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Música

Death: las raíces negras del punk

Punk. Pese a que la mayoría de las ideas a las que por varias décadas solía remitir la palabreja han perdido todo peligro, lo punk tanto en la moda como en la música sigue causando fascinación y es todavía campo fértil para varios debates, algunos más can

Punk. Pese a que la mayoría de las ideas a las que por varias décadas solía remitir la palabreja han perdido todo peligro, lo punk tanto en la moda como en la música sigue causando fascinación y es todavía campo fértil para varios debates, algunos más cansados que otros.

Entre estos debates, el de los orígenes de la música punk es uno que parece no tener fin y aparentemente ha logrado mantener su poder de convocatoria. Mientras que la encyclopaedia vulgaris del rock suele coronar a los Ramones y a los Sex Pistols como los padres fundadores, y a MC5, The Stooges y hasta a The Velvet Underground y Patti Smith como los protopunks por excelencia, esta convención resulta intragable ya para un buen número de personas, quienes gustan de excavar un poco más hacia una era del garage que parecen acotar de mediados de los sesenta a mediados de los setenta.

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Así, el punto de partida para hablar de los orígenes del punk varía según la época y las modas. Una carta que parece haber adquirido fuerza en últimos años es aquella que nombra —discutiblemente, claro— a los peruanos de Los Saicos como los verdaderos y absolutos padres del género. La banda surgió como tal por ahí en 1964 y 'Demoler' es reconocida en varios círculos como la primera canción punk. Alejandro González cuenta en el libro Cuerdas Extrañas (Canaxis Ediciones, 2010) que “el gobierno de su país los honró con una placa que califica su viejo lugar de ensayo como el espacio donde ‘nació el movimiento punk rock en el mundo’”.

Pero como la cosa no podía parar ahí y había que añadirle mayor color al asunto, no era suficiente mover el epicentro del punk de NY, Detroit o Londres a Lima, pues resulta que cuando se hablaba hasta hace poco del punk —reconocido como la manifestación musical marginal por excelencia de blancos provenientes de la clase trabajadora en la era post rock and roll— estábamos dejando un importante hueco sin llenar. Un hueco en el que había que embonar a una banda de negros que no es los Bad Brains y reconocerla como la primera banda punk “de color”.

Esta banda es Death, la conforman tres hermanos afroamericanos y nació en Detroit en 1971. Aunque según ellos la idea de bautizarse como Death tenía la intención de despojar a la palabra de su carga negativa y darle un contexto positivo, ningún ejecutivo de la industria musical de Detroit se tragó esto —parece que la respuesta que les daban siempre era algo así como “su música es buena y me interesa, pero por piedad cámbiense ese horrendo nombre”, cosa que nunca hicieron—, por lo que durante su breve tiempo de existencia se ganaron nulo apoyo promocional y discográfico —la única grabación que lograron lanzar en su momento fue el 7” Politicians In My Eyes, prensado por ellos mismos— y por añadidura, un pase directo a un olvido de más de tres décadas.

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Este olvido se rompió después de que alguien de alguna manera en algún lugar encontró las cintas de sus grabaciones y logró publicarlas en un sello decente. El tema se manejó de tal manera que en esta nueva década los Death se han vuelto ya una banda de culto.

Así, después de haberse disuelto en 1977, los hermanos Hackney resucitaron Death en el 2009, después de que el sello Drag City lanzara por primera vez sus demos. Y hasta el día de hoy, siguen tocando.

Lo interesante es que aún dejando de lado el tema histórico, la banda tiene una potencia que aún hoy en día resulta machacante. Resumámoslo: si el punk nunca hubiera existido y si Death se hubiera formado ayer, sería obligatorio irlos a ver pues su sonido sigue siendo una genuina explosión llena de matices, fuerza, filo y fluidez que raramente encontrarás en el rock actual de blanquitos.

Si aún no te he convencido, sólo tienes que hacer tres cosas:

1-. Escuchar el disco Spiritual-Mental-Physical (2011) en el cual el sello Drag City recupera grabaciones hechas en cinta magnética de carrete entre 1974 y 1976, conservando el “sonido salvaje y temprano de Death, crudo y feroz”. Como bien dice el sello, estas grabaciones tomadas en su cuarto de prácticas son una verdadera victoria para Death y se mantienen por sí mismas, sin necesidad de producción extra.

2-. Ver el documental A Band Called Death (2012) para saber más sobre el contexto en el que surge esta banda y escuchar las ideas de estos locos en voz propia. El slogan, aunque poco creativo, seguro vende: 'Before Bad Brains, the Sex Pistols or even the Ramones, there was a band called Death'.

3-. Escuchar …For The Whole World To See (grabado en 1975, lanzado en el 2011), el equivalente para estos tipos al Nevermind the Bollocks, aunque haya visto la luz 36 años después de su creación. Incluye por supuesto “Politicians In My Eyes” y “Keep on Knocking”.

Si estuvieras leyendo sobre Death en tu blog musical promedio, te dirían que Jack White los idolatra, pero francamente White me importa un bledo.