Gildardo Montoya, Joaquín Bedoya, Los Alegres Cordillera y Joaquín Zapata. Puede que esos cuatro nombres no les evoquen absolutamente nada y que la música parrandera paisa que ellos se la pasaban tocando de fiesta en fiesta en los setenta y ochenta por el Valle de Aburrá, solamente haya pasado casi que desapercibida por sus oídos en alguna reunión familiar de diciembre o en el radio viejo del abuelo.Pero esto que van a escuchar a continuación, queridos amigos, es un tesoro de la discografía colombiana.Un documento invaluable de los rincones más recónditos de YouTube y una parte del registro que quedó cuando la yerbita, la mota, la ciriguaya, la weed o como carajos quieran llamarla, se chocó de frente con la música parrandera paisa decembrina del milenio pasado. Pura sabrosura bailable que le canta a ese placer único que hay en prenderse un porro bien cargado en una fiesta, tomarse un par de polas y sacar a bailar a la pareja bien pegadito y bacaneado con la cabeza en las nubes.Según Fabio Nelson Ortiz, un yolombino que subió estas canciones a Internet, que se define como un “Coleccionista de música vieja” y en su imágen de presentación aparece trancándose su cerveza con sombrero y poncho, estos temazos para el parrandón psicotrópico son muy difíciles de conseguir en el mercado discográfico y se los levantó por medio de otros coleccionistas. Entre estas joyitas, se encuentran historias como la del mojigato que se trabó por primera vez y supuestamente terminó sin novia y encanado, la del parrandero que vacila sabroso con su hierbita, el cuento del tipo que tiene fama de baretero pero le vale huevo porque se siente "bacano y sintonizado con la motuda" y la del hippie que se pega unas cruzadas épicas donde se le da la gana y como es familiar del inspector y el sargento del pueblo, nadie le dice nada.Así que ya saben: ¡A bailar y a pegarla!
Publicidad