautos que gustan de dormir pacíficamente por las noches. Dicho personaje se convirtió en una figura de culto del cine de serie B, tan relevante que inspiró la creación de Freddy Krueger, y se volvió uno de los personajes favoritos de los fanáticos de las cosas terroríficas, oscuras y aberrantes.

Por sus características marcadamente perversas, blasfemas y misántropas, muchos brasileños repudian tanto al creador como a su personaje. La etapa más prolífica de la producción de Mojica Marins, transcurrió durante la dictadura de Brasil y todo su arte, con escenas explícitas de sexo y violencia, fue el chivo expiatorio favorito de los censores del régimen. En medio de toda esa persecusión, Mojica produjo 11 películas protagonizadas por su alter ego, varios documentales, cómics y una serie de televisión que imortalizaron a este sepulturero del infierno. Se fundió tanto con su creación que llegó a un punto en el que prácticamente no se distinguía una diferencia entre ambos (excepto por los asesinatos claro).

La estética y el discurso de las películas de Zé do Caixão, filmadas con mucho ingenio y unos presupuestos ridículamente bajos, influenció a una buena parte de la contracultura y se convirtió en un ídolo de culto en muchos círculos de resistencia. Las películas de este director eran verdaderamente traumáticas, durante los 60 (y gran parte de los 70), no había nada peor que los filmes de Zé do Caixão, por eso fue una influencia importante para muchos directores que se ganan la vida asustando gente. En la música, son varios los que han homenajeado con canciones dedicadas al personaje más perturbador del cine brasileño y muchos otros le han demostrado abiertamente su admiración, entre ellos Johnny Ramone, el mítico guitarrista de The Ramones, quien en una visita a Brasil le regaló a Mojica una chaqueta autografiada.

Para celebrar la noche de Brujas, en Noisey hicimos una lista de canciones que homenajean a uno de los amos del horror latinoamericano, nuestro favorito. ¿Es lo suficientemente valiente para escucharlas?

Era lógico que el personaje más espeluznante y repudiado de la cultura popular brasileña formara parte del universo conceptual metalero de ese país. Y como entre grandes se entienden, no sorprende que uno de los grupos que mejor se llevan con Zé do Caixão sea Sepultura, el grupo más famoso del thrash metal brasileño y latinoamericano. En 1996, los hermanos Max e Igor Cavalera, de Sepultura, lanzaron la canción “Ratamahatta”, donde Zé do Caixão es homenajeado, con un video terrorífico, hecho en plastilina, que muestra a varios seres selváticos sobrenaturales, atormentando a la gente de un pueblo Amazónico o de una tierra parecida al reino de Zé do Caixão, donde se forman las pesadillas.

Pero este no es el único tributo que la banda dedicó al alter ego de Mojica. En 1998, Sepultura lo homenajeó en uno de sus conciertos con una ceremonia muy bizarra que comenzó cuando Zé do Caixão se subió al escenario acompañado de varias mujeres vestidas de rojo. Tocando una música lenta, parecida a una marcha fúnebre, la banda creó un ambiente lúgubre, mientras el rey de las pesadillas oraba un monólogo y la gente gritaba cosas incompresibles. De este rito pagano salió una escena histórica en la que José Mojica Marins, se cortó las uñas sobre el escenario. El momento fue cismático e impresionante porque una de las características de Zé do Caixão es que tiene uñas larguísimas (sí, justamente como las garras de Freddy Krueger). Mojica, tan metido en su personaje, en vez de usar utilería, simplemente decidió dejar de cortárselas por más de 30 años, como pueden imaginar, estas tenían forma de espiral, le llagaban hasta las muñecas y mostraban un elegante y coqueto color amarrillo oscuro (mmm, sexy).

Pecadores es un trío brasileño igual de misterioso que Zé do Caixão. Para encontrar información sobre ellos toca dar varias vueltas en el buscador de Google, pero una vez que das con ellos, te encuentras a una banda macabra y blasfema que suena muy agresiva y muy divertida. Pecadores es uno de los representantes del EBM (Electronic Body Music) de su país, electropunk e industrial se mezclan con el sello postal brasileño para formar esta especie de sound system macabro que critica fuertemente a la religión, una de las actividades favoritas de Zé do Caixão. En su disco Rogai Por Nós Pecadores, este grupo incluye una canción titulada “Zé do Caixão”, una copla oscura que habla acerca de cómo cualquier persona puede convertirse en un ser de pura maldad.

La perturbadora influencia de Mojica ha ido más allá de las fronteras de Brasil. La banda de death metal estadounidense Necrophagia, le dedicó la portada de su cuarto álbum, The Divine Art of Torture, donde este caballero de la noche sale torturando a un par de muchachas que, espantadas, gritan por piedad. El disco incluye dos canciones dedicadas a este personaje: “The Divine Art of Torture”, que está compuesta por diálogos de las películas de Mojica, y “Zé do Caixão”.

El músico, y director de cine, Rob Zombie es uno de los fans más famosos de Zé do Caixão. En una entrevista realizada por MTV en 1996, el músico admitió su fascinación por este personaje y sus largometrajes que, según él, son más crudos que los que se hacían en Estados Unidos en aquella época. En la canción “I, Zombie” de White Zombie, el músico estadounidense rinde homenaje al legado de su par brasileño, poniendo un fragmento de la película O Despertar da Besta (El Despertar de la Bestia), como introducción de la canción.

Los reyes de la tropicalia, la psicodelia y la experimentación, Os Mutantes, también incluyeron un tributo a este maestro. Su primer disco homónimo, lanzado en 1968, incluye una canción titulada “Trem Fantasma” que probablemente sea la primera canción que mencionó a Zé do Caixão. Pero aquí no aparece como un personaje al que se le rinde culto o se le usa como metáfora de la decadencia humana. Esta psicodélica canción, cuenta la historia de una pareja de novios que entra a una atracción de un parque de diversiones llamada, el tren fantasma, y el monstruo que al final del recorrido asusta a este par de tórtolos enamorados es el único e inigualable Zé do Caixão.

Este personaje, que a la vez es amado y odiado, ha logrado configurarse como una pieza fundacional del cine de horror. Su imagen algo graciosa y su discurso sombrío, existencialista y blasfemo lo han colocado como un patrono o vocero de las personas distintas e inconformes. Zé do Caixão es un paria antisistema, que escupe sobre todo lo establecido de una manera directa e irónica. Más bien, es un antihéroe a quien los juglares le dedican sus más sentidas coplas.

¡Dulces sueños!