Un baile para toda la vida: así estuvo el festival Dekmantel 2018
Foto: Bart Heemskerk | Dekmantel.

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Música

Un baile para toda la vida: así estuvo el festival Dekmantel 2018

Un paseo en bici con Villalobos, la proclamación de la reina Helena y un tributo memorable a Metalheadz son tan solo algunos de los hechos destacados que dejó la sexta edición del festival holandés.

Nunca he sido muy amigo ni muy creyente de esos refranes populares que tanto abundan a lo largo de Latinoamérica, pero el pasado domingo, mientras finalmente me dirigía a descansar luego de haber asistido al último día del festival Dekmantel 2018, se me vino a la cabeza un dicho en particular, un presagio que seguramente estaría acompañando a gran parte de los asistentes de regreso a casa: “uno siempre vuelve a los lugares donde amó la vida”.

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Esa, sin duda alguna, es la sensación más tangible que te deja Dekmantel. El festival holandés, en su sexta edición, logró gestar de principio a fin una verdadera oda a la música electrónica virtuosa, de nicho, underground o como quiera llamarla. Entre tantos festivales que se desviven por las regalías que los grandes nombres de la industria musical masiva pueda proveerles, Dekmantel prefiere jugársela por los desamparados de la escena, por aquellos cohibidos personajes que el estrepitoso mundillo del espectáculo EDM ha ido relegando con el pasar de los años.

En el corazón del Amsterdamse Bos, un oasis frondoso ubicado a pocos minutos de la capital holandesa, fui testigo de una mixtura de ensueño para cualquier devoto de la electrónica en su espectro más amplio. El solo hecho de ver a miles de personas parqueando sus bicicletas y corriendo desesperadamente para escuchar a Ricardo Villalobos tirar el clásico “Model 8” de Lemon 8, te hace pensar en que existen más como uno. El poder bailar sin parar el live percusivo y siniestro de Shackleton junto a dos chicas japonesas y un señor de sesenta años –quien desde hace 16 años conserva la camiseta de Skull Disco que lleva puesta–, te hace pensar en que existen más como uno. Ser testigo de lágrimas cayendo mientras Goldie y DJ Randall maquinaban una memorabilia en tiempo real con las gemas de antaño de Metalheadz, te hace confirmar que existen muchos más como uno.

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Podría continuar con toda una lista de ejemplos que apelen a la nostalgia, pero prefiero recapitular y decir: ¡Gracias, Dekmantel! Por hacernos sentir en casa, por asumir un riesgo que pocos se atreven a asumir hoy en día y, principalmente, por permitirnos disfrutar la vida de la mano de esta música “rara” que hemos sabido elegir y apreciar.

A continuación los dejamos con la galería fotográfica y la lista de Spotify que Dekmantel preparó especialmente con varios de los tracks que sonaron a lo largo del festival, como "Gebrünn Gebrünn", himno elegido por Modeselektor para despedir el atardecer del viernes.

Escenario Selectors.

Escenario Greenhouse.

Escenario Main Stage.

Escenario UFO.

La siempre fina Lena Willikens.

Rødhåd, el caudillo de Dystopian.

Thundercat, ¡maestro!

El magistral escenario Main Stage.

La magia del Dekmantel 2018.

La iglesia bendita de Red Light Radio.

El embajador mundial del G-Funk: Dâm-Funk.

El sensei supremo: DJ Nobu.

Four Tet, ajustando.

Mark Ernestus y su siempre enérgico Ndagga Rhythm Force.

Mount Kimbie en escena.

Steffi, clase germana.

The Advent y su impecable homenaje al electro noventero.

El escenario Selectors, a reventar.

La señal siempre nítida.

La mística viva del Amsterdamse Bos.

Cátedra de sintetizadores a cargo de Carl Craig.

La siempre buena vibra de Floating Points.

DJ Randall y Goldie, Metalheadz para toda la vida.

La reina, Helena Hauff.

* Todas las fotos cortesía de Bart Heemskerk | Dekmantel.