Entre 2007 y 2011, en la isla paradisíaca de San Andrés detonó el mode-up: una versión isleña del dancehall jamaiquino aderezada con ritmos locales como el mento, el calypso y el jumping polka que pronto se convirtió en uno de los géneros musicales más frescos del Caribe. Un sonido con sabor propio que, en pleno auge del reggaetón en Latinoamérica, desarrollaron unos amigos para que la historia los recordara para siempre.
Gracias a productores como Buxxi, a artistas como Jiggy Drama, Hety & Zambo y a combos como SA Finest, el sonido poderoso se tomó escenarios y emisoras, arrastrando rápidamente a miles a la pista con la promesa de un brillante futuro en la industria. Sin embargo, por cosas del destino el movimiento se extinguió antes de tiempo, dejando varias preguntas en el aire, algunas carreras en suspenso y en vilo la posibilidad de que el archipiélago tuviera mayor representación en Colombia.
¿Por qué dejó de sonar el mode-up si estaba tan sabroso?
TrasEscena, la primera videoserie original de Noisey Colombia, responde a la incógnita.***Espera el segundo capítulo de TrasEscena este domingo 17 de junio.