Cómo el soundtrack de 'Skins' capturó a toda una generación

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Música

Cómo el soundtrack de 'Skins' capturó a toda una generación

Celebramos los diez años de esta decadente serie recordando su genial música.

Recuerdo la primera vez que vi el tráiler de Skins. Tenía 17 años y unos incomodos brackets en la boca que nunca se acomodaban por si solos. Durante mi rutina normal de las tardes, en la que me sentaba a ver Hollyoaks en la tele, de repente apareció un slow-motion estrambótico lleno de cuerpos candentes metidos en lencería de neón, que saltaban a la pantalla. Al ver eso solo pensaba en que quería unirme a ellos en lo que parecía la fiesta casera más prendida de la historia. Todo musicalizado con la delirante tonada de "Standing in the Way of Control" de The Gossip.

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Nunca antes había visto algo así. Conocía The OC y Gilmore Girls, como todo el mundo, los cuales eran programas protagonizados por adolescentes millonarios. Adolescentes gringos que nunca tenían el pelo desordenado y que usualmente eran interpretados por actores que estaban en sus veintes y tenían una estructura ósea perfecta. Skins no se parecía en nada a eso. Los personajes tenían acné, usaban la misma ropa de mierda y las mismas expresiones que tú. Era exagerado y extravagante, pero a pesar de todo este surrealismo, existía una lía narrativa genuina con la cual muchos adolescentes británicos (y del globalizado mundo occidental) se podían identificar – perder la virginidad, desordenes alimenticios, divorcio, lidiar con el colegio – presentada en una forma que no se sentía moralista. En otras palabras, era como nuestras vidas, solo que lo suficientemente interesantes como para salir en la tele.

Protagonizada por una selección de temas que llevó clásicos como de The Fall y Cat Stevens a nuevos oídos, a la vez que dio una plataforma para proyectos relativamente desconocidos, Skins ofreció un fuente de post-indie que formó un soundtrack para todo tipo de adolescentes. Muchos fueron introducidos al programa a través del uso de "Standing In The Way Of Control", una canción que se convirtió en el sucio faro de las noches de fiestas estudiantiles y los pubs ruidosos de los inicios de este siglo. Beth Ditto declaró que ella escribió la letra en respuesta a la posición respecto al matrimonio gay mostrada por George W Bush. Con el pegajoso coro que dice: "Standing in the way of control / Yeah live your lives / By the only way that you know", se convirtió un himno de puro "ándate a la mierda", que le dio un sentido de catarsis a todos los que piloteaban el frustrante caos de la adultez.

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También le dio al grupo dos portadas en la revista NME en 2007. La primera, publicada justo después del final de la temporada en marzo, llevaba el titular " Sex, Skins and Standing in the Way of Control", probó que la música usada en la serie estaba comenzando a infiltrase en el mainstream mucho más allá de su base inicial de fans adolescentes.

Foals fue otra banda que fue propulsada después de su aparición en el show. A pesar que no es que fueran pequeños o desconocidos en esa época, su participació en el capitulo especial de la fiesta secreta les dio un impulso extra para convertirse en algo más grande. En primera portada de NME en 2008 eran el grupo principal de la edición "New Noise" de la revista que los mencionó como la banda que "definiría el año". El "efecto Skins" estaba en movimiento.

A través del uso de artistas nuevos, el programa también inició una era en la que la música adolescente era reflejada de vuelta a su audiencia. El éxito de Skins no solo es conocido por la forma en la que apuntaba a su audiencia, sino por cómo logró que la escenas relacionada con el show se volvieran más rentables y más memorables. Más destacable aún, Skins fue uno de los primeros programas británicos que incluyó dubstep en su soundtrack. El uso de "0800 Dub", "Angry" y "Colourful" de Skream reflejó una escena musical, especialmente en Bristol, que ningún otro programa había tocado antes.

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La mayoría de los estudiantes de Bristol no se la pasaban enfiestados en mansiones gigantes rodeados de tipos con buzos de neón, pero muchos momentos de la serie retrataron de forma exacta lo que pasaba con la música de la ciudad. A mediados de los dosmiles, Bristol alimentó el gusto por Peverelist y Joker and Pinch, lo que permitió que la ciudad produjera una de las escenas más respetadas e influyentes de la música electrónica británica. Fiestas como las de Just Jack, Crazylegs y Subloaded eran imitadas en las fiestas caceras y de clubes underground mostradas en Skins. Los cuartos atiborrados e iluminados por láseres mostrados en episodios como el estreno de la segunda temporada, imitaban venues de Bristol como Blue Mountain o Motion or Basement 45.

Aún así, el soundtrack se utilizó en formas mucho más complejas. A lo largo de las temporadas, a cada personaje se le dio un playlist personal que estuviera acorde a su comprensión emocional: "Your Heart Is So Loud" de Colleen resaltaba la inocencia de Effy; "Untitled (Samskeyti)" de Sigur Ros le daba un escape ensoñador a Michelle; la letra de "Alice Practise" de Crystal Castel ( Hi / Scars will heal soon / you shrug it off / Except that you don't") eran un espejo de la pena que sentía Sid por haber perdido a su padre; y, en una de las escenas más memorables de la serie, "Hometown Glory" de Adele fue el soundtrack para Casie llorando en su cama y comiendo una manzana. El final abierto de la segunda temporada prestó un realismo muy necesario a una narración sobre adolescentes lidiando por primera vez con el amor, las pérdidas y la identidad sin tener las herramientas necesarias para hacerlo.

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Esta ruptura de la inocencia también se ve reflejada en el final de la primera temporada cuando el elenco canta "Wild World" de Cat Stevens. Skins sorprendía a su audiencia regularmente con cortes inesperados como ese y aunque ese aspecto musical que rompía la "cuarta pared" pudo haberse sentido erróneo para un programa que amaba mostrar a adolescentes oliendo mefedrona del asiento de una taza, de alguna manera funcionaba. La letra habla acerca de cosas buenas convirtiéndose en malas, de lo difícil que es seguir adelante con solo una sonrisa y como siempre va a recordar a esa chica como una niña. Es una transición metafórica de la niñez a la adultez, un aviso de que el futuro va a ser jodido, de que el mundo nos va a cambiar y no hay nada que podamos hacer al respecto.

El mundo que Skins creó fue efímero. A medida que el show continuó, su colapso era inevitable y su fundamento sónico de nu-rave y math rock se hundió con el barco. Eso tampoco significa que el show y su soundtrack original no se hayan manifestado en la conciencia cultural actual. Skins fue crucial para asegurar un amplio y más relevante futuro para otros dramas adolescentes como Misfits y My Mad Fat Diary. Rivalizó con los soundtracks de sus lustrosas contrapartes americanas, haciendo que One Tree Hill pareciera un especial de colegio. Examinó temas como el uso de drogas, el sexo, el aborto y la automutilación con una lupa tan precisa que lo convirtió en uno de los programas más exitosos de su época.

Botando todo desde Ladyhawke hasta Late of The Pier, desde MGMT hasta Vampire Weekend y de Spiritualized a The Dandy Warhols dentro de una gran fiesta en una casa repleta de drogas, el soundtrack de Skins creó un tiempo musical en la cultura joven que no se disculpaba por ser joven, frustrada y fundamentalmente rebelde. Su elección de canciones llegó más allá de los dos cortos años de la primera generación y junta, capturó una imagen hiper específica de una existencia adolescente que duró brevemente a la vez que logró una narrativa que va más allá del tiempo.

Skins nos dijo que la realidad nos puede golpear como un bus (ciertas veces literalmente) y en la era desesperanzadora que estamos viviendo, su soundtrack todavía dice más de una verdad para muchos de nosotros. Así que en nombre de el espíritu de Chris, vamos todos a marchar por las calles del 2017 con un "a la mierda" gigante.

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