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Música

6 discos grabados por bandas que se pelearon

Porque no todo en la música es color de rosa.

La tensión entre los integrantes de una banda es algo apenas natural, especialmente cuando llevan muchísimos años tocando y han tenido que verse las caras diariamente por un largo tiempo. Es por esto que algunas bandas exitosas han optado por la salud mental y no verse nunca más que para lo necesario: grabar un disco o salir de gira juntos con esto han logrado llevar una relación sana que les ha permitido mantener viva a su banda a lo largo de los años. Pero otras bandas legendarias como The Beatles, The Rolling Stones y Led Zeppelin y más, han pasado por momentos de mucha tensión en los que sus miembros estuvieron a punto de cogerse a golpes, ya sea por diferencias creativas, conflictos personales o porque simplemente ya no soportaban compartir el mismo espacio.

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No los juzgamos, el mundo de la música es el escenario perfecto para que estas cosas sucedan con toda la cantidad de glamour, histrionismo y egos que se manejan, queda finalmente poco espacio para la amistad y la afinidad musical que originalmente unieron a las leyendas del rock antes de disfrutar de los placeres de la fama.

El problema real viene cuando estos músicos peleados son obligados a grabar un disco juntos por razones que van desde una obligación contractual con la disquera hasta un compromiso con sus fanáticos. En honor a estos discos clásicos del rock, hechos entre la discordia, recordamos seis de ellos cuyo trasfondo conflictivo quedó en la historia de la música.

The Beatles - Let It Be (1970)

Aunque está repleto de éxitos y como casi todos los discos de The Beatles estuvo en el tope de todas las listas de popularidad, Let It Be es un disco que vio el declive emocional que sufrió el cuarteto de Liverpool a finales de los sesenta. Fue lanzado un mes después de la disolución final del grupo y en sus sesiones de grabación que se dieron entre Abbey Road y los Twickenham Film Studios, los roces entre sus miembros principales fueron evidentes. Por su parte, Paul McCartney quería aprovechar el lanzamiento de este disco para volver a girar tras 2 años sin presentaciones en vivo, una idea que no le sonaba para nada a George Harrison y a John Lennon ya que el primero quería dejar los años de la Beatlemania atrás y el otro estaba totalmente inmerso en su relación con Yoko Ono, que le decía que debía abandonar a la banda y hacer su propio trabajo solista. La tensión llegó al punto que Harrison abandonó el estudio y pensaron en dejar las canciones de McCartney en una cara del disco y las de Lennon en la otra. Al final Harrison volvió, los créditos de la mayoría de canciones se compartieron entre Lennon y McCartney y fue un triste adiós para la banda más grande del siglo pasado.

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The Rolling Stones - Dirty Work (1986)

Para nadie es un secreto los constantes roces entre Mick Jagger y Keith Richards a lo largo de los años. Dos gigantes de la música contemporánea que han hecho de The Rolling Stones una marca y un referente en la historia del rock pero cuyos egos han sido tan inflados que no se han soportado entre sí por largas temporadas. Un momento que marcó un hito en su relación fue durante las grabaciones de Dirty Work, un disco que se grabó tras un corto parón de 2 meses que tuvo la banda. Al parecer a Richards no le gustó para nada que Jagger se hubiera lanzado como solista con She´s the Boss (1985) y cada uno hizo sus grabaciones para este disco por su lado. Solo 3 canciones se pusieron a nombre de Jagger/Richards, el número mas bajo en toda la discografía de The Rolling Stones.

The Clash - Cut the Crap (1985)

Cut the Crap fue el fin para la banda liderada por Mick Jones y Joe Strummer. Se empezó a grabar en Londres en medio de una fuerte discusión que hubo entre los miembros de la banda por la ausencia de Jones en los ensayos y su idea de incluir sintetizadores al disco. Esto terminó con Mick Jones fuera de la banda y las grabaciones de Cut the Crap se detuvieron hasta que consiguieron, por medio de unas convocatorias anónimas, un reemplazo en la guitarra. Lastimosamente el disco no tuvo mayor éxito comercial y muchos de sus fans lo consideran un trabajo en solitario de Strummer.

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Los Prisioneros - Corazones (1990)

Los Prisioneros fueron sin duda la voz latinoamericana de los 80. Hacían canciones con un alto contenido social y a la gente le encantaban sus canciones, porque les encanta gritar contra la represión y las industrias. Todo esto se acabó al principio de la década siguiente cuando se lanzó Corazones, un disco hecho en su mayoría por Jorge González, el vocalista y bajista de la banda, que tenía un romance con la esposa de Claudio Narea, el guitarrista. Este triángulo amoroso significó que Narea abandonara la banda, llevando a la disolución definitiva de Los Prisioneros un año después de la grabación.

Led Zeppelin - In Through the Out Door (1979)

Este disco no pudo haber sido grabado en un peor momento para los miembros de Led Zeppelin. Robert Plant acababa de perder a su hijo por una enfermedad estomacal y estaba totalmente llevado por la heroína, mientras que John Bonham había caído en el alcoholismo. Ninguno de los dos aparecía regularmente para la grabación de In Through the Out Door por lo que la relación entre los integrantes de la banda se tensionó y se dividieron en dos. John Paul Jones y Page grababan en las tardes y Jimmy Page y Bonham lo hacían de noche. Aunque fue primero en la lista Billboard en su segunda semana, Led Zeppelin sólo lanzaría un disco más tras la muerte de John Bonham en 1980.

The Smashing Pumpkins - Adore (1998)

Tras el éxito comercial que tuvo Mellon Collie and The Infinite Sadness, Adore era uno de los discos más esperados a finales de los noventa. La banda de Billy Corgan recién estaba saliendo de una larga gira mundial que los vio convertirse en toda una fuerza cultural pero que desgastó la relación entre sus integrantes. Para cuando volvieron al estudio, en febrero de 1997, las dinámicas de grabación ya no eran las mismas y Corgan decidió empezar a grabar por su parte, quedando insatisfecho por el resultado. Tras este fracaso, se fueron a grabar a Los Ángeles y alquilaron una casa juntos en un intento desesperado por mejorar su relación. Al final terminaron de grabar el disco con la ayuda de músicos invitados como Joey Waronker, de la banda de Beck, y Matt Cameron, de Soundgarden. Dos años más tarde, Corgan le diría a INsite Magazine que este disco sonaba como a «una banda hecha pedazos».